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sucesos

Los lazos de una familia de narcos con el grupo de estupefacientes de Alcalá, epicentro del caso

La investigación que ha arrastrado a los cinco policías nacionales de la comisaría sevillana es una pieza separada de un asunto que se había iniciado meses atrás

Asuntos Internos desmantela la unidad antidroga de la Policía Nacional de Alcalá ante las sospechas de corrupción

Entrada a la comisaría de la Policía Nacional que fue registrada por los agentes de Asuntos Internos EP
Silvia Tubio

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Los cinco policías nacionales arrestados en la operación antidroga desplegada este martes en Alcalá de Guadaíra han permanecido dos noches en calabozos de distintas dependencias policiales a la espera de pasar a disposición del juzgado de Instrucción 3 de esa localidad sevillana. Un pase que se hará previsiblemente a lo largo de la jornada de este jueves ya que el viernes, a las seis de la mañana, concluiría el plazo máximo de detención sin presentarse ante la autoridad judicial. Fue a esa hora cuando se inició la redada y se llevaron a cabo las detenciones.

Estos funcionarios policiales, que conformaban el grupo de estupefacientes de la comisaría de Alcalá, constituyen el centro de una pieza separada de una investigación que había arrancando hace meses, según detallan fuentes judiciales. De esa pieza original tampoco ha trascendido nada porque está declarada secreta. Sólo que fue a raíz de las pesquisas iniciadas en este asunto cuando se detectó la posible vinculación de los agentes con narcotraficantes locales. Fue entonces cuando el juzgado ordenó abrir una pieza separada y Asuntos Internos se hizo cargo de indagar en el equipo antidroga que al final ha caído al completo. Como viene informando ABC, se trata de un subinspector y cuatro agentes de la escala básica que llevaban trabajando juntos más de un año.

Las mismas fuentes consultadas detallan que en el epicentro de la investigación estarían las relaciones que mantenía una familia de narcos que controla la zona de Alcalá de Guadaíra con el equipo de estupefacientes, algunos de esos traficantes podrían haber actuado como confidentes de los funcionarios policiales. Las pesquisas de Asuntos Internos ha acabado salpicando a personas vinculadas al menudeo de drogas y que habrían tenido contacto con los principales protagonistas de la trama. Entre las sospechas de los investigadores es que el equipo de estupefacientes pudo hacer la vista gorda con algunos de esos pequeños traficantes.

Algunos sospechosos en busca y captura

Fuentes policiales confirmaban este martes a ABC y después a otros medios que la operación policial que acababan de explotar se iba a saldar inicialmente con 35 detenidos, entre ellos los cinco funcionarios policiales. Horas después, el subdelegado del Gobierno, Francisco Toscano, no se atrevía a dar una cifra concreta y hablaba de unos 30 detenidos. Tampoco quería ni confirmar ni desmentir la cifra de funcionarios policiales implicados.

El dato de los arrestados no está cerrado porque hay varios investigados en busca y captura que no han podido ser detenidos. No se encontraban en los domicilios que tenían marcados los investigadores cuando irrumpieron a la vez en una veintena de residencias. Por tanto, la operación sigue abierta a la espera de poder dar con estas personas que en estos momentos se encontrarían refugiadas en sus entornos.

A los abogados que ya se han personado en las diligencias se les ha indicado expresamente que la causa está declarada secreta para complicar las filtraciones. Por eso la información sale a cuenta gotas. Este jueves se espera una intensa actividad en el juzgado de Instrucción a tenor del número de personas que deberán comparecer en sede judicial. Si bien lo habitual es que los detenidos en asuntos de estas características y cuando además se ha declarado secreta la causa se acojan a su derecho a no declarar, acelerando el trámite. Las mismas fuentes consultadas aseguran que los indicios recabados contra los cinco funcionarios policiales, que han sido sometidos a seguimientos y escuchas telefónicas durante semanas, son contundentes.

La investigación de Asuntos Internos, que llevaba meses siguiendo los pasos a los cinco componentes, ha obligado a los responsables del cuerpo nacional a reorganizar los efectivos de la brigada local de Policía Judicial en la Comisaría de Alcalá de Guadaíra al quedar sin efectivos el trabajo contra el tráfico de estupefacientes. Un destino que en estos momentos es poco apetecible y al que no le sobran candidatos precisamente.

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