¿Quién es Nicodemo y qué representa en el nuevo misterio del Buen Fin?
La imagen secundaria recupera el protagonismo de una de las grandes figuras de la Pasión de Cristo
La ilusión del Miércoles Santo se adelanta en el Buen Fin desvelando su misterio
El programa de la Semana Santa de Sevilla 2024
El nuevo paso de misterio de la Hermandad del Buen Fin ya está al completo tras la presentación oficial de las imágenes secundarias en la iglesia de San Antonio de Padua. El imaginero Darío Fernández ha sido el encargado de acometer este gran reto artístico. A partir de ahora, el Santísimo Cristo del Buen Fin estará acompañado por las figuras de José de Arimatea, María Magdalena, Nicodemo y un centurión romano, tal como lucía en el pasado.
Cada personaje tiene una identidad propia que se complementa con el resto para formar una escena sin estridencias y cargada de espiritualidad. Entre las nuevas tallas, destaca la incorporación del santo Nicodemo, cuya historia de conversión al cristianismo es conocida por el profundo diálogo que mantuvo con Jesucristo. El Evangelio de Juan recoge este pasaje en el que Nicodemo se acercó a Jesús en la oscuridad de la noche, para posiblemente evitar ser visto, y este le mostró al rico gobernante fariseo el camino que debía seguir para entrar en el reino de Dios.
Nicodemo en el misterio del Buen Fin
Nicodemo se sitúa en la parte frontal y a la izquierda, con la mirada fija en Jesús, mientras sostiene con ambas manos una escalera. Retrata el momento en el que el santo se prepara para bajar el cuerpo de Jesús de la cruz. «Con Nicodemo he querido representar la mirada que podríamos todos nosotros si hubiésemos vivido ese momento, es la figura que se postra y admira con devoción al señor», resalta Darío Fernández. En la parte delantera, junto a Nicodemo, se encuentra María Magdalena abrazada a la cruz. «Ambos rezan, miran y acompañan al señor», enfatiza el imaginero sevillano.
En la parte trasera, José de Arimatea tiene otra escalera y recibe el documento de un soldado romano por el que Poncio Pilato le entrega el cuerpo de Cristo. Si observamos el conjunto escultórico desde arriba, se aprecia que todas las imágenes forman una línea en zig-zag que se extiende desde Nicodemo hasta Arimatea, otorgando a la composición un notable dinamismo y una tensión palpable.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete