II Congreso de Hermandades y religiosidad Popular
Sergio Sopeña: «Hay un momento mágico, cuando la Esperanza de Triana sale y estalla el clamor popular y la algarabía»
El hermano mayor de la Esperanza de Triana confía en que el congreso sirva para beneficio de la fe personal y «no solamente para que sea Sevilla un escaparate de religiosidad popular»
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![Sergio Sopeña, el hermano mayor de la Esperanza de Triana](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/11/30/sergio-sopena-doblado-RN5yvJU46QVCqtjkNeiC3DJ-1200x840@diario_abc.jpg)
La hermandad de la Esperanza de Triana estaba inmersa en la preparación de la Misión Evangelizadora que llevará a cabo en 2025 en el Polígono Sur cuando su hermano mayor, Sergio Sopeña, recibió una llamada del arzobispo de Sevilla, monseñor Saiz Meneses, para comunicarla que ... la Virgen participaría en la procesión magna de clausura del II Congreso de Hermandades y Religiosidad Popular del 8 de diciembre. «Fue una gran satisfacción y, como no, la hermandad se puso a disposición del arzobispo y de la diócesis. Los hermanos de la Esperanza de Triana estamos para ayudar a nuestro pastor».
¿Podemos hablar de Sevilla como cuna de la religiosidad popular?
Yo no sé si es la cuna o no, no me gusta atribuir méritos, porque puede ser que naciera históricamente en otro sitio, lo que sí es verdad es que en el transcurso de los siglos, la ciudad de Sevilla se ha convertido en uno de los grandes focos de emocionales de determinadas imágenes y eje central de la religiosidad popular y de su significado. Y, por supuesto, la Iglesia Universal, Su Santidad, el arzobispo,... han sabido ver esa realidad que existe en Sevilla y cómo esa religiosidad popular puede ser un vehículo para acercarnos a Dios, para vivir realmente el significado de la Iglesia. De manera sabia han sabido aprovecharlo. Vamos a auspiciar que pueda ser el congreso en redundancia y beneficio de la fe personal de cada uno de nosotros, no solamente que sea Sevilla un escaparate de la sociedad popular, sino que este congreso debe de servir para formarnos a nosotros mismos, los cofrades, de manera individual, y aprender y saber que esa religiosidad popular al final lo que tiene que hacer es y servir es para acercarnos a Dios.
¿Cómo tiene que recoger la Iglesia los frutos de la religiosidad popular que rodea a las hermandades de la ciudad?
Hay que entender que la Iglesia somos todos. Los enriquecedores frutos de ese congreso no lo tiene que recoger la Iglesia como institución, lo tenemos que recibir los congresistas y todas aquellas personas que van a vivir esta cita. Vamos a alimentar nuestro espíritu, sin desviarnos de lo que es lo importante, que es la vivencia de nuestra fe a través de las hermandades.
El arzobispo suele comparar la religiosidad popular de Sevilla con su anterior destino en Tarrasa. ¿Son las hermandades de Sevilla instrumentos de evangelización para la Iglesia?
Hay que entenderlas como instrumento de evangelización. El arzobispo, cuando llegó a Sevilla, se dio cuenta de que aquí había un gran muro de contención, que eran las hermandades, que acercan a las personas a la Iglesia. Una vez cumplida esa misión, ahora entra en juego todos nuestros sacerdotes para realizar esa labor pastoral dentro de los fieles que las hermandades han introducido dentro de la Iglesia.
¿Cómo se vive la religiosidad popular en la hermandad de la Esperanza de Triana?
Podemos intentar simplificar la religiosidad popular en un devoto o un hermano de la Esperanza de Triana, tan importantes son los hermanos como los devotos. La Esperanza de Triana aglutina a todas las personas que en un momento determinado de su vida necesitan la esperanza, tiene la necesidad de venir a buscarla a Ella. Y enfocado al año 2025, también que Ella sea la que visite aquellos lugares donde se necesita la esperanza. Hoy en día, como dijo Su Santidad, la Iglesia tiene que estar en salida, no podemos estar encerrados en nuestros templos, tenemos que expandirnos, salir y decir orgullosamente que creemos en Dios, en la Santa Madre Iglesia, que estamos orgullosos de pertenecer a ella. Esa religiosidad popular aquí se vive en el día a día, en lo cotidiano. Estando una mañana en la capilla y la persona que viene del mercado entra con sus bolsas de la compra a rezarle un momento a la Esperanza.
![Imagen - El arzobispo, cuando llegó a Sevilla, se dio cuenta de que aquí había un gran muro de contención, que eran las hermandades, que acercan a las personas a la Iglesia](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/11/30/1488785306-U23852003027Zzu-170x170@diario_abc.jpg)
Laicismo
El arzobispo, cuando llegó a Sevilla, se dio cuenta de que aquí había un gran muro de contención, que eran las hermandades, que acercan a las personas a la Iglesia
Sergio Sopeña
Hermano mayor de la Esperanza de Triana
Esas personas, muchas veces, en el en el transcurso de esa mañana ajetreada, en la que va con prisas, viene a darle las gracias porque le ha concedido algo que le ha pedido, pero también muchas veces nos tenemos que sentar de manera más pausada en la capilla y no dar gracias a la Santísima Virgen y al Santísimo Cristo de las Tres Caídas por aquello que le hemos pedido y nos ha concedido, si no por lo que no le hemos pedido y, sin embargo, Ellos nos han concedido. Siempre digo, como hijo, que somos desagradecidos con los padres. En este caso, muchas veces somos desagradecidos con Nuestra Señora de la Esperanza, le damos las gracias por lo que nos ha concedido, pero se nos olvida, y hablo por mí, darle las gracias por familia, por los padres, por el trabajo o por el pan diario. En la cotidianeidad no caemos en darle las gracias a la Santísima Virgen al Santísimo Cristo de las Tres Caídas, y eso es la religiosidad popular, venir cuando tenemos que dar las gracias y venir cuando tenemos una necesidad, porque en Ella encontramos el consuelo. Os puedo asegurar que entrando en la Capilla de los Marineros, sentándose en el primer banco, sin incluso rezar, sino solamente mirarla a los ojos, encuentra el consuelo. Ahí está la Esperanza. Aquellas personas que parece que han perdido la esperanza, que no se preocupen que también la Esperanza le buscará a ella.
¿Qué historia se le viene a la cabeza hablando de religiosidad popular?
Hay una muy conocida en la Sevilla cofrade, que se conoce la historia de Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia, popularmente en Triana se le conoce como el 'Miarma'. Más cercano a la religiosidad popular creo que existe pocos ejemplos. La imagen de ese Cristo siempre ha permanecido muy a mano de los fieles, que cuando entran en la capilla a rezarle, sobre todo personas mayores, le acarician los pies a la imagen y dicen «ay, miarma, por mis hijos; ay, mi arma, cuida de mi familia».
En torno a la Santísima Virgen hay muchísimas historias de amor y devoción. Hay un momento que para mí es mágico, cuando la Santísima Virgen va a cruzar el dintel de la capilla, se hace el silencio, es el momento de ver la cara de las personas embelesadas mirando a la Virgen. En ese momento, cuando estalla el clamor popular y la algarabía porque Nuestra Madre ha salido a la calle a acompañarnos, muchas personas le dan las gracias, sin estridencias, y de su corazón salen esas palabras de agradecimiento: «Te quiero, Madre mía, qué guapa eres».
Es una señal de la religiosidad popular, de lo cercano que en el corazón de los trianeros, de los sevillanos, de los hermanos y de los devotos, tenemos a la Santísima Virgen y cómo esa cercanía nos hace sentir que necesitamos a Ella para llegar a nuestro objetivo, que son las enseñanzas de su bendito Hijo, el Santísimo Cristo de las Tres Caídas.
¿Por qué la Esperanza de Triana es una referencia devocional que traspasa fronteras?
Es fácil, lo único que hay que hacer es sentarse frente a Ella y mirarla. Ella es la que nos elige a nosotros, la que nos atrapa al corazón. En el transcurso de los siglos le ha robado el corazón a muchísimas personas que han venido a pedirle, encomendarse a Ella. Es lo que ha hecho que la Esperanza esté en la diáspora de Triana, de Sevilla y haya traspasado fronteras, llegando hasta Filipinas y muchísimos otros países. Esa devoción y carácter universal ha sido la impronta de esta hermandad, vinculada con la gente del mar que viajaban por todos los sitios del mundo. Así se ha expandido durante estos siglos la devoción a la Esperanza.
¿Es el nombre de la Esperanza la advocación más universal?
Es la que tengo en mi corazón. Es la vocación que más imploramos cuando necesitamos sentir cerca el acompañamiento de la Santísima Virgen como celestial mediadora. Para cualquier momento de necesidad, cuando me gusta más dar gracias que pedir, siempre nos acompaña la Esperanza, que es la certeza de que vamos a llegar a Dios.
Una palabra para resumir la fuerza y el significado de la imagen de la Virgen
Es de las preguntas más complejas y que nunca sé contestar. Para la persona que tiene fe en la Esperanza, Ella lo es todo, lo es todo porque nos lleva al todo, que es Dios. Es el vehículo de acercarnos a Dios. Es esa brisa de bonanza que dice nuestra nuestra Salve Marinera, que nos va a llevar a ese puerto seguro, que es su bendito Hijo.
La hermandad prepara algo especial para la Magna. El encuentro con la Esperanza Macarena en la Catedral ya está asegurado
Será un momento histórico, todas las imágenes que participan en la Magna reunidas en la Catedral. No sé cuándo se va a ver bajo el mismo templo. Evidentemente se vivirán momentos históricos y, por supuesto, tenemos muchísima ilusión y ganas de participar, estamos deseando. Para ello, nuestro equipo de priostía, se esmerará para que la Santísima Virgen de la Esperanza luzca, como siempre, radiante en su paso de palio.
¿Y el hermano mayor de la Esperanza de Triana qué espera de ese día?
De ese día, no, yo espero del congreso, incluyendo la Magna, que del elenco de personalidades que asisten para realizar las diferentes ponencias los cofrades tenemos que sacar el fruto. Con el fin del congreso, que será la posición de clausura, viviremos un ejemplo de religiosidad popular. Creo una gran oportunidad para vivir la realidad popular y, por supuesto, dar una imagen a la Iglesia de lo que significa la religiosidad popular. Es un foco para vivir nuestra religiosidad y nuestra vivencia como cristiano católico.
Hemos hablado del mensaje del Papa y la Iglesia en salida. ¿Hemos confundido ese mensaje con tanta salida extraordinaria? El alcalde ha invitado a hacer una reflexión en cada hermandad.
Esto tiene que ser valorado dentro de cada una de las hermandades porque cada una es una realidad diferente. Los 25 años de la hechura de una imagen de un Cristo en hermandades con muchos siglos de historia, evidentemente no es procedente (una salida extraordinaria); sin embargo ese mismo número de años en otras hermandades que están situadas en otras zonas de la ciudad, con muchísimos menos años de historia, es un hecho extraordinario, que puede evangelizar muchísimo más que, por ejemplo, la Esperanza de Triana si cumpliera esa misma efeméride. La vara de medir no puede ser la misma. Es verdad que la autoridad eclesiástica tiene que tener una vara de medir a todos por igual. Por eso, la decisión entra dentro de la responsabilidad y realidad de cada una de las hermandades para valorar lo que necesita su hermandad y lo que necesita su entorno.
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