feria de sevilla 2015
Prohibido bailar sevillanas «de academia»
Mover las manos y no marcar demasiado los pasos son algunos de los secretos para bailar sin que aparezca que acaba de salir de dar clases

Dicen que bailar sevillanas es un arte. Pero no hace falta ir a una academia durante meses para poder marcarse un baile en la Feria. Solo hay que saberse los pasos y seguir algunos consejos para evitar que, al bailar, se piensen que acaba de salir de dar clases o la confundan con una chica de Arkansas.
Lo más importante son las manos. Es donde hay que poner toda la energía moviéndolas. Pero no como la que está cazando moscas. Hay que hacerlo de forma armoniosa y metiendo el dedo corazón hacia dentro.
«Cojo la manzana, me la como y la dejo». Esa era la manera con la que algunas profesoras de baile comenzaban su clase y con la que aprendimos algunas allá por los 70. Y así mantenían a las niñas, la mayoría muy pequeñas, aprendiendo a mover las manos. Un dato: si se hace bien, al cabo de un rato duele la muñeca. Si no, es que no se está poniendo demasiado empeño.
Los pasos. En este caso hay diferencia de criterios pero lo que parece extendido es que marcar demasiado los pasos es «de academia». Es decir, significa que la que baila acaba de aprender y carece de arte. Y que se sabe la teoría pero no la práctica. Además, en las sevillanas como en todo, las exageraciones están fuera de lugar.
Saber mover el traje con arte. Es fundamental recogérselo con la mano cuando hace falta (no es necesario subírselo y mostrar hasta el carné de identidad) en el taconeo de la tercera. Y tampoco que ese taconeo sea excesivo y que se rompan el suelo de la caseta. Eso resulta ordinario.
Saber dar la vuelta. Y lo mismo ocurre con las vueltas que se dan casi siempre al finalizar: deben ser armoniosas y sin exageraciones. Y sin necesidad de quebrar la cintura demasiado hacia atrás.
Los hombres: no vale todo. Hay que echarle cara y estar enterado que, en el baile por sevillanas, manda la mujer. Se trata de un arte de seducción. «Mirála cara a cara que es la primera», dice la letra de la conocida sevillana que lo dice todo. Y es que el hombre debe dejarse llevar. Tampoco queda bien ni bailar abriéndose la chaqueta. Ni hincando la rodilla en tierra. Y mucho menos el pase torero. Un poquito de arte y a bailar, a bailar.
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