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Francisco Álvarez, médico del Utrera: «El destino quiso que estuviera allí»
Cuenta a ABC las casualidades que le llevaron el domingo al estadio del Don Bosco, donde salvó la vida de un jugador de 13 años
En los últimos días Francisco Álvarez Castillo se ha convertido en el hombre más buscado de Utrera . Numerosos medios de comunicación nacionales lo han llamado para que contara en primera persona una historia que ha conmovido a miles de lectores de abcdesevilla.es. Su rápida intervención le salvó la vida a «Riqui», un jugador de 13 años del equipo cordobés del Don Bosco C.F.
«Es el destino el que quiso que yo estuviera allí », afirma convencido Francisco, quien reconoce que está abrumado por la difusión que ha tenido su historia. Este utrerano terminó el domingo 11 de octubre a las ocho de la mañana su guardia en las localidades de Algámitas y El Saucejo , donde habitualmente ejerce su profesión de médico. Al llegar a Utrera, el cansancio no impidió que se montara en el autobús que llevaba a los equipos cadete e infantil hasta la localidad de Córdoba, para protagonizar un doble enfrentamiento ante el Don Bosco C.F.
Uno de los hijos de Francisco juega en el equipo cadete utrerano, y cuando terminó el partido, mientras su hijo se estaba duchando, el héroe improvisado estaba en las gradas viendo el discurrir del partido de los infantiles. En un lance del juego, dos futbolistas chocan con tan mala suerte que el cordobés «Riqui» queda tendido en el terreno de juego, con sendas hemorragias en el labio, en la nariz y completamente inconsciente.
Todos los asistentes fueron conscientes de la gravedad de la situación, viviéndose momentos terribles. Ahí es donde entra en acción Francisco, quien saltó al césped para atender al jugador, cortó las hemorragias y practicó una serie de ejercicios de reanimación hasta que el futbolista recuperó la consciencia . Posteriormente «Riqui » fue trasladado al Hospital Reina Sofía de Córdoba, donde fue sometido a todo tipo de pruebas, descartándose lesiones graves.
Sin duda la asistencia de Francisco Álvarez le salvó la vida, un aspecto que el médico ni mucho menos encomienda a la casualidad; «Está claro que Don Bosco está conmigo. El estadio del Utrera se llama estadio municipal Don Bosco y el equipo donde juega este chico, también se llama Don Bosco. Esto no es una casualidad».
Francisco Álvarez es una persona muy querida en el Club Deportivo Utrera, una entidad a la que está ligado desde hace muchos años. Varios de sus hijos forman parte de diferentes equipos de la entidad utrerana, por lo que es muy habitual verlo tanto en las instalaciones del equipo como en los desplazamientos que el Utrera lleva a cabo a lo largo y ancho del territorio andaluz. El médico utrerano estaba en esa cancha por casualidad , ya que en este tipo de categorías no es obligatoria la presencia de personal sanitario, una historia que en cierta manera pone de manifiesto la desprotección que existe en estos estadios.
Sencillo y humilde
«Francisco es una persona muy querida y respetada, incluso es al primero que consulto cuando tengo cualquier asunto personal relacionado con la salud. Desde nuestro club entendemos que la seguridad de los pequeños es fundamental, por eso hace unos años con nuestros propios recursos habilitamos una enfermería en nuestras instalaciones exclusivamente dedicada a los jugadores de la cantera», explica Joaquín Rodríguez, presidente del C.D. Utrera.
Francisco Álvarez Castillo es un héroe sencillo y humilde que no para de darle vueltas al hecho de que fueron muchas y variadas las circunstancias que provocaron que él estuviera en ese estadio. Un ángel de la guarda para el joven futbolista cordobés que, a buen seguro, nunca lo olvidará.
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