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violencia de género

Orlando se irá a Guatemala sin poder repatriar el cadáver de su hermana, asesinada hace 40 días

El pasado viernes se celebró en Dos Hermanas una misa en memoria de Yaqueline Alonso

Crimen de Dos Hermanas: El asesino admite que dio puñaladas a su expareja, una directa al corazón

La Policía realiza una nueva reconstrucción del crimen machista de Montequinto junto al detenido

Foto familiar de hace unos diez años con Yaqueline a la izquierda junto a su hermano Orlando y su madre ABC

Valme J. Caballero

Dos Hermanas

Se cumplen 40 días del asesinato de Yaqueline Alonso a manos de su expareja, en su domicilio del Sector Triángulo del barrio de Montequinto.

Por este motivo, el pasado viernes, en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y San José de Calasanz, se celebró una misa funeral en su memoria, oficiado por el párroco Francisco Javier Nadal Villacreces y al que asistió su hermano Orlando, venido de Guatemala para poder solucionar todos los trámites necesarios y que su hermana pudiese ser enterrada. También, el sábado, se celebró otra Eucaristía en la parroquia de San Vicente de Paúl de la ciudad de Guatemala a fin de despedir a Yaqueline y al término hubo un velatorio, en presencia de la madre de la joven, Gloria Najarro y su hermano pequeño, William Alonso, entre otros familiares y amigos.

Gracias a la colaboración de amigos y de «personas de buen corazón», según cuenta Orlando a ABC, pudo venir hasta España. «Somos una familia humilde y trabajadora pero no disponíamos de todo el dinero necesario para el billete, dada la fecha en la que estábamos, plena Navidad y la premura con la que había que venir», afirma.

Sin creerlo

La tragedia invadió la vida de esta familia cuando, a más de 8.000 kilómetros, la expareja de su hija y hermana y padre de sus tres nietos y sobrinos acuchillaba a la joven de 31 años y horas más tarde la dejaba sin vida. Orlando afirma que «no podíamos creerlo, la verdad, y soy sincero y aún no me lo creo. Tuve que reconocerla y pese a ello todavía no puedo creerlo. Es un dolor tan grande… Y si ese es el dolor de hermano, imagine cómo es el de mi madre, además, estando tan lejos. Sin embargo tiene una fortaleza que admiro y sé que Dios la reconforta».

En la familia sabían que Yaqueline tenía algunos problemas porque «yo me llevaba muy, muy bien con ella pero no sé en qué momento todo esto se complicó y tuvo este final», asegura. «Conocíamos bien a su marido porque convivió con nosotros en Guatemala; allí se casaron y nació su primera hija hace 10 años. Después, estuvieron un tiempo en Colombia y allí nació el segundo hijo; y hace unos seis años vinieron a España y nació la tercera. Pese a la distancia estábamos bastante unidos y, por eso, ahora sólo me queda velar por mis sobrinos».

Orlando prosigue explicando que «pese a nuestra situación económica, somos trabajadores, hemos sido educados por mi padre, Orlando Alonso -ya fallecido- y mi madre con profundos valores y, sobre todo, cristianos. Dios nos está dando fuerzas para seguir adelante, va poniendo su mano en nosotros. Creo que la misión de mi hermana acá en la tierra ya terminó y ahora comienza para mí una distinta a la que habría imaginado nunca». «Soy soltero y no tengo hijos y ojalá pueda hacerme cargo de mis sobrinos porque sin dudarlo es lo que hubiera querido mi hermana. Si se lo hubieran preguntado en vida no me equivoco con su respuesta», apostilla.

Imagen - En el club de fútbol de Sevilla, donde jugaba Yaqueline, le rinden homenaje en los partidos. Orlando acude con la camiseta diseñada por sus compañeras en su memoria.

Recuerdo

En el club de fútbol de Sevilla, donde jugaba Yaqueline, le rinden homenaje en los partidos. Orlando acude con la camiseta diseñada por sus compañeras en su memoria.

Valiente y guerrera

Yaqueline Otilia Alonso Najarro era, como la define su hermano, una «valiente y guerrera, que luchaba por prosperar, aparte de sonriente y muy linda, trabajadora e inteligente. Fíjese que no necesitaba estudiar para ningún examen y aprobaba con excelentes notas. Era buena compañera, hija, hermana, amiga y, sobre todo, madre. Todos me felicitan por la educación de mis sobrinos y sé que los valores con los que creció los ha inculcado a sus hijos. Ella era mi pequeña niña, con la que compartía todo…»

La pena embarga a Orlando quien aún trata de superar lo ocurrido. Su futuro es incierto porque desconoce si se podrá quedar en España para cuidar a sus sobrinos. «Lo más importante y lo que quisiera es hacerme cargo de ellos pero no sé si legalmente podré. Se me presentaría una etapa difícil pero no imposible y confío en mis capacidades y en Dios para que me ayuden», señala.

Sin repatriación

Orlando ha perdido su trabajo en Guatemala al venir a España aunque asegura que «no tenía otra opción porque están aquí mis sobrinos y había que despedir a mi hermana ya que por la circunstancia en la que murió ha sido imposible repatriar el cadáver como quería mi madre». Es profesor de Filosofía y perito contador y en los últimos años ha sido tutor educador para Children International.

Arropado por amigos suyos y de su hermana se está adaptando a Sevilla. En el club de fútbol donde jugaba le rinden homenaje en cada partido. Además, el joven, de 33 años, y quiere agradecer al alcalde de Dos Hermanas, Francisco Rodríguez, que estuvo presente en el funeral, «el cumplimiento de su compromiso de asumir el sepelio de mi hermana y todo el asesoramiento que me está prestando. Que Dios lo bendiga».

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