Ni secador ni microondas: un nutricionista sevillano explica cómo descongelar los alimentos

El proceso de descongelación de alimentos es crucial para mantener su valor nutricional y evitar problemas de salud. Aunque muchas personas recurren a métodos rápidos como el uso de secadores de pelo o agua caliente, estas técnicas pueden ser contraproducentes. Según Pablo Ojeda, un reconocido nutricionista sevillano que participó la semana pasada en el programa Más Vale Tarde de La Sexta, descongelar correctamente es clave para preservar las propiedades de los alimentos y garantizar una alimentación saludable.

Uno de los temas más discutidos en esta entrevista fue si los alimentos pierden vitaminas al ser almacenados en la nevera durante varios días. Cristina Pardo, presentadora del programa, le planteó la pregunta a Ojeda, quien respondió afirmativamente. Explicó que, con el paso del tiempo, las vitaminas y minerales de los alimentos tienden a degradarse, lo que reduce su valor nutricional. Sin embargo, el experto subrayó que congelar los alimentos ayuda a retener mejor sus propiedades, siempre y cuando el proceso de congelación y descongelación se realice adecuadamente.

Muchas personas, en su afán por descongelar alimentos rápidamente, recurren a prácticas como dejarlos bajo el grifo con agua caliente, utilizar un secador de pelo o incluso colocarlos cerca de una ventana al sol. Estas técnicas, aunque puedan parecer efectivas en términos de tiempo, son altamente desaconsejadas por los expertos en nutrición y seguridad alimentaria.

Pablo Ojeda fue claro al advertir sobre estos métodos poco recomendables. Dejar los alimentos expuestos a fuentes de calor externas puede fomentar el crecimiento de bacterias peligrosas, como la Salmonella o el Escherichia coli, ya que los alimentos pasan demasiado tiempo en la «zona de peligro», una franja de temperatura que va de los 5 a los 60 grados Celsius, donde las bacterias proliferan rápidamente. Además, exponer los alimentos a altas temperaturas en poco tiempo puede alterar su textura, sabor e, incluso, destruir algunos de sus nutrientes.

El nutricionista propuso una solución sencilla y efectiva para descongelar los alimentos de manera segura: planificar con antelación. Ojeda recomendó colocar los alimentos en un plato dentro de la nevera, preferiblemente en la balda más baja, la noche antes de su consumo. Este método permite que los alimentos se descongelen de manera gradual y uniforme, manteniéndolos a una temperatura segura durante todo el proceso. Aunque toma más tiempo, es la manera más eficaz para conservar tanto el valor nutricional como la textura original de los alimentos.

Además, Ojeda recordó que al cocinar alimentos congelados, especialmente las verduras, es importante utilizar poca agua. La cocción excesiva o en grandes cantidades de agua puede hacer que las vitaminas hidrosolubles, como la vitamina C y las del grupo B, se diluyan y se pierdan en el proceso. Para minimizar esta pérdida, aconseja reutilizar el caldo de cocción para otras preparaciones, como sopas o guisos, de manera que se recuperen los nutrientes que se liberan durante la cocción.