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Yo me caso en el Alcázar de la Reina de Carmona

Aumenta en más de un 60 por ciento las bodas en edificios históricos, en torno a los cuales se está generando un gran negocio

Yo me caso en el Alcázar de la Reina de Carmona ABC

alberto mallado

La celebración de la boda se ha convertido en una celebración vinculada con el prestigio social a la que cada vez se añaden más elementos en un alarde de sofisticación ceremonial. A ello se une que cada vez son más las celebraciones que se hacen por lo civil, sin que sea necesario contar con un templo, lo que crea una mayor libertad en cuanto a escenario de la ceremonia. Esto ha generado alrededor de las bodas y de sus consiguientes celebraciones una auténtica industria que en Carmona están dispuestos a aprovechar como elemento para el desarrollo económico local.

Desde luego aquí se cuenta con lo principal, escenarios impresionantes para el ritual matrimonial, tanto en el ámbito religioso como en la ceremonia civil. Pero además suman otros añadidos como una amplia oferta de haciendas y lugares o un inmejorable marco para los reportajes fotográficos con fondos monumentales, algo que en muchas ocasiones resulta clave a la hora de decidirse por el lugar de celebración.

A todo ello se suma la aparición en Carmona de empresas que dan servicios bien complementarios a la boda o bien integrales que abarcan toda la organización, hasta el último de sus detalles.

El Ayuntamiento ha visto el filón y ha sido el primero en poner en marcha la promoción de Carmona como lugar de bodas. En una revista editada específicamente con este fin oferta servicios, opciones y ventajas de la boda en la localidad. Con ella se ha lanzado a la promoción de lo que para la administración local es una fuente de visitas turísticas y por ello de ingresos para la localidad.

Desde la administración local se pone a disposición de los futuros novios todos los espacios de titularidad municipal que pueden ser atractivos para la celebración de la cermonia. El Alcázar de la Puerta de Sevilla es el que tiene más demanda. Aquí se puede elegir entre hacer la boda en alguna de las dependencias interiores o en el patio exterior con un fondo que suma siglos de historia. Pero también se puede elegir para casarse el Museo, que ocupa una hermosa casa palacio; el Palacio de los Briones, que es la sede de la Universidad Pablo de Olavide; la Casa de las Descalzas, actualmente Casa de la Cultura; el Salón de Plenos del Ayuntamiento o la capilla de la Residencia de San Pedro. Esto por un lado porque el sector privado suma otros lugares también cargados de encanto como el Hotel Alcázar de la Reina. Y las posibilidades se complementan en el caso de las ceremonias religiosas con templos como Santa María, una iglesia con hechuras de colegiata.

La campaña de promoción de la ciudad en este sentido ha dado resultado y durante 2014 las bodas en edificios municipales se han incrementado en un 61 por ciento. En 2013 fueron 42 los enlaces y el año pasado subieron hasta 68, a más de una por semana. Y a ellos hay que sumar los celebrados en las iglesias, los hoteles o las haciendas del municipio, que también abundan y que cuentan con espacios que también suman historia y elementos patrimoniales para engrandecer la celebración.

Todo ello ha supuesto un importante volumen de trabajo para fotógrafos, decoradores, bares, hoteles, floristerías o empresas de animación.

Desde el Ayuntamiento afirman estar dispuestos a ofrecer todo tipo de facilidades para los enlaces y colaboran de forma especial en la agilización de los trámites. Para el diseño de las ceremonias dejan libertad a los contrayentes. Lo más común es la lectura de algunos poemas, las palabras de familiares o amigos y la ceremonia de la luz que sostienen ambos novios como símbolo de su amor.

Al rebufo de las bodas ya se está generando un grupo empresas que se dedican a su organización como Gárgola. Sobre todo les demandan la Puerta de Sevilla, «un sitio muy romántico», afirma Carmen Cifuentes. Allí han organizado la boda de carmonenses, de muchas personas de Sevilla, de una pareja de extranjeros que se han instalado aquí a vivir e incluso de una pareja de Madrid que pasó por Carmona de visita y se enamoró de este lugar.

Y hay lugar para las historias de amor con Carmona como fondo. Es el caso de una chica italiana que llegó a la ciudad para hacer unas prácticas con las que completar sus estudios en materia de patrimonio. Aquí conoció a otro chico italiano y ahora que ambos quieren casarse tienen claro que su ceremonia va a ser en la ciudad que hizo posible que surgiera el amor entre ambos.

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