España reconoce un año después como «víctima del terrorismo» a Maya Villalobo, la joven sevillana-israelí asesinada en los atentados de Gaza

Su padre agradece la Gran Cruz de la Real Orden del Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo concedida por el Gobierno pero dice que no le quita el dolor: "Olvidar el pasado es volver a caer en los mismos errores"

El padre de Maya: «Aunque muchos de los de Hamás que la mataron estarán muertos, no puedo cerrar el caso»

Maya con su padre en una imagen de archivo tomada en una cafetería de Triana donde iban a desayunar ABC

J.A.

Sevilla

El Gobierno de España ha reconocido un año y dos meses después de su muerte a Maya Villalobo, la joven sevillana-israelí como víctima del terrorismo y le concedido a título póstumo la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo. Maya fue asesinada en la base de Nahal Oz, cerca de la Franja de Gaza, en la que estaba cumpliendo el servicio militar obligatorio. La joven tenía 19 años cuando sufrió el ataque terrorista junto a varias compañeras. Casi todas murieron.

El Consejo de Ministros aprobó la distinción de la joven sevillana a propuesta del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska el pasado 3 de diciembre. El Gobierno también otorga ese reconocimiento a Iván Illarramendi, otro ciudadano español víctima de los atentados del 7 de octubre.

Maya Villalobo residía en Israel con su madre, Galit Sinvany, pero visitaba Sevilla con frecuencia, donde vive su padre, Eduardo Villalobo, microbiólogo y profesor en la Facultad de Biología en la Universidad de Sevilla. "Maya fue asesinada por los terroristas de Hamas hace 14 meses, un sábado 7 de octubre de 2023 que fue fatídico para mí, la familia, los amigos y todas las personas que la conocieron. Nunca dejó indiferente a nadie, por esos somos muchas personas las que sufrimos su pérdida. La Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo es un reconocimiento que me satisface, aunque no me quita ni el dolor, ni la pena ni el vacío por la ausencia de mi hija querida", dice a ABC.

"El duelo es un proceso activo, que toma tiempo, en el que la memoria del ser querido ha de mantenerse viva; yo así lo hago, lo hacemos, día a día. Pero también hay una memoria colectiva, la de la sociedad en donde vivió Maya. Concederle la Gran Cruz, como víctima del terrorismo, es parte importante para mantener esa memoria colectiva viva, pues olvidar el pasado es volver a caer en los mismos errores, es evitar que se construya un mundo más justo y en paz. En suma, satisfecho y agradecido por la concesión de la Gran Cruz", añade.

En una reciente entrevista con ABC aseguraba que «aunque muchos de los que asesinaron a Maya estarán posiblemente muertos, no puedo dar por cerrado el caso. La Guardia Civil me pidió que pusiera la denuncia días después de conocer su muerte para poder investigar y es justo lo que hice. Y me alegro de que eso pasara a la Audiencia Nacional y no se cierre el caso«. Los jueces españoles han pedido informes a Israel para extender la causa no sólo a los autores materiales sino también intelectuales. »Tan culpables son unos como otros. No sé qué pasará con eso pero no podía dejar que se cerrara el caso. Más que por mí como padre, por Maya«.

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