Hazte premium Hazte premium

Coria

La venganza del Tarta: mató a tiros al hombre que le había robado droga y tiró su cuerpo a un pozo

El asesinato de un vecino de Coria fue un ajuste de cuentas que un clan local de narcos estuvo urdiendo durante una década

La Policía detiene a dos personas más en Países Bajos implicadas en el asesinato de un vecino de Coria

Un crimen está detrás del tiroteo registrado en Coria

El jefe de la brigada de policía judicial de Sevilla, Antonio Delgado; y a la izquierda, el inspector jefe de la UDEV, José Luis Valverde J. M. Serrano
Silvia Tubio

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Diez años tardó en cumplir su venganza. Toda una década para urdir un plan que pusiera fin a la vida de David Gómez, un vecino de Coria al que le había hecho la cruz por el vuelco de un cargamento de droga. Lo acusaba de haberle robado un alijo y se la juró desde entonces. Ése es el trasfondo del terrible crimen perpetrado en una finca entre Pilas y Villamanrique el pasado 21 de junio y el posterior enfrentamiento a tiros entre el jefe del clan implicado y agentes del GOES de la Policía Nacional cuando fueron a por él tras destaparse un asesinato que creía haber ocultado con éxito. Crimen, droga y armas en el entorno del Guadalquivir, toda una autopista pluvial para los narcos.

Los responsables policiales del grupo de investigadores que ha trabajado en este caso han ofrecido este martes una rueda de prensa para ampliar la información que en su día se conoció sobre la extraña desaparición de David, un coriano que tenía 39 años y que salió de su casa el 21 de junio para no volver jamás. Desde un primer momento, ha explicado el jefe de la brigada de Policía Judicial, Antonio Delgado, los agentes tildaron esa desaparición de «inquietante», debido al perfil del hombre que buscaban, implicado en negocios de drogas y con antecedentes. Además, se enfrentaron «a la fuerte coraza» que mostraban los familiares de la víctima, que a pesar de haber denunciado la desaparición no ayudaban en nada a las pesquisas.

Tres días después de que la Policía abriera el caso, el coche que había sido usado por David apareció calcinado en un paraje de Torreblanca. La Policía decidió montar un grupo con agentes de Homicidios, de la comisaría de Coria e integrantes de otros equipos de Policía Judicial. «Sabíamos que íbamos a tener por delante una larga investigación y necesitábamos de recursos». La 'operación Thazard' ha supuesto también más de 100 interrogatorios, muchas horas de visionados de cámaras, seguimientos de terminales móviles... hasta que los policías consiguieron que el entorno de David empezara a hablar.

El hijo del jefe del clan y un amigo íntimo huyeron del país a primeros de julio y fueron arrestados el 12 de noviembre en la localidad holandesa de Weert

 

 

Así fue cómo supieron que un clan local de narcos, liderado por un individuo apodado el Tarta, lo había sentenciado a muerte hace una década. Lo culpaban del vuelco de un cargamento de droga que perdieron. El mismo día que desapareció se había citado con el Tarta. Ambos se montaron en el mismo coche que después aparecería en Torreblanca quemado y juntos se dirigieron a una finca de olivos que tiene el jefe de la familia entre Pilas y Villamanrique. Allí le esperaba un hijo del Tarta y un amigo, quienes abrieron fuego contra David nada más llegar. Aquella fue una trampa mortal para la víctima, que fue abatida de tres disparos de escopeta.

El cuerpo fue envuelto en una lona y lastrado con ladrillos, tirado a uno de los pozos que hay en la parcela. «Este hombre -en referencia al Tarta- ha estado diez años preparando la venganza. Lo que había ocurrido le generó un grave problema y un importante descrédito ante la organización», ha explicado el inspector jefe de la UDEV, José Luis Valverde.

Momento de la extracción del cuerpo de la víctima del pozo ABC

El hijo del Tarta y su amigo pusieron tierra de por medio y a principios de julio salieron de España con destino a Dortmund (Alemania). El padre decidió quedarse en Coria y otra hija, que también había participado indirectamente como encubridora, se marchó a Valdivia (Badajoz), donde trabajaba como jornalera.

A finales de septiembre se llevaron a cabo las primeras detenciones cuando la Policía recabó suficientes pruebas. Hasta la fecha no había trascendido a los medios ni tan siquiera la desaparición de David. La Policía temía esclarecer la autoría del crimen pero quedarse sin la principal prueba: el cuerpo. «Desde el primer momento sabíamos que estaba muerto. No queríamos dar mucha luz al asunto para llegar a la localización. La autoría estaba clara, no tanto el lugar«, explicaba el comisario Delgado.

Con la detención del Tarta se producía también el hallazgo en la finca de Pilas del pozo que guardaba el cuerpo. «Nadie confesó, lo hicieron una vez detenidos». A través de los seguimientos y la geolocalización de los móviles de los sospechosos, supieron que la víctima había estado en una finca de Pilas. De todas las que había en la zona se decantaron por la que tenía pozos y así llegaron a los restos mortales.

El 29 de septiembre, un operativo de agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) asaltó de madrugada la vivienda del Tarta en el extrarradio de Coria. El narco tenía instaladas medidas de seguridad como cámaras en todo el perímetro y un perro guardián, que fue quien alertó de la llegada de los agentes. «Se parapetó en una esquina, enterró rodilla en tierra y nada más saltar los equipos tácticos, lanzó tres o cuatro disparos que impactaron en los escudos de los agentes. ¿Y qué hicieron los compañeros? Con la preparación que tienen lo anularon, disparándole en las extremidades». El jefe de la brigada de Policía Judicial ha sido muy preciso, señalan que el narco fue herido en ambos brazos y en la pierna derecha. Fue trasladado al hospital.

«El que entre por aquí me lo llevo por delante»

La Policía está convencida de que el Tarta creyó que tarde o temprano iban a ir a por él miembros de la familia de David y se atrincheró en su casa. «El que entre por aquí, me lo llevo por delante». Fue lo que gritó a los agentes cuando abrió fuego.

Tras la detención del principal implicado, su hija y una tercera persona más, faltaban los dos individuos que habían disparado contra la víctima. Los agentes españoles solicitaron la ayuda de la Red Europea de Equipos de Búsqueda Activa de Fugitivos (ENFAST). Las investigaciones revelaron que los dos sospechosos se habían movido desde Alemania a la localidad holandesa de Weert, donde finalmente fueron detenidos el pasado 12 de noviembre en el domicilio donde se escondían. Los agentes habían detectado un envío de marihuana que les había hecho la familia. Les habían hecho llegar droga para que pudieran costearse su estancia en el extranjero.

En los próximos días se espera que estos dos individuos, que ya están en Madrid, comparezcan ante el juzgado de Instrucción 1 de Coria que ha levantado el secreto de sumario. Todos los detenidos están en prisión a excepción de la hija del Tarta, que ha quedado en libertad con cargos. Para la Policía se cierra uno de los casos más difíciles a los que se han enfrentado en los últimos años.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación