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¿Puede una empresa obligar al empleado a utilizar su móvil personal para el trabajo?
El teléfono móvil se ha convertido en una herramienta indispensable en muchos empleos, pero a veces se exige el personal para cuestiones laborales
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Hoy por hoy casi todo el mundo tiene teléfono móvil con conexión a Internet. Estos dispositivos, que originalmente se usaban para poco más que hacer llamadas, sirven actualmente para prácticamente cualquier tarea o función de nuestra vida cotidiana. Incluido, claro está, nuestro trabajo.
El conflicto surge cuando llegamos a un puesto de trabajo en el que tenemos que usar un móvil para desempeñar nuestra labor y la empresa que nos ha contratado nos exige que empleemos nuestro teléfono personal. ¿Podemos negarnos, o el empresario está en su derecho al hacer tal requerimiento?
Los usos de nuestro dispositivo personal para el trabajo pueden ser bien variados: desde descargar aplicaciones de registro cuando llegamos a nuestro puesto y cuando lo dejamos, de seguridad para acceder a determinadas funciones, o incluso para realizar diariamente una parte importante de nuestras obligaciones mediante herramientas digitales.
Ahora bien, para saber si es posible esta práctica o no, la ley no recoge nada explícitamente al respecto. Por el contrario, sí que existen algunas sentencias judiciales que abordan el tema y zanjan el asunto de forma clara.
La empresa tiene que poner los medios de trabajo
Una empresa no puede obligar a sus trabajadores a que aporten su móvil personal para la misma. Esto supondría un abuso del derecho empresarial, ya que chocaría con la ajenidad en los medios que se establece en los contratos de trabajo. Efectivamente, la empresa debe proporcionar todos los medios necesarios al trabajador para que el adecuado desempeño al completo de sus obligaciones laborales, no al contrario.
Evidentemente, si el empleado llega a un acuerdo con el empresario, es posible que aporte de forma libre su móvil personal para trabajar. Eso sí, la empresa tiene mucho más limitado el control que pueda ejercer sobre el dispositivo al tratarse de una propiedad personal del trabajador, ya que debe respetar su derecho a la intimidad.
Sea como fuere, si se realiza dicho pacto para utilizar el móvil personal como instrumento de trabajo, lo idóneo es que este pacto quede registrado y regulado por escrito, de forma que ambas partes conozcan sus obligaciones y derechos al respecto y no surjan malentendidos ni problemas.
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