Para empezar, y para entender mejor hasta dónde llegó el estigma, sirva esta cruda descripción: «Los enanos y los cretinos son numerosos. Al encontrarse con nosotros, o bien huían o nos atacaban a pedradas.» Si algo así lo hubiera escrito Roald Dahl, sus herederos y editores ya le habrían pasado el aspirador para no perder el mercado de los lectores melindrosos. Como es parte del texto que lee el narrador del documental ‘Tierra sin pan’, que filmó allá por 1933 en Las Hurdes el cineasta Luis Buñuel, aún suena en las copias que circulan del filme, en la voz poderosa de Paco Rabal. Las secuencias que ilustra este discurso, en las que se ve a personas con deficiente desarrollo psíquico y físico —tan del gusto del tremendismo buñuelesco—, también serían hoy consideradas, y no sin razón, indelicadas y aun inhumanas.

DEMOGRAFÍA
En el año 2050 la población mundial habrá alcanzado los 9.900 millones de personas, casi 2.000 millones más que en la actualidad. Hoy el número de habitantes en el mundo es siete veces mayor que en el siglo XIX
Densidad de población mundial
Habitantes por km2
0-50
100-1.000
10.000-30.000
50-100
1.000-10.000
Rusia
Canadá
Polonia
EE.UU.
1. Mónaco
26.150 hab/Km²
Turquía
China
India
Bangladesh
Cuba
México
Nigeria
Etiopía
Guatemala
Sierra Leona
El Salvador
Ecuador
Ghana
Brasil
2. Singapur
8.291 hab/Km²
3. Bahréin
2.159 hab/Km²
Evolución de la población mayor de 80 años
en el mundo
Millones de
habitantes
Año 2100
10.335
En 2018, por primera vez en la historia, las personas de 65 años o más superaron en número a los niños menores de cinco años en todo el mundo.
10.000
Año 2056
9.926
En millones
Menores de 5 años
9.000
2.456
2.500
Mayores de 80
Año 2022
8.000
Mayores de 60
2.000
8.000
1.500
7.000
881
1.000
Año 2000
6.140
690
6.000
500
623
Año 1987
5.050
0
5.000
1950
60
70
80
90
2000
10
20
30
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2100
Año 1974
4.000
4.000
3.000
Año 1927
2.000
Evolución de la población mundial
de 10.000 a.C. al año 2.100
2.000
En millones de habitantes
1.000
Año 1700
603,1
44,82
188,24
11,46
2,43
0
10.000 a.C.
8.000 a.C.
4.000 a.C.
6.000 a.C.
2.000 a.C.
1 d.C.
1.000
2.000
Densidad de población
en España
Provincias que han ganado y perdido
población 1975-2021
Datos en habitantes / km²
Datos en habitantes / km²
Han perdido
Más de 30%
Entre 30 y 15%
Menos de 10%
Entre 15 y 0%
Entre 10 y 50%
Entre 50 y 93%
Han ganado
Entre 93 y 200%
Entre 0 y 15%
Entre 200 y 500%
Entre 15 y 30%
Más de 500%
Más de 30%
FUENTES: INE, ONU y EPdata
INFOGRAFÍA: PEDRO JIMÉNEZ, MODESTO CARRASCO Y MUFFINMAKER STUDIO

DEMOGRAFÍA
En el año 2050 la población mundial habrá alcanzado los 9.900 millones de personas, casi 2.000 millones más que en la actualidad. Hoy el número de habitantes en el mundo es siete veces mayor que en el siglo XIX
Densidad de población mundial
Habitantes por km2
0-50
50-100
100-1.000
1.000-10.000
10.000-30.000
Canadá
EE.UU.
México
Cuba
Guatemala
El Salvador
Ecuador
Brasil
1. Mónaco
26.150 hab/Km²
Polonia
Turquía
Nigeria
Etiopía
Sierra
Leona
Ghana
3. Bahréin
2.159 hab/Km²
Rusia
China
India
Bangladesh
2. Singapur
8.291 hab/Km²
Evolución de la población
mayor de 80 años en el mundo
En 2018, por primera vez en la historia, las personas de 65 años o más superaron en número a los niños menores de cinco años en todo el mundo.
Menores de 5 años
Mayores de 80
Mayores de 60
En
millones
2.456
2.500
2.000
1.500
1.000
881
690
623
500
0
00
20
60
1950
2100
Evolución
de la población mundial
de 10.000 a.C. al año 2.100
En millones de habitantes
Año 2100
10.335
Año 2056
9.926
Año 2022
8.000
Año 2000
6.140
Año 1987
5.050
Año 1974
4.000
Año 1927
2.000
Año 1700
603,1
2,43
44,82
10.000
a.C.
6.000
a.C.
1
d.C.
2.000
Densidad de población
en España
Datos en habitantes / km²
Menos de 10%
Entre 10 y 50%
Entre 50 y 93%
Entre 93 y 200%
Entre 200 y 500%
Más de 500%
Provincias
que han ganado y perdido
población 1975-2021
Datos en habitantes / km²
Han perdido
Más de 30%
Entre 30 y 15%
Entre 15 y 0%
Han ganado
Entre 0 y 15%
Entre 15 y 30%
Más de 30%
FUENTES
INE, ONU y EPdata
INFOGRAFÍA
PEDRO JIMÉNEZ, MODESTO CARRASCO
Y MUFFINMAKER STUDIO
La imagen del atraso y la miseria de Las Hurdes de hace noventa años que daba ese documental, y que pretendía ser una denuncia de la injusticia secular de la que sus habitantes eran víctimas, tuvo el efecto colateral de presentar a los hurdanos como una especie de pueblo semisalvaje y sin esperanza. Y si bien señalaba alguna de las claves del problema —además de la injusticia, la abrupta orografía de su territorio —, pasaba por alto un detalle que nos señala el catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Extremadura, José Luis Gurría: a principios del siglo XX, Las Hurdes vivieron una explosión demográfica que poco menos que duplicó su población, desde los cuatro o cinco mil habitantes de 1900 hasta los más de ocho mil que encontró Buñuel. Ello provocó una presión enorme sobre la economía de subsistencia de la comarca, con el consiguiente aumento de la desnutrición, las enfermedades y la mortalidad infantil.
A principios del siglo XX, Las Hurdes vivieron una explosión demográfica
Hablamos con Gurría en Pinofranqueado, el municipio más populoso de los seis que componen Las Hurdes, con un millar de habitantes, de los 4.500 que la habitan hoy. Nos encontramos en un centro dedicado a explicar al visitante las dos grandes fiestas del calendario hurdano, la Enramá y el Entrueju. Es el primero un ritual de emparejamiento, basado según la tradición en el sorteo a cargo de los varones de las mozas casaderas, si bien en los últimos años las mujeres han reclamado y obtenido voz y voto en la fiesta. El Entrueju es una versión del carnaval, con gran riqueza de personajes e indumentarias, que se exponen en el centro donde nos ilustran acerca de la población de esta comarca, una más de la llamada España vacía o vaciada.
Según nos aclara el profesor, Las Hurdes no se vaciaron al mismo tiempo que otras zonas rurales, en los años 40 y 50 del pasado siglo, durante los que debido al apego del hurdano a su tierra, explica, su población se mantuvo, hasta llegar al máximo de diez mil personas en los 60. Fue a partir de los 70 cuando se produjo el éxodo: afectó sobre todo a los jóvenes y provocó que la pirámide de población, antaño ancha en su base, vaya, como en tantos otros lugares de España, camino de invertirse del todo. Y con un factor añadido: quienes más emigran, sobre todo en las últimas décadas, son las mujeres. ¿El motivo? Por lo general son mejores estudiantes, y las que salen para ir a la universidad a menudo no vuelven. De ahí que las que se quedan tengan hoy esa influencia que les permite reescribir rancias tradiciones.
Regreso a casa.
Y no sólo eso. Un buen ejemplo es Ana, una empresaria que dirige una fábrica de embutidos en Caminomorisco, otro de los municipios hurdanos. Tras estudiar en el instituto de enseñanza secundaria sito en esa misma localidad, se fue a Salamanca, donde estudió Derecho, Económicas y Empresariales. Allí estuvo durante dieciséis años trabajando para una entidad financiera, hasta que decidió regresar para encargarse del negocio familiar, tras la jubilación de su padre, Valentín. Este nos reconoce que en los últimos años ya se veía «morao» para gestionarlo. Ana lo ha convertido en dos sociedades mercantiles, una que explota la cabaña de cerdo ibérico de 2.000 cabezas que tiene al otro lado de la sierra de Francia, en Tamames (Salamanca) y otra que es la titular de la fábrica, en Caminomorisco. Nos dice el fundador que la hija ha aumentado un 40% la cifra de negocio y, lo que es más importante, lo vende todo. La clave, seguir el consejo que le dio en la elaboración del producto, embutido ibérico de primera calidad: mantener las técnicas artesanales y usar ingredientes genuinos, sin mezclas para abaratar ni atajos industriales.
Quienes más emigran, sobre todo en las últimas décadas, son las mujeres
En el último ejercicio, las dos compañías han sumado una facturación de millón y medio de euros, generando 25.000 de beneficio más los sueldos de Ana y las otras cuatro personas que trabajan con ella en la fábrica. Un buen ejemplo de cómo una emprendedora profesional y capacitada, y con apego a su tierra, puede hacer funcionar un negocio en Las Hurdes, no sin alguna dificultad —como por ejemplo la conexión a Internet, que en Caminomorisco es aún mejorable— pero sin grave desventaja. Para llevar a su hija al conservatorio tiene que ir hasta Plasencia —una hora de ida y otra de vuelta—, pero por lo demás Ana dice que gana en calidad de vida y tiene las mismas oportunidades que tendría si viviera en Cáceres. “Lo que nos falta es gente”.
El cuadro nos lo completa José Luis Azabal, el dinámico e infatigable alcalde de Pinofranqueado. Bombero de profesión, es un extraordinario vendedor de su pueblo y su comarca. Al oír que Ana menciona los problemas que tiene con la conexión, se apresura a aclarar que el problema sólo es de Caminomorisco, donde la concesión para instalar la fibra óptica se la dieron a una empresa que luego suspendió pagos. “En los demás pueblos sí la hay, y en el mío en todas las alquerías”. Así se denomina en Las Hurdes a las 45 pedanías, algunas muy aisladas y de sólo media docena de habitantes, con las que cuenta la comarca.
Teletrabajo.
De hecho, eso ha permitido que algunos profesionales, por ejemplo ingenieros, se hayan trasladado allí a teletrabajar. No son muchos, pero pueden realizar su actividad perfectamente. Subraya el alcalde que no les faltan niños: trescientos en su pueblo, frente al centenar corto que tiene La Alberca, el primer municipio salmantino al otro lado de la sierra, y que Buñuel presentaba en 1933 como el centro de poder del que las aldeas hurdanas eran tributarias. En Pinofranqueado hay 180 niños en el colegio de primaria, y el instituto de Caminomorisco, que da servicio a la comarca, pasa de trescientos alumnos. Hay médico las 24 horas —en Pinofranqueado y Nuñomoral— y tres puestos de la Guardia Civil. La plantilla de la Benemérita anda algo justa y a veces tienen que juntar agentes de dos puestos para poder formar una patrulla, pero también sucede en otros lugares.
La economía de Las Hurdes del siglo XXI se asienta en tres pilares: la apicultura, la agricultura y el turismo. Este último se basa en una red de casas rurales que sacan partido de la belleza natural de la comarca. En verano la población se duplica, y en alquerías donde en invierno apenas vive un puñado de personas pasan a alojarse centenares, nos dice el alcalde. La mayoría son oriundos de Las Hurdes que regresan a su tierra, pero no faltan quienes no tienen ningún vínculo previo y entre estos los hay que incluso se han construido una casa allí. En la ruta hacia Pinofranqueado vemos alguna, nada modesta. Los forasteros no dejan de causar alguna alteración en las costumbres locales: de la docena de bares que había en el pueblo, sólo queda la mitad. Antes abrían toda la noche, ahora deben cerrar antes porque así lo reclaman los que vienen de la ciudad buscando descanso.
La agricultura de Las Hurdes siempre fue precaria: la poca tierra utilizable limita mucho los cultivos, y es el cerezo su baza principal. El castaño ha retrocedido, y por eso Pinofranqueado impulsa su recuperación con una explotación municipal que atenderán los vecinos acogidos al PER, 85 en el municipio. Anota Azabal que el PER también ha contribuido a fijar población. Así se lo dicen los alcaldes de la limítrofe Salamanca, que no tienen ese recurso y han visto cómo sus pueblos se vaciaban del todo. En Pinofranqueado, en cambio, hay incluso inmigración: 128 habitantes venidos de fuera de España, sobre todo rumanos, que trabajan en el campo, la construcción y la hostelería.
Las Hurdes de hoy son poco menos que opuestas a las que retrató Buñuel hace ya casi un siglo
En cuanto a la apicultura, la conocemos de primera mano gracias a Josué y Noemí, dos jóvenes hurdanos que se dedican a esta actividad. Josué emigró a Madrid, pero no se adaptó a la gran ciudad y prefirió volver. Noemí, aunque estudió Educación Infantil, al final decidió ganarse la vida con las abejas, uno de los recursos ancestrales de la comarca, gracias a la abundancia de jara y brezo, de cuya floración se nutren los enjambres.
Sólo una parte de sus colmenas —él explota 900, ella 600— está en Las Hurdes: el resto lo tienen ahora repartido por toda la provincia, incluida la capital —donde las abejas se dan bien, gracias a la isla de calor que la ciudad provoca—, y a lo largo del año se mueven más lejos aún, porque la apicultura es una actividad trashumante. Su centro de trabajo lo tienen sin embargo en su lugar de origen, donde está la nave en la que preparan las colmenas y procesan el producto. La ventaja que le ve Josué a la apicultura es que a pesar del esfuerzo que les exige —algunos días, nos dice Noemí, salen a las cinco de la mañana y no vuelven hasta las once de la noche, después de hacer muchos kilómetros para atender sus colmenas— vive como él quiere y es libre, lo que le da una calidad de vida que no tenía en Madrid. Sólo en Pinofranqueado hay 135 apicultores, trescientos en el conjunto de la comarca. A veces se lleva uno un picotazo, como prueba en su carne quien esto escribe, pero dice Noemí que con el tiempo casi dejas de sentirlos y escuecen cada vez menos.
La sensación que se lleva el visitante, que al caer la tarde cruza sin tropezarse con un solo coche el puerto de las Batuecas y la sierra de Francia, camino de Salamanca, es que Las Hurdes de hoy son poco menos que opuestas a las que retrató Buñuel hace ya casi un siglo. Esta gente joven y combativa, por cuyas venas corre la sangre de aquellos hurdanos pobres y dejados de la mano de Dios, le da a su tierra una vitalidad que se echa en falta en los pueblos salmantinos, por ejemplo el de sus propios abuelos, por el que este cronista pasa al anochecer y que se ve, como siempre que va, desierto y silencioso. Que nuestro medio rural viva o muera depende, en buena medida, de las ganas de luchar por él de quienes allí nacieron, y aunque ese entusiasmo —el de Ana, Josué, Noemí y José Luis— sea lo fundamental, no está de más crear las condiciones para que puedan intentarlo.
«Me gustaría que hubiera más jóvenes como yo, que se quedaran en las aldeas para que pudiera haber relevo generacional y mantener de esta forma la vida»

«Reclama que las administraciones les echen una mano facilitando la burocracia a la hora de solicitar ayudas»

«Estudió educación social en Lérida, estuvo de Erasmus en Chile y de voluntaria en Brasil, pero desde hace cuatro años es ganadera en Torres del Obispo (Huesca)»

«En las noches despejadas las estrellas son un espectáculo y eso, nunca lo van a tener en las grandes ciudades»
