Tribunales
El juez descarta el asesinato de la sevillana Ana Buza pero su exnovio será juzgado por homicidio imprudente
Las pruebas determinaron que la chica se lanzó del coche donde viajaba en la parte trasera por la A-4 a la altura de Carmona
El juzgado abre el caso para determinar si la muerte de la joven pudo estar causada por un exceso de velocidad
Vecinos y familiares de Ana Buza piden que se reabra la investigación y se investigue como crimen machista
El caso de Ana Buza, la joven que murió tras lanzarse del coche que conducía su novio hace ahora cinco años, se reabre y la pareja será juzgada por un posible homicidio imprudente por exceso de velocidad. El 7 de septiembre de 2019, Ana viajaba en la parte trasera del vehículo que conducía su pareja por la A-4 a la altura de Carmona (Sevilla). Según la investigación, constan determinados problemas que acaban con la chica abriendo la puerta del vehículo y lanzándose, golpeándose contra el quitamiedos y falleciendo.
Todas las pruebas apuntaban a un suicidio, por lo que se determinó el archivo de la causa. Sin embargo, la familia de la joven lleva cinco años tratando de demostrar que tras la muerte de Ana hay un crimen machista y no han cesado de presentar pruebas con peritos particulares y solicitar exámenes forenses a la Guardia Civil tratando de demostrar la teoría del atropello, es decir, que la chica se pudiera haber bajado del coche y la pareja la arrollara.
Pese a que en todos los informes se demostró de forma contudente la citada teoría. La propia juez de Carmona tuvo claro que no se trataba de un caso de violencia de género por lo que no se inhibió para mandarlo al juzgado de Sevilla. No obstante, la Audiencia sí acabó admitiendo algunas pruebas y el juez nuevo que llegó a Carmona y se encargó del caso decidió inhibirse, de forma que la causa llegó al juzgado de Violencioa de Género de Sevilla hace alrededor de un año.
Entonces, se siguieron practicando pruebas con nuevos testigos aportados por la familia y, el pasado mes de julio, el juez consideró que la fase de instrucción ya había concluido, dando traslado a las partes para que solicitasen el sobreseimiento o la apertura de juicio oral.
La Fiscalía presentó sus alegaciones el pasado 2 de diciembre en las que señala que «en ningún caso estaríamos ante un delito de asesinato u homicicio doloso ante la falta de indicios racionales que permiten sostener dicha afirmación». No obstante, abre la puerta a que «a lo mejor lo que sí podría haber es un homicidio imprudente por el exceso de velocidad».
La razón de este giro de los acontecimientos es que se abre esta nueva vía porque en el punto en el que sucedió la muerte de Ana, la autovía A-4 está limitada a 120 kilómetros por hora, y que el coche viajaba a 117 hm/h en un carril de desaceleración en el que se estipulan 100 km/h. El argumento de la defensa fue siempre que, cuando Ana abrió la puerta, su pareja se giró para agarrarla y en ese momento el coche acabó en la vía de servicio limitada a esos 100 km/h.
El juez, por tanto, concluye que la muerte de la joven no es compatible con un atropello pero mantiene abierto el procedimiento por otro cauce. Según ha podido saber este periódico, la acusación particular recurrirá para que no se descarte el asesinato pese a que la Fiscalía no apoya esa versión de los hechos. Y la defensa del chico, por su parte, ha presentado un recurso de reforma solicitando el sobreseimiento por la ausencia de pruebas objetivas sobre el hecho de que la causa de la muerte sea el exceso de velocidad. De seguir adelante el proceso por esta vía, el juez de Violencia de Género tendría que inhibirse a un juzgado de instrucción de lo Penal.
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