Muere Miguel Esteban, el nazarenito de las Cigarreras que protagonizó una foto mítica de la Semana Santa de Sevilla

Manuel Luna

Sevilla

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Iniciar sesión

10/12/2024
Actualizado 11/12/2024 a las 19:45h.

Compartir

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Iniciar sesión

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete

Miguel Esteban, aquel nazarenito de las Cigarreras que protagonizó una de las fotos más míticas de la Semana Santa de Sevilla, ha fallecido a los 96 años. Sin duda, su mirada y su mano agarrada a su abuela cruzando la Puerta de Jerez el Jueves Santo de 1931 seguirá contemplándose generación tras generación y después de que ABC contara su historia en este reportaje.

Según el testimonio recogido por José Manuel de la Linde, la abuela de Miguel era Baldomera Sánchez Delgado, una antigua cigarrera de la Fábrica de Tabacos de la calle San Fernando. El secreto de todo lo explicó en 2023: «...mi abuela que me quería mucho y no iba a ningún sitio si no era conmigo. Era de aquellas que hacía los cigarrillos a mano».

Cabe recordar que esta foto se capta dos años después de la finalización de la Exposición Iberoamericana de 1929, apenas unos días antes de la proclamación de la II República Española y cuando la hermandad de las Cigarreras residía en la capilla de la Fábrica de Tabacos, donde ahora reciben culto los titulares de Los Estudiantes.

Precisamente, la cofradía puede que vuelva a pasar el Jueves Santo de 2025 por este enclave debido a que las obras que se están haciendo ante su capilla del barrio de los Remedios han provocado que la estación de penitencia sea desde los Terceros y la corporación tiene que dar un rodeo importante pasando por la calle San Fernando, los Jardines de Murillo, la Ronda Histórica, la Puerta Carmona y la del Osario.

Miguel Esteban se encontraba en una residencia de personas mayores en Salteras y según narró «siempre ha ido a ver a la ver a la Virgen a la Fábrica de la calle San Fernando y posteriormente a la nueva capilla de Los Remedios; aunque él sigue llamando Triana a todo lo que está a aquel lado del río».

«Mi abuela, que en paz descanse me inculcó que quisiera mucho y siempre a la Virgen de la Victoria» y como él siempre fue obediente y quiso tanto a Baldomera así lo ha hecho a lo largo de sus casi cien años de vida.

Descanse en Paz.