PATRIMONIO
La Virgen del Carmen más antigua de Sevilla
Una talla policromada de alabastro, del siglo XIV y que recuerda a la primitiva Virgen de la HIniesta. ¿Sabes cuál es?


Casi con toda seguridad, la representación más antigua de la Virgen del Carmen en Sevilla es la excelente talla en alabastro tallado y policromado que se conserva en la parroquia de San Lorenzo, antigüedad que quizás no vaya unida a su advocación, ya que podría ser una imagen anterior readaptada.
Su origen es incierto. Tradicionalmente se ha referido que procede del antiguo Convento Casa Grande del Carmen, en la calle Baños, de donde fue retirada por la invasión francesa en 1810. Precisamente en aquel convento tenía riquísima capilla propia la hermandad de la Soledad, que sería vilmente expoliada por los invasores franceses.
La Virgen del Carmen de San Lorenzo
Al parecer, la imagen pasó por manos particulares, terminando posteriormente en la parroquia de San Lorenzo, lugar que se acabó convirtiendo en sede de dos grandes imágenes marianas del siglo XIV, ya que acoge también la histórica pintura mural de la Virgen de Roca Amador.
La imagen de alabastro, de algo más de un metro de altura, presenta las características de la escultura gótica del siglo XIV. Catalogada durante mucho tiempo como de procedencia francesa, actualmente se suele insertar en la escuela catalana de escultura del siglo XIV. La Virgen se muestra de pie, en posición frontal, con un leve giro en la cadera izquierda para poder portar al Niño sobre su hombro y su brazo izquierdo. El brazo derecho lo adelanta para portar un cetro, que actualmente es una pieza añadida en plata, ya del siglo XVIII. El Niño porta sobre sus manos un pájaro, posiblemente una paloma, probable alusión al Espíritu Santo.
El grupo al completo presenta un esquematismo y unas líneas sencillas en mantos y plegados que lo encuadran dentro de los conceptos estéticos de la estatuaria del siglo XIV, apareciendo ya una cierta individualización en los detalles: el Niño se muestra descalzo mientras que la imagen de la Virgen María dejar asomar unos sucintos zapatos puntiagudos. Los añadidos barrocos de las coronas, el cetro o la excelente ráfaga, ya son piezas del siglo XVIII que no tienen nada que ver con el concepto original de la imagen. Añadido posterior es también el escapulario del Carmen que completa iconográficamente a la imagen.
Virgen del Carmen con la ráfaga barroca
Hay que entender la talla entre las nuevas representaciones que se realizaron en el siglo XIV del modelo de Virgen Hodegetria, María de pie (frente el estatismo de las Vírgenes sentadas al modo Theotocos del siglo anterior), como guía y sostén de la presencia de Jesús en la Tierra. Un modelo que hay que poner en relación con otras imágenes del mismo tipo como la Virgen de los Olmos de la Catedral (original hoy en la capilla del Bautismo), la desaparecida imagen de la Hiniesta Gótica (perdida en el incendio intencionado de la parroquia de San Julián en 1932) o la poco conocida imagen de la Virgen de los Genoveses. Esta última, también en alabastro policromado, se sitúa junto a la capilla de la Inmaculada Concepción de Martínez Montañés y se ha relacionado con una hermandad gremial formada por genoveses que tuvo una amplia comunidad en Sevilla, según demuestra la antigua rotulación de Génova para la actual Avenida de la Constitución.
Primitiva Virgen de la Hiniesta
La Virgen de los Genoveses de la Catedral
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