Demografía

Las Hurdes, o el apego a la tierra

Las Hurdes no se vaciaron al mismo tiempo que otras zonas rurales, en parte debido al apego a la tierra de sus habitantes. A mediados del siglo XX su población estaba en diez mil personas. Fue partir de los 70 cuando se produjo el gran éxodo

Regreso a los orígenes Ana y Josué, frente a la alquería del Castillo, salieron de Las Hurdes en busca de un futuro, pero han decidido volver y apostar por sus orígenes Toni Galán

Para empezar, y para entender mejor hasta dónde llegó el estigma, sirva esta cruda descripción: «Los enanos y los cretinos son numerosos. Al encontrarse con nosotros, o bien huían o nos atacaban a pedradas.» Si algo así lo hubiera escrito Roald Dahl, sus herederos y editores ya le habrían pasado el aspirador para no perder el mercado de los lectores melindrosos. Como es parte del texto que lee el narrador del documental ‘Tierra sin pan’, que filmó allá por 1933 en Las Hurdes el cineasta Luis Buñuel, aún suena en las copias que circulan del filme, en la voz poderosa de Paco Rabal. Las secuencias que ilustra este discurso, en las que se ve a personas con deficiente desarrollo psíquico y físico —tan del gusto del tremendismo buñuelesco—, también serían hoy consideradas, y no sin razón, indelicadas y aun inhumanas.

DEMOGRAFÍA

En el año 2050 la población mundial habrá alcanzado los 9.900 millones de personas, casi 2.000 millones más que en la actualidad. Hoy el número de habitantes en el mundo es siete veces mayor que en el siglo XIX

Densidad de población mundial

Habitantes por km2

0-50

100-1.000

10.000-30.000

50-100

1.000-10.000

Rusia

Canadá

Polonia

EE.UU.

1. Mónaco

26.150 hab/Km²

Turquía

China

India

Bangladesh

Cuba

México

Nigeria

Etiopía

Guatemala

Sierra Leona

El Salvador

Ecuador

Ghana

Brasil

2. Singapur

8.291 hab/Km²

3. Bahréin

2.159 hab/Km²

Evolución de la población mayor de 80 años

en el mundo

Millones de

habitantes

Año 2100

10.335

En 2018, por primera vez en la historia, las personas de 65 años o más superaron en número a los niños menores de cinco años en todo el mundo.

10.000

Año 2056

9.926

En millones

Menores de 5 años

9.000

2.456

2.500

Mayores de 80

Año 2022

8.000

Mayores de 60

2.000

8.000

1.500

7.000

881

1.000

Año 2000

6.140

690

6.000

500

623

Año 1987

5.050

0

5.000

1950

60

70

80

90

2000

10

20

30

40

50

60

70

80

90

2100

Año 1974

4.000

4.000

3.000

Año 1927

2.000

Evolución de la población mundial

de 10.000 a.C. al año 2.100

2.000

En millones de habitantes

1.000

Año 1700

603,1

44,82

188,24

11,46

2,43

0

10.000 a.C.

8.000 a.C.

4.000 a.C.

6.000 a.C.

2.000 a.C.

1 d.C.

1.000

2.000

Densidad de población

en España

Provincias que han ganado y perdido

población 1975-2021

Datos en habitantes / km²

Datos en habitantes / km²

Han perdido

Más de 30%

Entre 30 y 15%

Menos de 10%

Entre 15 y 0%

Entre 10 y 50%

Entre 50 y 93%

Han ganado

Entre 93 y 200%

Entre 0 y 15%

Entre 200 y 500%

Entre 15 y 30%

Más de 500%

Más de 30%

FUENTES: INE, ONU y EPdata

INFOGRAFÍA: PEDRO JIMÉNEZ, MODESTO CARRASCO Y MUFFINMAKER STUDIO

DEMOGRAFÍA

En el año 2050 la población mundial habrá alcanzado los 9.900 millones de personas, casi 2.000 millones más que en la actualidad. Hoy el número de habitantes en el mundo es siete veces mayor que en el siglo XIX

Densidad de población mundial

Habitantes por km2

0-50

50-100

100-1.000

1.000-10.000

10.000-30.000

Canadá

EE.UU.

México

Cuba

Guatemala

El Salvador

Ecuador

Brasil

1. Mónaco

26.150 hab/Km²

Polonia

Turquía

Nigeria

Etiopía

Sierra

Leona

Ghana

3. Bahréin

2.159 hab/Km²

Rusia

China

India

Bangladesh

2. Singapur

8.291 hab/Km²

Evolución de la población

mayor de 80 años en el mundo

En 2018, por primera vez en la historia, las personas de 65 años o más superaron en número a los niños menores de cinco años en todo el mundo.

Menores de 5 años

Mayores de 80

Mayores de 60

En

millones

2.456

2.500

2.000

1.500

1.000

881

690

623

500

0

00

20

60

1950

2100

Evolución

de la población mundial

de 10.000 a.C. al año 2.100

En millones de habitantes

Año 2100

10.335

Año 2056

9.926

Año 2022

8.000

Año 2000

6.140

Año 1987

5.050

Año 1974

4.000

Año 1927

2.000

Año 1700

603,1

2,43

44,82

10.000

a.C.

6.000

a.C.

1

d.C.

2.000

Densidad de población

en España

Datos en habitantes / km²

Menos de 10%

Entre 10 y 50%

Entre 50 y 93%

Entre 93 y 200%

Entre 200 y 500%

Más de 500%

Provincias

que han ganado y perdido

población 1975-2021

Datos en habitantes / km²

Han perdido

Más de 30%

Entre 30 y 15%

Entre 15 y 0%

Han ganado

Entre 0 y 15%

Entre 15 y 30%

Más de 30%

FUENTES

INE, ONU y EPdata

INFOGRAFÍA

PEDRO JIMÉNEZ, MODESTO CARRASCO

Y MUFFINMAKER STUDIO

La imagen del atraso y la miseria de Las Hurdes de hace noventa años que daba ese documental, y que pretendía ser una denuncia de la injusticia secular de la que sus habitantes eran víctimas, tuvo el efecto colateral de presentar a los hurdanos como una especie de pueblo semisalvaje y sin esperanza. Y si bien señalaba alguna de las claves del problema —además de la injusticia, la abrupta orografía de su territorio —, pasaba por alto un detalle que nos señala el catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Extremadura, José Luis Gurría: a principios del siglo XX, Las Hurdes vivieron una explosión demográfica que poco menos que duplicó su población, desde los cuatro o cinco mil habitantes de 1900 hasta los más de ocho mil que encontró Buñuel. Ello provocó una presión enorme sobre la economía de subsistencia de la comarca, con el consiguiente aumento de la desnutrición, las enfermedades y la mortalidad infantil.

A principios del siglo XX, Las Hurdes vivieron una explosión demográfica

Hablamos con Gurría en Pinofranqueado, el municipio más populoso de los seis que componen Las Hurdes, con un millar de habitantes, de los 4.500 que la habitan hoy. Nos encontramos en un centro dedicado a explicar al visitante las dos grandes fiestas del calendario hurdano, la Enramá y el Entrueju. Es el primero un ritual de emparejamiento, basado según la tradición en el sorteo a cargo de los varones de las mozas casaderas, si bien en los últimos años las mujeres han reclamado y obtenido voz y voto en la fiesta. El Entrueju es una versión del carnaval, con gran riqueza de personajes e indumentarias, que se exponen en el centro donde nos ilustran acerca de la población de esta comarca, una más de la llamada España vacía o vaciada.

Según nos aclara el profesor, Las Hurdes no se vaciaron al mismo tiempo que otras zonas rurales, en los años 40 y 50 del pasado siglo, durante los que debido al apego del hurdano a su tierra, explica, su población se mantuvo, hasta llegar al máximo de diez mil personas en los 60. Fue a partir de los 70 cuando se produjo el éxodo: afectó sobre todo a los jóvenes y provocó que la pirámide de población, antaño ancha en su base, vaya, como en tantos otros lugares de España, camino de invertirse del todo. Y con un factor añadido: quienes más emigran, sobre todo en las últimas décadas, son las mujeres. ¿El motivo? Por lo general son mejores estudiantes, y las que salen para ir a la universidad a menudo no vuelven. De ahí que las que se quedan tengan hoy esa influencia que les permite reescribir rancias tradiciones.

Regreso a casa.

Y no sólo eso. Un buen ejemplo es Ana, una empresaria que dirige una fábrica de embutidos en Caminomorisco, otro de los municipios hurdanos. Tras estudiar en el instituto de enseñanza secundaria sito en esa misma localidad, se fue a Salamanca, donde estudió Derecho, Económicas y Empresariales. Allí estuvo durante dieciséis años trabajando para una entidad financiera, hasta que decidió regresar para encargarse del negocio familiar, tras la jubilación de su padre, Valentín. Este nos reconoce que en los últimos años ya se veía «morao» para gestionarlo. Ana lo ha convertido en dos sociedades mercantiles, una que explota la cabaña de cerdo ibérico de 2.000 cabezas que tiene al otro lado de la sierra de Francia, en Tamames (Salamanca) y otra que es la titular de la fábrica, en Caminomorisco. Nos dice el fundador que la hija ha aumentado un 40% la cifra de negocio y, lo que es más importante, lo vende todo. La clave, seguir el consejo que le dio en la elaboración del producto, embutido ibérico de primera calidad: mantener las técnicas artesanales y usar ingredientes genuinos, sin mezclas para abaratar ni atajos industriales.

Quienes más emigran, sobre todo en las últimas décadas, son las mujeres

En el último ejercicio, las dos compañías han sumado una facturación de millón y medio de euros, generando 25.000 de beneficio más los sueldos de Ana y las otras cuatro personas que trabajan con ella en la fábrica. Un buen ejemplo de cómo una emprendedora profesional y capacitada, y con apego a su tierra, puede hacer funcionar un negocio en Las Hurdes, no sin alguna dificultad —como por ejemplo la conexión a Internet, que en Caminomorisco es aún mejorable— pero sin grave desventaja. Para llevar a su hija al conservatorio tiene que ir hasta Plasencia —una hora de ida y otra de vuelta—, pero por lo demás Ana dice que gana en calidad de vida y tiene las mismas oportunidades que tendría si viviera en Cáceres. “Lo que nos falta es gente”.

El cuadro nos lo completa José Luis Azabal, el dinámico e infatigable alcalde de Pinofranqueado. Bombero de profesión, es un extraordinario vendedor de su pueblo y su comarca. Al oír que Ana menciona los problemas que tiene con la conexión, se apresura a aclarar que el problema sólo es de Caminomorisco, donde la concesión para instalar la fibra óptica se la dieron a una empresa que luego suspendió pagos. “En los demás pueblos sí la hay, y en el mío en todas las alquerías”. Así se denomina en Las Hurdes a las 45 pedanías, algunas muy aisladas y de sólo media docena de habitantes, con las que cuenta la comarca.

Teletrabajo.

De hecho, eso ha permitido que algunos profesionales, por ejemplo ingenieros, se hayan trasladado allí a teletrabajar. No son muchos, pero pueden realizar su actividad perfectamente. Subraya el alcalde que no les faltan niños: trescientos en su pueblo, frente al centenar corto que tiene La Alberca, el primer municipio salmantino al otro lado de la sierra, y que Buñuel presentaba en 1933 como el centro de poder del que las aldeas hurdanas eran tributarias. En Pinofranqueado hay 180 niños en el colegio de primaria, y el instituto de Caminomorisco, que da servicio a la comarca, pasa de trescientos alumnos. Hay médico las 24 horas —en Pinofranqueado y Nuñomoral— y tres puestos de la Guardia Civil. La plantilla de la Benemérita anda algo justa y a veces tienen que juntar agentes de dos puestos para poder formar una patrulla, pero también sucede en otros lugares.

La economía de Las Hurdes del siglo XXI se asienta en tres pilares: la apicultura, la agricultura y el turismo. Este último se basa en una red de casas rurales que sacan partido de la belleza natural de la comarca. En verano la población se duplica, y en alquerías donde en invierno apenas vive un puñado de personas pasan a alojarse centenares, nos dice el alcalde. La mayoría son oriundos de Las Hurdes que regresan a su tierra, pero no faltan quienes no tienen ningún vínculo previo y entre estos los hay que incluso se han construido una casa allí. En la ruta hacia Pinofranqueado vemos alguna, nada modesta. Los forasteros no dejan de causar alguna alteración en las costumbres locales: de la docena de bares que había en el pueblo, sólo queda la mitad. Antes abrían toda la noche, ahora deben cerrar antes porque así lo reclaman los que vienen de la ciudad buscando descanso.

La agricultura de Las Hurdes siempre fue precaria: la poca tierra utilizable limita mucho los cultivos, y es el cerezo su baza principal. El castaño ha retrocedido, y por eso Pinofranqueado impulsa su recuperación con una explotación municipal que atenderán los vecinos acogidos al PER, 85 en el municipio. Anota Azabal que el PER también ha contribuido a fijar población. Así se lo dicen los alcaldes de la limítrofe Salamanca, que no tienen ese recurso y han visto cómo sus pueblos se vaciaban del todo. En Pinofranqueado, en cambio, hay incluso inmigración: 128 habitantes venidos de fuera de España, sobre todo rumanos, que trabajan en el campo, la construcción y la hostelería.

Las Hurdes de hoy son poco menos que opuestas a las que retrató Buñuel hace ya casi un siglo

En cuanto a la apicultura, la conocemos de primera mano gracias a Josué y Noemí, dos jóvenes hurdanos que se dedican a esta actividad. Josué emigró a Madrid, pero no se adaptó a la gran ciudad y prefirió volver. Noemí, aunque estudió Educación Infantil, al final decidió ganarse la vida con las abejas, uno de los recursos ancestrales de la comarca, gracias a la abundancia de jara y brezo, de cuya floración se nutren los enjambres.

Sólo una parte de sus colmenas —él explota 900, ella 600— está en Las Hurdes: el resto lo tienen ahora repartido por toda la provincia, incluida la capital —donde las abejas se dan bien, gracias a la isla de calor que la ciudad provoca—, y a lo largo del año se mueven más lejos aún, porque la apicultura es una actividad trashumante. Su centro de trabajo lo tienen sin embargo en su lugar de origen, donde está la nave en la que preparan las colmenas y procesan el producto. La ventaja que le ve Josué a la apicultura es que a pesar del esfuerzo que les exige —algunos días, nos dice Noemí, salen a las cinco de la mañana y no vuelven hasta las once de la noche, después de hacer muchos kilómetros para atender sus colmenas— vive como él quiere y es libre, lo que le da una calidad de vida que no tenía en Madrid. Sólo en Pinofranqueado hay 135 apicultores, trescientos en el conjunto de la comarca. A veces se lleva uno un picotazo, como prueba en su carne quien esto escribe, pero dice Noemí que con el tiempo casi dejas de sentirlos y escuecen cada vez menos.

La sensación que se lleva el visitante, que al caer la tarde cruza sin tropezarse con un solo coche el puerto de las Batuecas y la sierra de Francia, camino de Salamanca, es que Las Hurdes de hoy son poco menos que opuestas a las que retrató Buñuel hace ya casi un siglo. Esta gente joven y combativa, por cuyas venas corre la sangre de aquellos hurdanos pobres y dejados de la mano de Dios, le da a su tierra una vitalidad que se echa en falta en los pueblos salmantinos, por ejemplo el de sus propios abuelos, por el que este cronista pasa al anochecer y que se ve, como siempre que va, desierto y silencioso. Que nuestro medio rural viva o muera depende, en buena medida, de las ganas de luchar por él de quienes allí nacieron, y aunque ese entusiasmo —el de Ana, Josué, Noemí y José Luis— sea lo fundamental, no está de más crear las condiciones para que puedan intentarlo.

Julia Trillo Ganadera

«Estudió educación social en Lérida, estuvo de Erasmus en Chile y de voluntaria en Brasil, pero desde hace cuatro años es ganadera en Torres del Obispo (Huesca)»