La maestría de Manuel Villanueva con el Cristo de San Agustín en la estrechez de Fabiola

M. J. R. Rechi

Sevilla

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22/12/2024 a las 13:38h.

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Manuel Villanueva es un capataz en mayúsculas de la Semana Santa de Sevilla, el último de los antiguos que conserva la esencia de una forma de mandar que combina autoridad, elegancia y respeto, dejando una huella imborrable en la historia cofrade de la ciudad.

Villanueva es un apellido con más de un siglo de historia al frente de los pasos, marcando una tradición con sus propias cuadrillas e impronta, pero sin abandonar los valores aprendidos en su juventud, cuando las cuadrillas eran asalariadas. Sin necesidad de inventar, han sabido añadir sus matices, siempre estando al servicio de las hermandades y de la Semana Santa de Sevilla.

El capataz volvió a demostrar su maestría con el Cristo de San Agustín de San Roque durante su regreso tras haber estado más de un mes en la exposición de la Catedral 'Fons Pietatis'. Un momento destacado tuvo lugar en la estrechez de la calle Fabiola, donde se vivió una lección de elegancia y precisión de Manuel Villanueva.

Con una categoría sublime, Manuel Villanueva mostró su habitual templanza, característica en él, y que logra transmitir con maestría a los costaleros, permitiendo que el paso del Cristo de las Misericordias de Santa Cruz, portando al Cristo de San Agustín, cruzara con elegancia en esas estrecha calle, por las que estas andas no pasaban desde hacía décadas. Son los valores que represente esta persona, capataz a la hora de trabajar y amigo de todos cuando finaliza una procesión.

No es la primera vez que cruza un paso por el citado rincón, cada Miércoles Santo lo hace con la Virgen del Refugio de San Bernardo. No hay obstáculo que se le resista al último eslabón de los capataces antiguos, de su manera de mandar, de cómo da fuerzas y parsimonia a su gente, de ser humilde, y del buen hacer a lo largo de toda su vida.