Pekín recomienda a sus ciudadanos quedarse en casa por la contaminación
Por cuarta vez en este mes, una espesa niebla gris cubre la ciudad al superarse hasta 20 veces los límites de polución recomendados por la OMS

Por cuarta vez en este mes, una densa niebla provocada por la contaminación vuelve a cubrir Pekín. Aunque algo menos que hace dos semanas, cuando se rebasaron todos los récords de polución de su historia, la capital china ha vuelto a sumirse en una espesa nube gris.
En sus mediciones diarias, la Embajada de Estados Unidos en Pekín ha registrado 526 microgramos por metro cúbico de partículas inferiores a 2,5 micras (PM 2,5), tan diminutas como perjudiciales por su facilidad para penetrar en los pulmones y provocar enfermedades respiratorios y tumores. Por su parte, las autoridades chinas reducen dicha cifra a 393 microgramos, pero el Centro Nacional de Meteorología ha decretado la alerta azul y el Ayuntamiento de Pekín ha recomendado a sus ciudadanos quedarse en sus casas y no salir a la calle porque la contaminación es «severa». Dichos niveles de polución son 20 veces superiores a los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Recién elegido en la Asamblea Municipal Popular de Pekín, el nuevo alcalde de esta caótica megalópolis de 20 millones de habitantes, Wang Anshun, ya ha anunciado que su prioridad es luchar contra los graves problemas medioambientales que sufre la ciudad y mejorar el tráfico.
Más zonas verdes
«Necesitamos aumentar las zonas verdes para mitigar la polución del aire», explicó al periódico « China Daily » Qian Xiaomeng, uno de los miembros de la Asamblea Municipal. De las 187 propuestas que este organismo ha recibido para mejorar la calidad de vida en Pekín, 68 se referían al medioambiente y los transportes públicos.
Entre las medidas acordadas, el Ayuntamiento retirará de la circulación 180.000 vehículos obsoletos y reducirá las emisiones contaminantes un 2 por ciento. Pero buena parte de la polución que afecta a Pekín tiene su origen en las industriaspesadas que funcionan en las provincias limítrofes, por lo que el viceprimer ministro Li Keqiang ya ha advertido de que llevará bastante tiempo solucionar el problema.
Unida a las bajas temperaturas y la humedad, la contaminación ha propagado la niebla por todo el noreste y centro de China, reduciendo la visibilidad a menos de 100 metros y dificultando el transporte aéreo y por carretera. Según informa la agencia estatal de noticias Xinhua, el aeropuerto de Qingdao, en la provincia costera de Shandong, se ha visto obligado a cerrar sus pistas y en el de Pekín se han cancelado 14 vuelos nacionales.
La capa gris se mantendrá si no hay viento
Lo peor de todo es que la situación no tiene visos de mejorar porque, como no sopla el viento, es probable que la capa gris de contaminación continúe sobre Pekín durante los próximos días. Para colmo, este repunte de la contaminación ha coincidido con las jornadas previas al Año Nuevo chino, en el que cientos de millones de emigrantes rurales que trabajan en las grandes ciudades de la costa regresan a sus hogares, en las atrasadas provincias agrícolas del interior, para reunirse con sus familiares.
De continuar la niebla hasta el 10 de febrero, día en que comienza el año de la serpiente, los ya de por sí congestionados medios de transporte chinos pueden convertirse en un auténtico caos, como ocurrió durante las copiosas nevadas de 2008 que dejaron a millones de emigrantes rurales atrapados en las estaciones y sin poder regresar a sus hogares.
Tras más de tres décadas de un extraordinario progreso que se ha logrado totalmente de espaldas al medioambiente, China está pagando ya las facturas de su insostenible crecimiento económico.
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