Reportaje
El hombre que 'enganchó' a Utrera al vídeo comunitario
Antonio García Díaz creó en la década de los años 70 del pasado siglo este revolucionario sistema audiovisual colectivo, que llegó a tener casi 4.000 abonados
![Antonio García Díaz, el creador del vídeo comunitario en Utrera, posa ante una de las calles de la localidad](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2022/08/03/antonio-garcia-diaz-RKZRYuWhAl7URgDmYBCiP2K-1240x768@abc.jpg)
Esos años en los que los ciudadanos tenían que recurrir a los videoclubs y a los vídeos comunitarios para poder disfrutar de contenidos audiovisuales han sido prácticamente desterrados a la prehistoria debido al increíble avance que ha protagonizado internet.
Pero realmente no ... están tan lejanos aquellos años en los que los vídeos comunitarios se convirtieron en una auténtica referencia en lugares como Utrera, gracias a ideas como la que puso en marcha Antonio García Díaz, el fundador de Electro Vídeo Utrera, una iniciativa que aún hoy es recordada con un tremendo cariño por parte de los utreranos.
La magia de las ondas y de la electricidad conquistó a Antonio desde que era muy joven, quien incluso llegó a fabricar televisores que se vendían a los hogares utreranos. «Creamos una marca, que se llama 'Inga' y muchos utreranos nos compraron televisores baratos que en numerosas ocasiones eran los primeros que entraron en esas casas», cuenta este utrerano de adopción.
Antonio nació en El Coronil, pero muy pronto sus padres se mudaron a Utrera, ciudad a la que él llegó cuando sólo tenía unos 12 años. Rápidamente comenzó a trabajar en el sector de la construcción, hasta que poco después cambió de profesión y se dedicó al mundo de las antenas de televisión.
Tras la llegada de las televisiones privadas o las autonómicas vendió por 13 millones de pesetas su empresa
Por aquellos años, un simple gesto le iba a cambiar la vida para siempre, ya que gracias a sus conocimientos técnicos, comenzó a compartir la señal de su vídeo con algunos de sus vecinos de su mismo bloque en la barriada utrerana de La Fontanilla. Lo que él ponía en su vídeo lo podían ver en sus televisores el resto de personas al mismo tiempo.
En pocas semanas el número de conexiones se había multiplicado, y a través de cable cientos de utreranos comenzaron a disfrutar de todo el contenido que Antonio brindaba. «Aquello tuvo tanto éxito que en muy poco tiempo se extendió por los barrios de La Fontanilla, El Tinte o San José, hasta el punto que tuve que dejar mi trabajo en Sevilla porque el vídeo comunitario no me dejaba más tiempo».
Era un negocio
Los interesados pagaban una cuota de entre 500 y 1.000 pesetas al mes, llegando a rozar los 4.000 abonados en su momento de máximo apogeo, por lo que era un negocio más que rentable. Un proyecto que se inició a finales de los años 70, cuando llegaron a los hogares los primeros vídeos y cuando en la televisión en abierto apenas existían uno o dos canales.
Antonio le dio a este vídeo comunitario el nombre de Electro Vídeo Utrera (E.V.U.), donde era posible ver las películas de más éxito que pasaban al mundo del vídeo. Famosas eran las sesiones de cine erótico que tenían lugar los sábados a partir de las doce de la noche: «Si nos retrasábamos, aunque sólo fuera un minuto, el teléfono se caía y no paraba de sonar por la gran cantidad de llamadas que la gente hacía preguntando qué es lo que pasaba, que porqué no había comenzado la película», explica Antonio.
Este proyecto dio un paso más, y Antonio se convirtió en el pionero de la televisión en Utrera, ya que con medios rudimentarios pero con mucha ilusión, creó también el primer canal local en el que los abonados podían ver por ejemplo retransmisiones del Club Deportivo Utrera, programas informativos, imágenes de Utrera o programas especiales.
Vendió la empresa
Los tiempos estaban cambiando muy rápidamente, y a comienzos de los años noventa la televisión en abierto experimentó una mutación brutal con la llegada de los canales de televisión privados y autonómicos: Antena 3, Tele 5, Canal Sur y Canal +. Antonio entendió que la etapa de los vídeos comunitarios ya había terminado, por lo que vendió la empresa, por la nada despreciable cantidad de 13 millones de pesetas, al que durante muchos años había trabajado con él como cobrador, Enrique Álvarez.
Con medios rudimentarios pero con mucha ilusión, creó también el primer canal local que contaba con una variada programación
El gusanillo de la pequeña pantalla no se había dormido en Antonio, quien junto a Pepe Durán, Francisco Rivas 'Maxi', Manolín 'El Pollito' y Paco Paradas, montó otro proyecto audiovisual, que llevó por nombre 'Televisión Utrera'. Una etapa que terminaría por agotarse en poco tiempo, por lo que Antonio volvió al mundo de la electricidad, trabajando en grandes proyectos.
En cualquier caso fueron años frenéticos, en los que un hombre sencillo, experto en materia técnica, fue capaz de mantener pegados a sus televisores a miles de utreranos, y es que como él mismo afirma orgulloso y sin falta de razón: «El vídeo comunitario fue toda una revolución en Utrera».
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