SEDES HISPALENSIS: 'FONTS PIETATIS'
La Catedral inaugura una de las exposiciones más esperadas del Congreso de Hermandades
La muestra puede ser visitada hasta el 20 de diciembre, recogiendo el origen, la devoción y manifestaciones de la piedad popular
Se exponen el palio de la Virgen del Socorro o el Cristo de San Agustín, además de otras piezas de Ruiz Gijón, Martínez Montañés, Arfe o Murillo
Presentan la exposición 'Sedes hispalensis: fons pietatis', que llegará en noviembre a la Catedral de Sevilla
La Catedral de Sevilla, después de un intenso fin de semana de entradas y salidas de pasos y de celebraciones litúrgicas, ha inaugurado la exposición 'Sedes Hispalensis: Fons Pietatis, «La Catedral de Sevilla, Fuente de Piedad»', una de las muestras más esperadas del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular. La muestra estará abierta hasta el 20 de diciembre.
El deán de la Catedral, Francisco José Ortiz Bernal, ha presentado esta exposición que contó con la asistencia e intervención del arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, y con la explicación de Pedro Manuel Fernández Muñoz, comisario de una muestra que puede ser visitada de 11 a 17 horas, de lunes sábado, y de 14.30 a 18 horas los domingos.
La exposición está dividida en tres bloques: los orígenes, las devociones y las manifestaciones de la piedad popular en la Catedral de Sevilla, que enseña piezas de primer calidad de la Catedral y cuenta con obras de gran envergadura para esta ocasión especial como, por ejemplo, el paso de palio de la Virgen del Socorro del Amor o el Cristo de San Agustín de San Roque.
El origen
El primer bloque, ubicado en el Patio de los Naranjos entre el púlpito y la capilla de la Virgen de la Granada, evoca los orígenes de la religiosidad popular. Este espacio muestra cómo la Iglesia metropolitana ha desempeñado un papel central como promotora y reguladora de la Piedad Popular, impulsando la creación de hermandades y otras instituciones que, como parte integral de la Iglesia, reúnen desde hace siglos a numerosos grupos de personas dedicadas al culto al Señor y a la Virgen.
En el Patio de los Naranjos se encuentra el púlpito renacentista de mármol, desde donde predicadores de la talla de San Juan de Ávila, San Vicente Ferrer y San Francisco de Borja proclamaron la palabra de Dios, inspirando a generaciones de sevillanos en su fe. En la capilla de la Virgen de la Granada, un vídeo -procedente de la Biblioteca Capitular y Colombina, junto al Archivo General del Arzobispado- documenta la vida de las hermandades vinculadas a la Catedral y la historia de la Virgen de la Granada, imagen que perteneció a una corporación homónima. Completa esta primera parte de la exposición la capilla del Pilar, que alberga una imagen del siglo XVI de Pedro Millán.
Devociones
La segunda parte se despliega en la nave de la cabecera, entre la Puerta de Palos y la de Campanillas. En la capilla de San Pedro, se aborda el tema de las rogativas, destacando la figura del Cristo de San Agustín de San Roque, una de las mayores devociones de Sevilla durante siglos. Esta imagen, venerada como asilo y protector de la ciudad, era sacada en procesión junto a otras tallas sagradas en tiempos de peligro para implorar la intervención divina. La exposición incluye documentos y grabados históricos que ilustran estas procesiones de rogativas y su relevancia en la vida sevillana.
La muestra dedica un espacio especial a la Virgen de los Reyes, la devoción más antigua de Sevilla y patrona de la ciudad y la diócesis. La exposición busca compartir con el mundo el profundo amor del pueblo sevillano por su patrona, exhibiendo varios pecherines, todos ellos fruto de donaciones de los fieles y restaurados recientemente. También se presenta la corona de la filigrana, una antigua presea recuperada que la Virgen de los Reyes porta en los cultos y besamanos de agosto. Además, se muestran dos de los cinco mantos de salida. Otro de los atrayentes es que los asistentes pueden subir al camarín de la Virgen de los Reyes y rodear la urna del Rey San Fernando de Laureano de Pina, que alberga los restos del monarca desde 1729.
La capilla de San Pablo, donde se encuentran los restos del cardenal fray Carlos Amigo Vallejo, está dedicada a la Virgen de la Antigua y cuenta con la presencia de la patrona de Panamá. Le acompaña el Simpecado de la hermandad de esta devoción de la Catedral, junto a un óleo de la desaparecida corporación, grabados y documentos procedentes de la institución colombina.
Manifestaciones de piedad popular
A través del paso de palio de la Virgen del Socorro, perteneciente a la hermandad del Amor, se representan las estaciones de penitencia de las cofradías en Semana Santa. Junto a este paso, se destaca la celebración de los oficios, con elementos notables en el antiguo monumento como obras de Lucas Valdés (1625) y las planchas de grabado del mismo. También se exhibe la imagen del Cristo Atado a la Columna, realizada por Francisco Antonio Ruíz Gijón entre 1688 y 1689. Estas piezas se acompañan de excepcionales ejemplos de orfebrería litúrgica utilizados en el Triduo Pascual, como el incensario de oro elaborado por Antonio Méndez en 1791, la jarra y bandeja para el Lavatorio de Damián de Castro (1776-1780) y el Arca Eucarística de Luis Valadier (1771).
Las tallas son otro de los elementos fundamentales de la religiosidad popular. Es por ello que, se expone una de las de mayor calidad artística de las que dispone la ciudad, el Cristo de la Clemencia de Martínez Montañés.
No puede faltar el Corpus Christi, la festividad más antigua. En la sacristía mayor, alrededor de la custodia de Arfe, se exhiben todos los pasos del Corpus, incluidos los estrenos y las reliquias que formaron parte del cortejo. El Patio de los Oleos, otro rincón desconocido por muchos, se dedica a los seises y al miserere de Eslava.
Como no podía ser de otra manera, la Inmaculada y el Niño Mudo, son otro factor clave de la religiosidad popular de Sevilla. Por ello, en el ángulo suroeste, está la 'Cieguecita' de Montañés, la Inmaculada con Miguel del Cid de Francisco Pacheco (1619), o la Inmaculada realizada en 1662 por Murillo, con marco de Bernardo Simón de Pineda, para la Sala Capitular de la Seo. Otro referente es la representación del Niño Jesús en conventos, de manera particular, una de las devociones tradicionales. Por ello, está presente el Niño Mudo de la Catedral del siglo XVII.
Cierra esta exposición, en la contaduría, las coronaciones canónicas como muestra de honra a la Virgen. En el centro de sala, se muestra posiblemente la corona de mayor valía, la de la Virgen de los Reyes, confeccionada por Pedro Vives Ferrer. Le acompaña las de la Macarena, la Esperanza de Triana, la Amargura, los Gitanos y la Estrella.
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