Videoanálisis
Natalia Ortiz: «El zumo de naranja del desayuno puede convertirse en todo un lujo»
El precio del zumo de naranja se duplica en los supermercados mientras se paga una «miseria» a los agricultores
Un mercado agitado por la DANA acelera el ritmo de recolección de naranjas
![Videoanálisis sobre la crisis del zumo de naranja](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/11/20/natalia-ortiz-videoanalisis-RK3WN8P9FrKXkqFnehL4J3O-1200x840@diario_abc.jpeg)
El zumo de naranja está viviendo una crisis mundial. Por un lado, nos encontramos con que Brasil, principal productor de naranja de zumo del mundo, ha sido arrasado por el Greening, una dañina enfermedad vegetal que ha terminado con la producción de ... casi todos sus naranjos.
La lógica nos dice que esto tendría que llevar a que se pagase mejor la naranja para zumo en las zonas que sí tienen, como Andalucía. Pues nada más lejos de la realidad: los agricultores denuncian la industria está ofreciendo unos precios «de miseria» para la naranja de zumo, con apenas 14 céntimos para la naranja ya en el camión, a lo que hay que descontarle otros seis céntimos de mano de obra desde que la fruta está en el árbol.
De hecho, la organización Asaja Andalucía, junto con agricultores de Alicante, va a denunciar la situación ante la Agencia de Información y Control Alimentarios, la AICA, y a reclamar que se pague, al menos, 30 céntimos por kilo de naranjas destinadas a industria para cubrir los costes de producción.
Se duplica su precio en los lineales
La bajísima oferta que se hace a los agricultores por la naranja para zumo contrasta con su alto precio en los supermercados, donde alcanza hasta los 4 euros por litro, prácticamente el doble que hace unos meses. Y, si se trata del zumo denominado «recién exprimido», el precio sube hasta los seis euros por litro. Unas cifras que no cuadran, teniendo en cuenta que de un kilo de naranjas por el que ofrecen 14 céntimos sale medio litro de zumo.
Es una desproporción entre lo que cobran los agricultores, a los que apenas compensa entregar la naranja, y la escasez mundial que, si no se corrige, convertirá al clásico zumo de naranja de los desayunos del fin de semana en todo un lujo.
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