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FERIA DE ABRIL

Las casetas con más solera del real

Las de Labradores, el Mercantil, Pineda, El Machacante o Los duendes de Sevilla son toda una institución en el real

Las casetas con más solera del real juan Barrera

m.d. alvarado

Entre las más de mil casetas que conforman la Feria de Abril, hay algunas que han conseguido sobrevivir a los cambios de siglo, a las guerras, al cambio de ubicación y hasta las sucesivas crisis económicas que se han sucedido en sus 168 años de historia. Entre las más antiguas, está claro, la del Ayuntamiento, pero también destacan otras ligadas al origen ganadero de Feria, al compañerismo laboral o los intereses económicos y aquellas surgidas en un grupo de amigos en los que el amor a la fiesta ha ido pasando de generación en generación.

La presencia del Real Círculo de Labradores se remonta a finales del siglo XIX. La primera caseta del club se levantó hacia 1890, con una estructura que se mantuvo hasta 1930 y que, cuando la Feria estaba en el Prado, se situó junto al Casino de la Exposición. En los años cincuenta sufrió un incendio y en 1953 se construyó una nueva que llegó a tener guardeses. Hoy, con más de 4.500 socios, es de las más antiguas del real.

Las crónicas dan cuenta de la presencia de la caseta del Círculo Mercantil en el real al menos desde principios del siglo XX, cuando cada año la caseta tenía un diseño diferente, en 1904 llamó la atención por su inspiración japonesa y al año siguiente se decantó por el mundo árabe. Hoy es otra de las casetas más grandes del real, donde ocupa una superficie de 2.316 metros.

Entre esas casetas grandes, que muestran su vinculación de la Feria, destaca la de «La Pareja», la de la Guardia Civil, que en el Prado llegó a tener dos plantas y en el real de Los Remedios ocupa 800 metros cuadrados, la del Club de Campo, la tercera más grande del real, y la de Pineda, fundada en 1940, con 435 metros cuadrados de superficie útil y que da cobijo a los más de 10.500 socios del club.

La Feria ha sido protagonista de miles de crónicas y los periodistas que las han hecho posible han tenido desde siempre un lughar en el real. La caseta de la Asociación de la Prensa de Sevilla cumple 105 años en el real con una caseta de cuatro módulos que sigue siendo cita obligada para muchos artistas y políticos.

Pero junto a esas grandes casetas hay otras de dimensiones más reducidas pero no con menos tradición. Entre ellas destaca «El machacante» cuyos socios llevan disfrutando del real desde 1927. En esos 88 años en esta caseta cuyo nombre recuerda a la cuota que se puso a los socios para hacer frente a los gastos, el machacante, cómo así se conocía en Sevilla una de las monedas de la época, el duro. La caseta ha vivido todo tipo de avatares, desde tener que quitar en tiempos de la II República la imagen de esa moneda que era parte fundamental de su ornato y que reproducía la imagen de Alfonso XIII a un incendio que la destruyó en 1964, pero que no evitó que, con la ayuda de otros feriantes, lograran seguir disfrutando de la Feria.

«Los Mosquitos» también es de las de más solera del real, aunque en su caso los años les han hecho sufrir muchos altibajos. Esta caseta, que toma el nombre de una peña de amigos de El Arenal, puede llevar más de cien años en la Feria, tuvo premios en 1912 y en 1933 y en su día llegó a reproducir una plaza de toros. Con el traslado a Los Remedios, le otorgaron cuatro módulos, pero esa espada que pende siempre sobre los concesionarios de las casetas, que se te pase el plazo de pago, hizo que en los años ochenta la perdieran; la recuperaron, con mucho empeño, pero se quedaron con sólo un módulo.

La caseta «Wifredo er Belloso» está en el real desde 1940. Su nombre, aunque sevillanizado, es el de un conde de Barcelona de por el siglo IX, que, contaba en su día con sorna uno de sus socios fundadores, Rafael Domínguez del Águila, se eligió porque tenía derecho de pernada.

Desde el año 1946 tienen caseta en la Feria «Los duendes de Sevilla». José Muriel, Antonio Ligenfer y Camacho «el de la bicicleta» fueron los promotores de este espacio para la alegría que está en el real desde 1946. Tienen himno propio, que entonan el «lunes del pescaíto», cuya letra explica su nombre tomado de una obra de los Álvarez Quintero:«es de España la alegría. Esta tierra es sevillana, por su sol, su simpatía y su gracia soberana. El que no haya visitado Sevilla en primavera es un pobre desgraciao que no importa que se muera. Si Sevilla tiene duendes que en el alma hacen orgullo, nosotros somos duendes, somos los duendes de Sevilla»

La caseta «El Poste» está en el real desde 1950 y toma su nombre de que cuando la Feria estaba en el Prado siempre les tocaba delante de la puerta uno de los postes de la luz. En el traslado a Los Remedios, quisieron honrar a aquel poste colocando uno en la caseta.

Junto a estas casetas hay otras muchas que no tienen nombre específico pero que llevan muchas décadas en el real. La mayoría se sitúan en las calles Joselito el Gallo, Jiménez Chicuelo, Gitanillo de Triana o Juan Belmonte.

Las casetas con más solera del real

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