Torrejón de Ardoz, nueve de la mañana. Quienes trabajan en este complejo de más de diez edificios y pistas aeroespaciales forman parte de una curia de expedicionarios y rastreadores. Buscan la vida que surge en sus extremos: desde los ambientes más ácidos y alcalinos hasta una diminuta costra de sal. Desde 1999, más de 150 investigadores del Centro de Astrobiología (CAB), que pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), estudian las condiciones en las que puede desarrollarse un organismo vivo en otros lugares del universo. La búsqueda de estas huellas fuera del planeta está sujeta a todo tipo de incertidumbres: desde las condiciones de las estrellas con respecto a los sistemas planetarios, su proximidad al centro galáctico, su tamaño o, incluso, la radiación energética que mana de sus territorios. Más de un centenar de científicos se dedica a la Astrobiología, una disciplina que desde hace treinta años retoma las viejas preguntas sobre el origen, la evolución, la distribución y futuro de la vida en el Universo. Del Big Bang al presente. En este campo convergen la astrofísica, la geología, la química, la biología, la ecología y la ingeniería. El CAB, “centro puntero dedicado a estudios aeroespaciales” según sus directivos, funciona a once kilómetros de Madrid y está vinculado a la NASA. Es joven en todos los sentidos, sobre todo por la edad de algunos de sus investigadores. “La juventud es indispensable en cualquier laboratorio de investigación. Aporta mucho, sobre todo las ganas, la ilusión y la necesidad de abrir nuevas vías. Tener demasiado conocimiento de las cosas te hace prudente en exceso. Los jóvenes, en cambio, tienen esa chispa de osadía que perdemos con la edad”, explica Víctor Parro, director del Centro de Astrobiología (CSIC- INTA).

REGRESO DEL HOMBRE A LA LUNA...
La NASA utilizará las naves Starship y Orión para llevar dos astronautas a la superficie lunar después de más de 50 años
La clave para llegar:
cargar de combustible en el espacio
Una nave cisterna carga de combustible la Starship
Una vez en la órbita de la Luna los astronautas se trasladan a la Starship
La nave Starship (sin tripulación) se pone en órbita terrestre
Se dirige hacia la Luna y se pone en órbita
3
4
1
2
5
La nave desciende sobre la superficie lunar
4
La cápsula Orión con los astronautas a bordo despega de la Tierra en dirección a la Luna
La Tierra
La Luna
6
Una vez finalizada la misión en la superficie lunar, los astronautas despegan en la Starship y realizan el transbordo a la nave Orión. Salen de la órbita y regresan a la Tierra
...Y LA CONQUISTA DE MARTE
Starship de Spacex de Elon Musk es la primera nave espacial diseñada para trasladar gran cantidad de carga y pasajeros a otros cuerpos planetarios.
Cuando despegar
Las órbitas de Marte y de la Tierra para aprovechar las distancias y el combustible.
Solo cada 26 meses
...y llega a Marte en el afelio
(punto más cercano de Marte al Sol)
Marte
Órbita
de Marte
Órbita
de La Tierra
Sol
Órbita de
transferencia
Tierra
La nave despega de la Tierra en su perihelio (punto más alejado del Sol)
El cohete pone en órbita la nave y tras separarse regresa a la plataforma de lanzamiento
La misma nave Starship es el módulo de aterrizaje y habitad para los astronautas
Una vez cargada de combustible inicia el viaje a Marte
4
5
1
La nave cisterna despega, recarga de combustible la nave Starship en órbita terrestre y regresa a La Tierra
3
La Tierra
Marte
6
Tras recargar en Marte la nave regresa directamente a la Tierra
La nave Starship se mantiene en órbita
2
CÓMO ES LA NAVE QUE NOS LLEVARÁ
AL PLANETA ROJO
STARSHIP
En su versión transporte de tripulación la nave cuenta con
6 cubiertas:
Starship de Spacex de Elon Musk es la primera nave espacial diseñada para trasladar gran cantidad de carga y pasajeros a otros cuerpos planetarios.
Tanque
de Oxígeno Líquido
2a
ETAPA
C 6
Cubierta
de vuelo
C 5
Cubierta social
y comedor
Claraboyas
COHETE
SUPERHEAVY
C 4
Módulos
de descanso
de la
tripulación
El cuerpo del cohete es de acero inoxidable, más pesado que las aleaciones de aluminio de la mayoría de los cohetes, pero más barato y fácil de fabricar.
Sus dos aletas
delanteras
son orientables
C 3
Sala de
ejercicios,
duchas y
aseos
9 metros
de
diámetro
Claraboyas
1a
ETAPA
C 2
Bodegas y
almacenes
material
médico y
científico
El cohete propulsor, con 33 motores Raptor, tendrá más empuje que cualquier otro cohete en la historia de la humanidad
C 1
Compuerta
principal
para salidas
al exterior
Un ascensor
desciende
a los
astronautas
hasta la
superficie
de Marte
Tanque de combustible principal
La parte de sotavento de la nave es de acero inoxidable, refleja la mayor parte del calor
Escudo térmico de baldosas cerámicas hexagonales
El lado de barlovento recibe una mayor presión de las moléculas de aire
VIDA EN MARTE
El aire es principalmente dióxido de carbono (CO₂) y nitrógeno, por lo que es completamente irrespirable. Tendríamos que construir un lugar con clima controlado solo para vivir allí.
Temperatura exterior extrema:
Máxima: 20ºC, mínima: -125ºC, media: -55ºC
(en el Polo Sur de la tierra es de -11,6ºC)
SpaceX planea lanzar varios vuelos de carga de las infraestructuras críticas como invernaderos, paneles solares y una instalación de producción de combustible para regresar a la Tierra.
Puede aterrizar y despegar de forma vertical en cualquier lugar del sistema solar, incluida la Tierra, la Luna y Marte.
6 patas de aterrizaje
La gravedad es el 38% de la de la Tierra
Un día marciano dura 24 horas y 37 minutos y la delgada atmósfera de Marte no puede retener el calor tan bien como lo hace la Tierra.
En Marte, el agua, el dióxido de carbono y la electricidad se pueden usar para producir combustible de metano.
FUENTE: Science, SpaceX, Nasa
INFOGRAFÍA: PEDRO JIMÉNEZ, MODESTO CARRASCO Y MUFFINMAKER STUDIO

REGRESO DEL HOMBRE A LA LUNA...
La NASA utilizará las naves Starship y Orión para llevar dos astronautas a la superficie lunar después de más de 50 años
La clave para llegar:
cargar de combustible en el espacio
La Tierra
1
4
La nave Starship (sin tripulación) se pone en órbita terrestre
La cápsula Orión con los astronautas a bordo despega de la Tierra en dirección a la Luna
2
Una nave cisterna
carga de combustible la Starship
3
Se dirige hacia la Luna y se pone en órbita
La nave desciende sobre la superficie lunar
5
6
4
Una vez finalizada la misión los astronautas despegan en la Starship y pasan a bordo de la Orión. Salen de la órbita y regresan a la Tierra
Una vez en la órbita de la Luna los astronautas se trasladan a la Starship
La Luna
...Y LA CONQUISTA
DE MARTE
Starship de Spacex de Elon Musk es la primera nave espacial diseñada para trasladar gran cantidad de carga y pasajeros a otros cuerpos planetarios.
Cuando despegar
Las órbitas de Marte y de la Tierra para aprovechar las distancias y el combustible.
Solo cada 26 meses
Órbita de La Tierra
Órbita de transferencia
Órbita de Marte
La nave despega de la Tierra en su perihelio (punto más alejado del Sol)
Tierra
Sol
Marte
...y llega a Marte en el afelio
(punto más cercano de Marte al Sol)
El cohete pone en órbita la nave y tras separarse regresa a la plataforma de lanzamiento
La Tierra
1
2
3
La nave cisterna despega, recarga de combustible la nave Starship en órbita terrestre
y regresa a
La Tierra
Una vez cargada de combustible inicia el viaje a Marte
La misma nave Starship es el módulo de aterrizaje y habitad para los astronautas
Tras recargar en Marte la nave regresa directamente a la Tierra
4
5
Marte
CÓMO ES LA NAVE QUE NOS LLEVARÁ
AL PLANETA ROJO
Starship
Starship de Spacex de Elon Musk es la primera nave espacial diseñada para trasladar gran cantidad de carga y pasajeros a otros cuerpos planetarios.
Zona
habitable
2a
ETAPA
1a
ETAPA
9 metros
de
diámetro
Cohete Superheavy
(propulsor)
El cuerpo del cohete es de acero inoxidable, más pesado que las aleaciones de aluminio de la mayoría de los cohetes, pero más barato y fácil de fabricar.
El cohete propulsor, con 33 motores Raptor, tendrá más empuje que cualquier otro cohete en la historia de la humanidad.
En su versión transporte de tripulación la nave cuenta con
6 cubiertas:
Compuerta principal
para salidas al exterior
C1
Bodegas y almacenes
material médico y científico
C2
Sala de ejercicios, duchas
y aseos
C3
Módulos de descanso
de la tripulación
C4
Cubierta social y comedor
C5
C6
Cubierta de vuelo
Aterrizaje
La parte de sotavento de la nave es de acero inoxidable, refleja la mayor parte del calor
El lado de barlovento recibe una mayor presión de las moléculas de aire
La nave esta protegida por un escudo térmico de baldosas cerámicas hexagonales
Puede aterrizar y despegar de forma vertical en cualquier lugar del sistema solar, incluida la Tierra, la Luna y Marte.
6 patas
de aterrizaje
VIDA EN MARTE
El aire es principalmente dióxido de carbono (CO₂) y nitrógeno, por lo que es completamente irrespirable. Tendríamos que construir un lugar con clima controlado solo para vivir allí.
Temperatura exterior extrema:
Máxima: 20ºC, mínima: -125ºC, media: -55ºC (en el Polo Sur de la tierra es de -11,6ºC)
SpaceX planea lanzar varios vuelos de carga de las infraestructuras críticas como invernaderos, paneles solares y una instalación de producción de combustible para regresar a la Tierra.
Un ascensor
desciende a los
astronautas
hasta la superficie
de Marte
En Marte, el agua, el dióxido de carbono y la electricidad se pueden usar para producir combustible de metano.
Un día marciano dura 24 horas y 37 minutos y la delgada atmósfera de Marte no puede retener el calor tan bien como lo hace la Tierra.
La gravedad es el 38% de la de la Tierra
FUENTE: Science, SpaceX, Nasa
INFOGRAFÍA: PEDRO JIMÉNEZ,
MODESTO CARRASCO
Y MUFFINMAKER STUDIO
“Nuestro Rovert”
Cuando Carolina Martín Rubio cumplió 16 años, ya había ocurrido el 15M y la primera misión aeroespacial con participación española había aterrizado en Marte con un todoterreno del programa Róver Curiosity de la NASA. Ocurrió en agosto de 2012. Desde entonces, este dispositivo de mil kilos estudia el cráter Gale, un lugar que aporta evidencias de haber albergado agua en el pasado. A aquella primera misión, conocida como REMS (Rover Environmental Monitoring Station), siguieron dos más: InSight, en 2018, y Twins, en 2021. Esta última es una estación que se compone de dos sensores de temperatura y viento. Gracias a su mástil, es posible calibrar las condiciones ambientales en la zona de aterrizaje. En los diez años que separan la vida de Carolina de los estudios sobre el espacio exterior, sucedieron algunos episodios. Ella decidió estudiar Física en la Universidad Complutense y España se abrió camino en la carrera aeroespacial. El interés por las galaxias no vino de su familia, o no del todo. Su madre, funcionaria, y su padre, técnico que mantiene a punto el reloj de la Puerta del Sol, nada tenían que ver con las ciencias fácticas. Con esos mimbres, Carolina Martín Rubio, la mayor de tres hermanos, ganó una beca el Centro Astrobiología y a partir de allí desarrolló su tesis doctoral, vinculada a la investigación de las atmósferas de Marte en el Departamento de Orientación Avanzada.
Desde que comenzó la carrera espacial, el ser humano ha descubierto “desde el velcro hasta la cremallera”
“Cuando era pequeña, me gustaba mirar las estrellas. ¡Todo venía de allí!”, explica mientras nos conduce a los laboratorios de su departamento. “En verano, en Salamanca, nos tumbábamos a observar el cielo. A partir de ahí comencé a estudiar las estrellas y aprender de memoria los nombres de las constelaciones. Me alucinaba su presencia, algo tan lejano que nos habla después de millones de años”, dice esta mujer dedicada a la medición y estudio de los ciclos de agua, polvo y aerosoles que hacen posible la vida y que los datos de un robot, en Marte, a 54 millones de kilómetros de distancia, le proporcionan día tras día. “Este es nuestro Rovert”, dice Carolina junto al modelo a escala del todoterreno que nutre a su departamento y a la NASA de toda la información relacionada sobre el cuarto planeta del sistema solar. “Una jornada de mi día a día es muy diferente de otra. Una parte puedo dedicarla a trabajar en mi tesis doctoral, pero también debo atender todo lo relativo a nuestro sensor en Marte. Hay algo curioso —dice —, porque trabajamos con los horarios de la NASA. Muchas veces nos conectamos a las doce de la noche y monitorizamos todo hasta las ocho de la mañana”. No todo es trabajo, claro. Entre un viaje interestelar y otro, a Carolina le da tiempo de jugar al fútbol.
Un halo irreal rodea su biografía y la de quienes trabajan con ella. ¿El futuro viene de lo que hacéis? ¿Qué aplicaciones tienen estos proyectos? “El conocimiento no se limita a una sola interrogante”, responde Carolina. “Ah, ¿no? ¿Cómo así?”. Desde que comenzó la carrera espacial, el ser humano ha descubierto “desde el velcro hasta la cremallera”, asegura. Si luchar contra la ingravidez dio lugar a estas invenciones, la búsqueda de vida propone asuntos bastante más complejos, pero no por ello abstractos. “Estudiar la presencia de vida en otros planetas, nos habla de cómo y de qué forma entender los mecanismos en los que funciona en la nuestra. El conocimiento es nuestra meta. Trabajamos para reducir el error”.
Túneles de viento
Gema Martínez Esteve tiene 24 años y trabaja en el Departamento de Instrumentación Avanzada del Centro Astrobiología, en Torrejón. Nació en Castalla, una ciudad a 37 kilómetros de Alicante. Durante más de una década estudió solfeo, pero una lesión muscular ocasionada por el peso de la trompa la alejó de la música y la condujo a la ingeniería aeroespacial. Nadie mentiría al momento de afirmar que Gema cambió un instrumento de viento por otro. Por eso cuando procesa sus datos y tablas escucha los conciertos que Mozart compuso hace más de tres siglos.
Como estudiante de doctorado e investigadora del CAB, Gema se dedica al diseño y mantenimiento de los vehículos de las estaciones meteorológicas de REMS (Rover Environmental Monitoring Station) y Media que van a bordo de los Rovers Curiosity, los dispositivos que permiten extraer información en la superficie de Marte. Acaso esa es la razón por la cual su sobrina menor cree que Gema viaja por el sistema solar vestida de astronauta. Razón no le falta, porque ella recrea ecosistemas para medir cómo pueden afectar las condiciones ambientales al todoterreno que sirve como captador de muestras.
“España necesita creer en la ciencia, invertir más recursos. Si queremos futuro tenemos que proyectarlo”
“Mi tesis doctoral está centrada en estudios aerodinámicos, para calibrar y corregir los instrumentos de medición de los robots en la misión de Marte en la que participa el Centro de Astrobiología. Mi trabajo consiste en realizar ensayos de calibración en un túnel de viento lineal que tenemos aquí —señala un cilindro de metal encofrado en una caja de vidrio—. Ahora voy a empezar a hacer operaciones también del instrumento Rems en el proyecto de Mars con la NASA”, dice con la maqueta de un mástil entre las manos.
Todos los días, Gema recoge los datos que proporcionan los sensores de presión, humedad, viento, temperatura y radiación ultravioleta. “El mayor hallazgo y reto tecnológico ha sido poder materializar un instrumento que está midiendo todas las condiciones meteorológicas que tenemos en Marte. Es un informe diario. ¿Puedes imaginarlo? Es impresionante tener un dispositivo que está en otro planeta y nos está dando información todos los días, a todas horas de los que pasa a millones de kilómetros de distancia”. Gema, como Carolina, trasnocha. “Trabajamos con el horario de California. Cuando hacemos operaciones con NASA, tenemos que adaptarnos al plan de sus operaciones”. A las dos el futuro les quita el sueño.
Navegar hacia el futuro
A la pregunta sobre si se marcharían a la NASA para continuar con sus investigaciones, Gema y Carolina niegan con un gesto. “El hallazgo más importante de este proyecto ha sido encontrar agua en Marte. En el futuro podemos encontrar restos de vida o incluso restos orgánicos que nos indiquen la presencia de vida en tanto en Marte como en otros planetas y quiero que eso ocurra desde la aportación española”, responde Carolina, decidida, con los pies bien plantados en Torrejón... y en Marte, claro.
¿Qué se necesita para avistar el futuro desde España? Ambas investigadoras lo tienen claro: recursos. Dicen ser privilegiadas. Muchos de quienes como ellas se dedican a la ciencia trabajan en condiciones más duras: poco dinero y muchas menos plazas para investigadores. “España necesita creer en la ciencia, invertir más recursos que permitan mejorar instalaciones. Eso sería lo ideal. Si queremos futuro, tenemos que proyectarlo”, contesta Gema, vestida con su jersey de rayas marineras. Hijas de Jasón y los argonautas, Carolina Martín y Gema Martínez reman hacia el hallazgo, navegan hacia el futuro.
«Si no está ahí, no sabemos explicar cómo se comportan los planetas y las galaxias, por lo que descubrirla sería un avance que cambiaría la física»

«Un teorema es verdad siempre -recuerda con una sonrisa-. Y los argumentos son elegantes, no dependen de la teoría de moda del momento, sino que lo son siempre»

«En verano, en Salamanca, nos tumbábamos a observar el cielo. A partir de ahí comencé a estudiar las estrellas y aprender de memoria los nombres de las constelaciones»

«Queremos comprender cómo se caen los edificios para mejorar su diseño»
