obituario
Fallece el hostelero de Dos Hermanas Julio León tras haber luchado con fuerza contra una larga enfermedad
Su espíritu de lucha, positivismo y ganas de vivir lo ha caracterizado siempre, incluso en este periodo
Muere José 'El Carrillo', el hostelero que regentó su emblemático bar durante medio siglo en Dos Hermanas
A simple vista nadie podía decir que Julio León Carrera padecía una enfermedad, de la que se estaba tratando y que finalmente no pudo combatir. El hostelero nazareno, por unas horas, no llegó a los 48 años de edad y murió dejando esposa, Noelia con la que compartía vida desde adolescente, y dos hijos, Paula y Roberto y a sus hermanos, sobrinos y resto de familia rotos de dolor.
Regentaba 'La canita' – junto a su hermano José Manuel-, un conocido bar restaurante ubicado en la zona de Julio Carrasco, junto al campo de fútbol de Dr. Fleming, y allí estuvo, al pie del cañón, hasta poco antes de ser ingresado por última vez.
Su sonrisa, su carácter afable, sus recomendaciones a los clientes y su afán por superarse día a día en su pasión y profesión, la hostelería, lo caracterizaban y así era conocido en este sector y por quienes visitaban su local.
Larga trayectoria
Julio siempre trabajó en el sector hostelero. Empezó a trabajar en Salmedina y allí pasó muchos años. Estuvo al frente de bares de institutos de la localidad y de casetas de Feria, tanto de Dos Hermanas como de Sevilla.
Previo al actual establecimiento abrió el Bar León en el centro de la localidad, en la calle Calderón de la Barca, y durante años regentó el bar de la Peña Bética, ubicada en Villa Pepita, al tiempo que puso en marcha su propio catering.
Con este ha servido todo tipo de celebraciones y eventos sociales, no sólo en la localidad sino fuera de la misma.
Para complementar su trabajo gastronómico se formó en otra de sus aficiones, los vinos, y organizaba catas maridadas en su local.
El sector hostelero de Dos Hermanas lo define como buen compañero e incansable. Amigo de sus amigos y muy familiar, ha dejado un gran vacío no sólo en la profesión sino también entre su seres más queridos.
Su arrolladora vitalidad sorprendía y no hacía presagiar, entre su clientela y amigos, este final tan prematuro para Julio León Carrera (q.e.p.d.)
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