Los agricultores de Arahal pasan a la acción: noches a la intemperie para vigilar sus olivos ante los robos de aceitunas
La situación, por segundo año, ha obligado también a intensificar la seguridad por parte de Policía Local y el Equipo ROCA de la Guardia Civil
Los agricultores hacen guardias en el campo sevillano para evitar los robos de aceituna: «Impediremos que se lleven calentito el fruto del trabajo de un año»
![El agricultor arahalense Agustín Gamboa hace guardias nocturnas en sus tierras para evitar los robos](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/09/22/guardia-nocturnas-arahal-RxTRaBlq6Le5vr22NrLyXMM-1200x840@diario_abc.jpeg)
Es noche cerrada cuando Agustín Gamboa entra en el pago de la Roela, a 6 kilómetros de Arahal (Sevilla). Hace menos de una semana que en este mismo lugar entraron al menos dos individuos para robar las bajeras de 70 olivos. «Da ... pena verlos, las ramas estaban 'avisperadas' (cargadas de aceitunas con la misma forma de un avispero), y ahora sólo quedan en la parte de arriba». Estima que se llevaron unos 200 kilos de un producto de máxima calidad, como es la mayor parte de lo que se cosecha en este municipio, y así lo puso en la denuncia. Pero si cuentan la que tiraron al suelo, el producto perdido se duplica. Cada día comienza a recoger aceitunas sobre las 4 de la mañana, cuando cae el sol echa la segunda peonada guardando sus tierras.
En esta situación están los agricultores de Arahal desde que comenzó la campaña de verdeo el pasado 22 de agosto. Durante la celebración de la Feria en el municipio, comenzaron los primeros robos. En el pago de El Saltillo, muy cerca de donde Agustín tiene las tierras (al otro lado de la carretera que comunica Arahal y Morón de Frontera, SE-8125), robaron los primeros 3.000 kilos.
Los ladrones llegan generalmente con furgonetas, macacos y lienzos y arrasan, a toda prisa, por si son descubiertos. «Fíjate que sólo han cogido las bajeras de los olivos que estaban cargaditas, dejando muchas aceitunas detrás en el suelo, no pueden pararse porque no saben cuándo los van a descubrir». Agustín Gamboa ha tenido suerte, o eso dice. La razón es que las aceitunas que le han robado han sido cogidas a mano y no con palos. Si utilizan este último método, poniendo un lienzo debajo del olivo para poder recoger y salir corriendo, dejan el árbol en pésimas condiciones. Un daño que después cuesta recuperar.
Cada noche, los agricultores se reparten por los pagos del término municipal. Y cada coche sospechoso que ven a esa hora o a otra acaba en forma de aviso en un grupo de WhastApp que crearon el año pasado por la misma razón, poder estar conectados y ayudarse. En este grupo estaba un agente de la Policía Local de Arahal y otro del grupo ROCA de la Guardia Civil.
Pero, aunque aún se mantiene y sigue activo, este año, por iniciativa de la concejalía de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Arahal se ha creado otro, verificado con las identidades de todo agricultor que entra. Según comentaron en una reunión que se celebró hace una semana en este municipio, en el primer grupo había muchos números sin identificar «posiblemente alguno de los ladrones se haya colado en él», aseguran.
Extreman la vigilancia
Por eso, ha comenzado a funcionar este segundo grupo denominado Unidad Rural Arahal. Los agentes de la Policía Local lo administran, pero antes de crearlo dieron las instrucciones para actuar. Primero avisar por teléfono a Jefatura de cualquier incidencia y, segundo, enviar la ubicación del lugar donde ven el coche sospechoso.
Esta Unidad Rural forma parte de los recursos empleados por los responsables municipales en la vigilancia del campo. Ya existe desde hace años, pero se ha reforzado también los fines de semana. Además, han llegado a un acuerdo con tres Ayuntamientos, Alcalá de Guadaíra, Carmona y La Puebla de Cazalla, para volar drones a determinadas horas. Esta actividad tiene un inconveniente, Arahal está en la línea de vuelo e influencia de la Base Aérea de Morón de la Frontera, y en una parte de su término municipal cualquier tipo de vuelo está restringido.
En la última reunión con los agricultores, anunciaron también la contratación de guardería rural y la aportación que realizarán voluntarios de Protección Civil que se desplazarán en quad proporcionados por el Ayuntamiento, apoyando a los agentes de la Policía Local y avisando sobre cualquier incidencia.
Un representante del equipo ROCA de la Guardia Civil y el teniente principal responsable de la zona, además de encargado de esta campaña especial de vigilancia, estaban en la reunión. Arahal es uno de los enclaves más importante de trabajo cuando llegan estas fechas.
Los agentes, además de actuar con un refuerzo de efectivos en el campo, instruyen las diligencias de las aprehensiones que realiza la Policía Local, investigan cada robo e identifican a los individuos que vienen impunemente para llevarse el fruto de una cosecha que han cuidado durante un año las familias de agricultores.
![Imagen de como ha quedado un olivo en uno de los robos registrados en Arahal](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/09/22/robos-aceituna-arahal-U10261746103ukp-760x427@diario_abc.jpeg)
La mayoría de las veces, el delito se queda en hurto, otras en robo, depende del valor de lo robado, pero el daño es el mismo y a los autores se les incauta la aceituna pero no el coche con el que, la mayoría de las veces, vuelven a repetir. En esta reunión, el agente de ROCA aseguró que, desde que comenzó la campaña, había resuelto la mitad de las 8 o 9 denuncias, datos que quedaron obsoletos durante el siguiente fin de semana.
Ni siquiera el aumento de los recursos destinados a la vigilancia evita que casi cada día sigan sucediéndose las denuncias. El pasado fin de semana, los mensajes fueron llegando al grupo: 2.000 kilos de aceituna manzanilla se llevaron en Montefrange, 200 en La Roela, 600 en un olivar situado junto a las instalaciones de la CLH (carretera de Utrera), otras 47 estacas de olivos en La Grana.
Junto a estas denuncias, los agricultores ofrecen otros datos a los agentes que ayudan en cada investigación. La forma de actuar de los ladrones cambia, ahora los llevan en coche a los olivares y los recogen en cuanto terminan «la faena», intentando pasar más desapercibidos entre las 8.545 hectáreas ( 201,10 kilómetros cuadrados tiene el término municipal) que hay plantadas con el fruto que pone al pueblo en el mapa en estas fechas. En los últimos años, la calidad del producto, las buenas cosechas y el precio, que está alcanzando cifras históricas, son tres circunstancias que debería sumar a favor del agricultor pero acaban restando en su contra.
Cámaras de vigilancia
Los agricultores ya no sólo miran el tiempo y las posibilidades de lluvia, también desean y temen que llegue la campaña porque están dispuestos a pelear por «el pan de la familia», tal como declaran cada vez que tiene ocasión. Por eso buscan alternativas, además de hacer guardias, algunos ya instalan cámaras de vigilancia en el campo y colocan cancelas en sus parcelas. «Si podemos impedir que entre un coche, se lo ponemos más difícil», dicen. El campo no tiene puertas pero es lo más cerca que pueden llegar para ponerlas.
Y siguen pidiendo a las Fuerzas de Seguridad del Estado que centren su investigación en los compradores de esa aceituna robada. Lo que resulta muy complicado porque hay formas de buscarle las vueltas a los impedimentos legales como el Documento de Acompañamiento en el Transporte (DAT), que contiene toda la información sobre el origen y destino del producto durante la fase de transporte. Su puesta en vigor puso más difícil el transporte de aceituna robada y mejoró la seguridad y trazabilidad del producto, pero no ha impedido acabar con la actividad delictiva.
La recepción del producto debe ir acompañada por el DAT pero ¿quién controla el aforo de producción de cada agricultor? La Guardia Civil intensifica en estos días las inspecciones en todos los sentidos y, a veces, se dan las circunstancias para que no se pueda justificar un cargamento de aceitunas, pero, otras muchas, el producto robado sigue colándose entre los entresijos de quienes no hacen las cosas como deben. «Intenten hacer todo bien para que podamos detectar más rápidamente a los que lo hacen mal», advirtió el teniente coordinador de la vigilancia en el verdeo de la Benemérita.
Según las previsiones de producción que realizan las organizaciones agrarias, en Arahal se producirán este año de 2,5 a 3 millones de kilos de aceituna gordal (una producción baja con respecto a lo normal) y unos 30 millones de aceituna manzanilla. Pero, dicen que «la manzanilla aún no ha roto, dependerá del tiempo si el agricultor acaba dejándola para molino». Casi no hay enlace de campaña lo que redunda directamente en los precios.
Esta situación continuará hasta final de campaña, de momento queda por recoger casi toda la aceituna de la variedad manzanilla.
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