Entrevista
Abel Moreno: «Me considero un continuador de López Farfán»
El compositor onubense, autor de 'La Madrugá', fue galardonado con la medalla de Andalucía el pasado 28 de febrero
Manuel López Farfán, el 'Aníbal González' de las marchas de procesión
Programa de la Semana Santa de Sevilla 2025

Abel Moreno Gómez es todo un icono de la música procesional. A sus ochenta años, el que fuera director de la banda del Soria 9 tiene compuesto un centenar y medio de marchas, entre las que destacan obras archiconocidas e interpretadas en todas ... partes como 'Macarena', 'Encarnación Coronada' y, sobre todo, 'La Madrugá'.
El compositor, nacido en la localidad onubense de Encinasola, atiende a ABC en el barrio sevillano de Nervión, donde reside, tras volver de recibir varios reconocimientos en el norte de España. Entre los temas tratados, la medalla de Andalucía de las Ciencias Sociales y las Letras con la que fue galardonado por la Junta el pasado 28 de febrero o su dilatada trayectoria profesional.
—Este año no para de recibir homenajes y reconocimientos.
—Sí. Este año se ha juntado la Cuaresma, cuando todos los años las hermandades me reclaman para conciertos y actos, con la medalla de Andalucía. Se ha multiplicado todo.
—La medalla de Andalucía es una de las condecoraciones más importantes de su trayectoria, que no está precisamente exenta de premios.
—Sí. Yo tengo condecoraciones militares, había recibido también la medalla de oro de la provincia de Huelva... pero esta de Andalucía, como andaluz que soy, creo que es lo máximo a lo que puede aspirar cualquier andaluz.
—¿Qué sintió durante la interpretación de 'La Madrugá' en la gala del 28 de febrero?
—'La Madrugá' es una marcha que a mí mismo me emociona cada vez que la interpreto, y en un teatro como el de la Maestranza, lleno de público, y en ese momento que se trataba de recibir la medalla de Andalucía, se multiplican todas las emociones.
—'La Madrugá' es su marcha más universal. ¿Cree también que es la mejor de todas las que ha compuesto?
—Sí, yo creo que es la más completa. La he interpretado en muchos sitios y países distintos, y el público siempre se ha decantado por ella. Tiene algo que gusta. Es un poco extensa, en función de la velocidad a la que la interpretes va de los siete a los ocho minutos, por lo que tuve que acortarla un poquito para la gala.
—Dada esa duración de la marcha y su carácter de poema sinfónico, ¿la compuso pensando en que se interpretase de forma regular en las procesiones, o más para conciertos?
—Era para las procesiones. Lo que pasa es que en aquel momento había gente que decía que era muy larga para una chicotá. Hubo una persona que salió a defenderla y dijo que era una maravilla, muy buena para andar: José Joaquín León, el pregonero de la Semana Santa de Sevilla de este año. Fue un defensor a ultranza de la marcha y, de hecho, la ha elegido para el pregón.
—Lleva medio siglo componiendo y tiene una producción extensísima de marchas procesionales. ¿Cuántas van en total?
—Más de 150 marchas procesionales. Aparte, 80 pasodobles, algunas marchas militares, obras de concierto y música variada, entre 400 y 500 obras en total.
—Otro artista tan consagrado como usted se habría planteado dejarlo y disfrutar de una jubilación tranquila después de una trayectoria tan larga y exitosa.
—Dejarlo definitivamente, no, pero sí ir espaciando un poco las composiciones. Con todo lo que he escrito, yo ya sólo quiero algunas peticiones que no puedo eludir. Todas las peticiones que me llegan de marchas procesionales no puedo atenderlas, porque quiero hacerlo menos a menudo. Pero mientras Dios me dé fuerzas, yo voy a seguir componiendo, porque me gusta mucho.
—Muchas de sus marchas mantienen ese ritmo y ese carácter militar propio del Soria 9.
—Sí, vengo del estamento militar y lo tengo muy interiorizado. La marcha procesional que no es fúnebre tiene mucho de la marcha militar porque copió su forma, y tiene mucho que ver. Yo sé que se me va un poquito el espíritu militar, a la hora de instrumentar uso mucho las trompetas y los trombones, y todo eso viene de la música militar. A mí se me tiene que notar.
«Cuando me encargan una marcha, pienso qué puedo ponerle para que todo el mundo sepa a quién está dedicada»
Abel Moreno Gómez
Compositor
—Muchos expertos coinciden en que es el último de los grandes maestros de la música procesional tras la muerte de Pedro Morales hace unos años.
—Sí. Puedo presumir de haber introducido unas variantes que han calado. La primera marcha que se hace pensando en el ritmo y el paso de los costaleros es 'Hermanos costaleros'. Además, cuando la escribí, en la partitura no la definí como marcha de procesión, sino como marcha costalera. Luego, cuando hago 'Encarnación Coronada', es la primera que se hace para ser cantada por el público. Fíjate la de marchas cantadas que han venido después. Y tampoco había costumbre de hacer solos en las marchas, como hice con 'Lloran los clarines'. Ha habido evoluciones que, de alguna forma, yo las he iniciado. También pasó con los himnos, que había muchos, pero se tocaban solamente en la función principal. Yo quise que el de la Macarena se le pudiera tocar en la calle, por eso lo hice a ritmo de marcha. Son unas poquitas cosas que he hecho que evolucionen. Lo que hacíamos en el Soria 9 era como un espejo que se iba repitiendo después.
—El caso concreto de 'Encarnación Coronada' recoge, como comenta, esa parte cantada, algo que permanecía olvidado, pero que ya había introducido otro director del Soria 9, Farfán.
—Sí, hizo un intento. Farfán empezó uniendo la Navidad con la Semana Santa [refiriéndose a 'Pasan los Campanilleros']. Yo también he unido otros aspectos. Él fue un revolucionario, porque intentó muchas cosas, unas se han olvidado y otras han trascendido. Yo siempre he dicho que me considero un continuador suyo, porque además se da la circunstancia de que él murió en 1944 y, a los pocos días, nací yo. Se da esa coincidencia.
—Si tuviera que quedarse con tres o cuatro de sus marchas, ¿cuáles escogería?
—'La Madrugá', que es más universal; 'Hermanos costaleros', que fue la primera; y luego, en el aspecto fúnebre tengo 'Cristo de la Defensión', por ejemplo; y en las alegres, 'Macarena'. Yo tengo una cosa especial en las marchas que unos me lo alaban y otros me lo critican: intento personalizarlas de alguna forma. Me encargan 'Virgen de los Estudiantes', y lo primero que pienso es qué puedo ponerle que cuando suene, sepa todo el mundo a quién está dedicada. Pues le meto el Gaudeamus, el himno universitario. No se me ha dado mal y lo he hecho con muchas marchas para que sean reconocibles. Me acuerdo de Emilio Cebrián, que lo hizo también. Puso en el trío de 'Nuestro Padre Jesús' un trocito del himno de Jaén.
—¿Qué siente al ver a la Macarena con su marcha, que es una de las imprescindibles de su repertorio?
—Mi mayor alegría, como digo, es que mis marchas le gusten al público. El año que se estrenó el himno de la Macarena, yo estaba en la Campana. Cuando llegó la Virgen, se tocó el himno y a continuación 'Macarena', las dos seguidas. Otra satisfacción muy grande, aunque no estaba yo en Sevilla, fue cuando la Esperanza de Triana entró en Campana con 'Macarena'. No lo viví en directo, pero a los dos minutos ya lo sabía, porque me lo hicieron llegar. Todas esas cosas para mí son una alegría y me emocionan. Puedo considerarme profeta en mi tierra, tanto en Huelva como en Sevilla y en toda Andalucía.
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