Iglesia católica
Las hermandades de Sevilla aportan a los fondos de la Archidiócesis casi 250.000 euros
La hermandad de la Santa Caridad es que realiza la mayor aportación para colaborar con el Seminario Metropolitano
Cuatro de cada diez sevillanos marcan la casilla de la Iglesia en la Declaración de la Renta
![Hermandad de la Macarena durante su salida procesional de 2022](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/07/12/vanessa-gomez-macarena-RVyaGPl69Pb4wNqP8zfh7OK-1200x840@diario_abc.jpg)
Las hermandades sevillanas aportan a los dos fondos de la Archidiócesis, el Común Diocesano y para el sostenimiento del Seminario, casi 250.000 euros en total.
La hermandad de la Macarena es la corporación que ofrece una cantidad mayor al Fondo Común Diocesano, con 15.000 euros, que ha contabilizado con las cifras que aportan las otras 138 corporaciones que han concurrido en 2023 un total de 141.723,93 euros. En el ejercicio anterior realizaron ingresos a este fondo 141 hermandades, esto es, dos más que en 2023.
Tras la Macarena, se sitúa en mayor aportación la hermandad de San Gonzalo, con 6.000 euros; la de Jesús Cautivo y Rescatado del Polígono San Pablo, con 5.050 euros; la del Cachorro, con 5.000 euros; la hermandad del Rocío de Triana, con 4.367 euros; Pasión, con 3.952; la del Amor, con 3.521 euros; los Gitanos, con 3.500 euros; y la Paz, con 3.000.
Otra partida es la del dinero que las hermandades han aportado al sostenimiento del Seminario. Aquí se han experimentado otras subidas: 106.428 euros por los 88.165 de 2022, y 39 hermandades, cinco más que en el ejercicio económico inmediatamente anterior.
Las que mayores cantidades han aportado para colaborar con el seminario han sido la hermandad de la Caridad, con 9.375 euros; la de Veracruz de Brenes, con 7.774 euros; el Gran Poder, con 6.084 euros; El Silencio, con 6.000 euros; San Benito, con 5.000 euros; el Baratillo, con 4.080 euros; la Veracruz, con 3.795 euros; y la Amargura, El Cachorro y la Virgen de Setefilla, con 3.042 euros cada una.
Monseñor Saiz Meneses ha agradecido esta contribución de las hermandades a la Iglesia diocesana, y ha clausurado el acto con un dato preocupante: «La pandemia ha servido para que las distancias entre ricos y pobres se amplíe». Frente a esta realidad, «la Iglesia debe mantenerse fiel a la esperanza y la alegría a la hora de presentar su mensaje».
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