EPISODIOS LOCALES
La mayor tragedia minera en Villanueva del Río y Minas
Se han cumplido 120 años del peor accidente de la minería española: en 1904, 62 trabajadores perdieron la vida en una explosión de grisú en las Minas de la Reunión, en la provincia de Sevilla
![Minas la Reunión en Villanueva del Río y Minas](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/05/23/minas-reunion-Rib9768X094XTxBIV3boCbK-1200x840@diario_abc.jpg)
Hasta las palabras suenan antiguas, llegadas de otra época hoy ya olvidada. Tan lejanas que el 120 aniversario de la mayor catástrofe minera de la historia de España no ha tenido evocación alguna. Sucedió en Sevilla, en las minas de la Reunión el ... 28 de abril de 1904 en uno de los doce pozos de ataque que la compañía ferroviaria MZA tenía abiertos en Villanueva del Río y Minas.
El pueblo se quedó sin minas en 1972 aunque el Parroso sigue cruzando su término municipal, algo es algo, para no desairar más el nombre oficial. En los libros de texto, los alumnos ya no aprenden de carrerilla «turba, lignito, hulla y antracita» como si fuera la medular del equipo del carbón. Y palabras como veta, mena, ganga o grisú suenan, para cualquier bachiller incluso, inauditas. Hace demasiado que todos olvidamos el rico acervo de la cultura minera en Sevilla. Y del olvido de los muertos, ni hablamos.
Sin embargo, la provincia vivió la mayor catástrofe de la minería española reciente en la madrugada del 28 de abril de 1904 cuando una chispa provocó la detonación del gas acumulado en las minas de la Reunión dejando 62 mineros muertos, cuyos cadáveres se tardó una semana en recuperar tras el derrumbe de la galería entibada.
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El de 1904, claro está, no es el único accidente en las minas de la Reunión, pero sí el más grave. Hubo un incendio en 1925 y diversas explosiones y derrumbes que ocasionaron más muertos en 1936 y 1959. Pero las cifras del accidente son demoledoras.
El informe sobre el accidente en el pozo número 5, el principal de la explotación, que se entregó al juzgado de Primera Instancia e Instrucción del partido de Lora del Río recogía lo siguiente a modo de introducción: «Estas minas constituyen un grupo de 1.082 hectáreas aproximadamente y comenzaron a explotarse hace unos 50 años». Los ingenieros interpelados incluyeron una estadística a modo de descargo en la que daban los porcentajes de víctimas mortales en La Reunión, un 25% inferior a las registradas en España en el lustro precedente.
En 1903, el año anterior a la tragedia, trabajaban en las minas de la Reunión 1.498 obreros por 78.931 mineros en toda España. En Villanueva sólo se registró una muerte en el tajo por 240 en el total nacional, lo que hacía un porcentaje de 3,30 muertos por cada mil obreros de promedio en España y del 0,66 en la provincia de Sevilla.
El documento, en poder del Archivo Histórico Provincial, aporta las claves del suceso a juicio de la comisión facultada por el juzgado: «En vista de lo que antecede, la catástrofe fue producida en primer lugar por óxido de carbono y en segundo, por una pequeña explosión de grisú, suficiente a inflamar el polvo de carbón». ¿Qué fue lo que motivó aquella primera explosión?
La pesquisa lo aclara: «La causa científica y muy probable del siniestro ha sido la apertura de la lámpara número 886, en la confianza que tenían los obreros de hallarse en una región casi explotada». Y, por lo tanto, libre del 1 por 100 de acumulación de gas procedente de la fragmentación del carbón capaz de desencadenar una explosión. Probablemente, a la hora del relevo, para encender un cigarrillo tras la dura faena picando bajo tierra.
De eso hace ya 120 años y hasta el eco de las palabras nos llegan tiznadas, no sólo de hulla, sino de olvido.
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