dos hermanas
La Virgen de Valme, coronada por la pluma y la oratoria de Alberto García Reyes
Pregón de oro y brillantes del director de ABC de Sevilla en el 50º de la coronación canónica de la Protectora nazarena
Así es el nuevo paso de la Virgen de Valme para la procesión con motivo del 50 aniversario de su coronación
![El director de ABC de Sevilla, Alberto García Reyes, durante el pregón](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/06/20/pregon-alberto-kwfE-RzozEO0Onc2UyJ8qHjLryPI-1200x840@abc.jpg)
En la era de las nuevas tecnologías, donde todo lo artificial parece que se impone a lo natural, se ha abierto un gran oasis, en la parroquia de Santa María Magdalena de Dos Hermanas, de la mano del director de ABC de Sevilla, Alberto García Reyes, para pregonar con su corazón, su alma, su puño, su letra y su voz a la Virgen de Valme en el 50 aniversario de su Coronación canónica.
José María Tortajada fue quien introdujo al pregonero. Comenzó afirmando que iba a presentar a un «hombre de Dos Hermanas, loco por su Virgen de Valme y su Divino Hijo y, además, lo quiero».
La relación del presentador con Dos Hermanas quedó patente al rememorar cómo había vivido los previos de Valme y la Romería durante muchos años, rodeado de familias nazarenas y la última, a caballo. Además, ya había estado en ese atril en 2005 para pregonar el Rocío de la localidad.
Afirmó que al pregonero no le hacía falta presentación pero «como es mi amigo me voy a hartar de echarle piropos. Como dice el evangelista San Lucas, de lo que rebosa el corazón, habla la boca».
Aseguró que García Reyes iba a cumplir un sueño junto a «su Virgen y su pueblo» y resaltó de su currículum profesional que era un hombre «culto, muy culto y que conoce nuestro idioma como nadie, y bien se nota en sus escritos, algo que lo ha llevado a ser galardonado en múltiples ocasiones». Lleva el arte dentro, fundamentalmente, las letras y el flamenco. Sabe de toros, y «es íntimo amigo del torero por excelencia, de Curro Romero».
Sin embargo, esa posición intelectual «no se le ha subido a la cabeza». Le «encanta reírse» y detesta la «ojana». Hombre bueno y comprometido, ha formado una familia junto a Rocío, con sus hijos Alberto y Blanca, «nazarenos por la Gloria de Dios».
Expuso que había un currículum de Alberto que lo ligó para siempre a Dios y su bendita Madre ya que con su «don de comunicar» había recorrido muchos lugares para pregonar a María en sus diferentes advocaciones – Macarena, África, Rocío,…- Aseguró que había llegado su «pregón, el que te latía en las entrañas» y matizó que sus palabras iban a caer como «semilla en tierra buena». Concluyó, rotundo, afirmando que ahí tenía a la «Dueña de su corazón y a su Hijo, el camino, la verdad y la vida», antes de cederle el micrófono para comenzar su disertación.
García Reyes comenzó su pregón en verso, y con una palabra muy característica en lo que rodea a Valme, «pellizco» – que es como se denomina a la forma de rizar las flores de papel de seda que adornan las carretas de la Romería-: «Tengo dentro dos pellizcos, de seda suave y de rosa». En la introducción, escrita en verso, quedó claro el lugar que ocupa la Virgen de Valme en la historia, en Dos Hermanas y en su vida: la primera, ya que llegó en el siglo XIII mucho antes de que estuvieran aquí todo lo que hoy conocemos.
Un larguísimo aplauso y varios 'olés' se arrancaron desde los espectadores para dar paso al inicio de un texto prosaico en el que afirmó que «la Virgen de Valme es nuestro centro, nuestra mediatriz, el punto de fuga al que van todas las líneas de nuestro mapa espiritual. A mí al menos fue la que me parió en la fe. La primera que vi cuando abrí los ojos, la que me crió, la que me arropó cuando yo todavía no sabía ni cómo me llamo».
Rincones del pueblo
El pregonero, recordó las advocaciones de Pasión de la ciudad de Dos Hermanas para llegar a la conclusión que Valme era distinta.
Fue engarzando, como las perlas que lleva la Virgen en su corona, diferentes episodios de su pregón. Sorprendió la soleá escrita para hablar de cada perla como un rincón del pueblo antiguo, de sus tradiciones, de lo más profundo de las raíces nazarenas, que la mayoría de los presentes conocían y a los que les provocó una sonrisa: sastrería Valle y Serrallé, Macandro, joyerías como Palomo, Mije, Alba o Cid, y sagas familiares como los Pelao, los Macarreme, los Postigo, Justiniano, artistas como Luis Franco, Azuquita, Los del Río, Enrique Cabeza, caballistas como Alonso López, colegio Sagrada Familia, bares como la Fifa, el Jaula, Mantúa, Amable, Techo alto y Techo bajo, El Pili, El Carrillo, quioscos como el de Paco o el Paquino, barriadas, etc
Y como centro, también las madres que rizan flores para el Tercer Domingo de Octubre «las más bonitas, las que tienen pétalos más vivos, son siempre las que ha hecho nuestra madre. No hay un solo hogar valmista en el pueblo que pueda desmentirme», aseveró García Reyes.
Arte y artistas
Con un hilo magistral y un gran dominio del lenguaje, el pregonero explicó, a través de anécdotas vividas, cómo María pone su mano sobre quienes tienen dotes artísticas porque se convierten en sus mediadores: «los artistas son instrumentos divinos que nos acercan a la Virgen». Así lo hizo con el que definió como su «amigo» Manuel Lombo y con las hermanas Rocío y Lola Avilés Ortega.
Además, hablando de arte, definió a Don José Caro Arias, el carretero exornista por excelencia de Dos Hermanas, como el «arquitecto de la opulencia cromática de la romería», quien tenía tres hijos, dos hembras y un varón, y todos llevaban el nombre de Valme.
A estas cinco letras que muchas mujeres de la localidad llevan por nombre dedicó unas líneas basadas en anécdotas vividas. Pinceladas sobre la historia de Dos Hermanas, sobre cómo es una ciudad de acogida, y múltiples detalles demostraban cómo el pregonero conoce, vive y siente su ciudad.
Capítulo especial para su padre, que lo enseñó a amar las letras y el flamenco, y guiños constantes a este arte así como a personas que, en estos momentos, necesitan el valimiento de la Virgen más que nunca y un recuerdo para quienes nos dejaron antes de tiempo como el joven novillero Javier Camúñez.
Calificativos
El pregón ha estado repleto de bellos calificativos – más de un centenar- y definiciones para Valme originales, únicas y jamás oídas como «Valme es un imán que todo lo atrae», «Valme es un océano al que venimos a confluir», «Valme es un algodón pasando por la herida» o «Valme es principio y fin».
Con una sucesión de versos, cada cual con más significado, una excelente oratoria y mirando a la Virgen, hablándole de cerca, culminó con un rotundo «Váleme» que puso en pie al Templo, con el aforo completo e incluso con algunas personas sin asiento, aplaudiendo de forma agitada y enfervorecida.
Adjetivos como «soberbio», «tremendo», «maravilloso», «impresionante» se sucedían entre los espectadores que, a buen seguro, guardarán para siempre este pregón en sus retinas y en sus mentes.
Sevillanas a piano
Las jóvenes nazarenas y valmistas Rocío y Lola Avilés Ortega, al son de las teclas de un piano y con sus melódicas voces, adornaron, aún más si se podía, las palabras de Alberto García Reyes.
Por su parte, la Banda de Música de Dos Hermanas Santa Ana, interpretó, además de los himnos oficiales, las marchas 'Virgen de Valme', de Albero, y estrenaron 'Valme Coronada', de Jesús Joaquín Espinosa de los Monteros.
El alcalde de la ciudad, Paco Rodríguez; parte de la Corporación municipal; el comisario y el inspector jefe de Policía Nacional, Francisco Javier Vidal y Luis Villaverde, respectivamente; el antiguo pregonero de Valme y de Semana Santa de Sevilla, Fernando Cano, presenciaron este pregón memorable.
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