ESPECIAL I+D+I
Un olivo concebido en Córdoba para madurar antes y producir más
La Universidad de Córdoba y la empresa Balam Agriculture presentan Sultana, la nueva variedad más productiva y resistente nacida después de estudiar 1.400 genotipos
![Un olivo concebido en Córdoba para madurar antes y producir más](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/10/23/sultana-variedad-olivo-RzP1KcaLAgMqv6HMABqpbyI-1200x840@abc.jpg)
La colaboración entre empresas privadas y universidades es clave para que los resultados de las investigaciones se materialicen en avances palpables.
Uno de los mejores ejemplos de esto es el programa de mejora genética de Balam Agriculture y la Universidad de Córdoba ha alcanzado ... el primer resultado comercial tras el estudio de más de 1.400 genotipos.
La variedad de olivar Sultana, que tan solo la empresa cordobesa Balam podrá comercializar y multiplicar en los próximos treinta años, promete «revolucionar» el sector del olivar en seto, la tipología de olivar moderno que se caracteriza por unos olivos más pequeños, con unos marcos de plantación que optimiza el uso del suelo aumenta la producción.
Según detallaron los investigadores de Ucolivo, proyecto en el que se enmarca la obtención del genotipo, y los responsables de la firma agrícola, se trata de una iniciativa pionera que tiene detrás cuatro años de trabajo en una docena de puntos geográficos: nueve de ellos en Andalucía (en municipios de Sevilla, Cádiz, Córdoba y Jaén), y también en Italia y Portugal. Además, se ha utilizado el Banco Mundial de Germoplasma de Variedades de Olivo, en Córdoba, el semillero varietal más importante que existe, como 'base' para la obtención de esta nueva variedad.
«Sultana es el resultado genotípico del cruce de la variedad Arbosana como parental femenino y Sikitita como parental masculino. A su vez, Sikitita era el resultado de otro cruce entre las variedades Picual y Arbequina. Esto hace de Sultana una variedad única, que posee lo mejor de tres de las variedades de olivo que mejor funcionan», detalla Pedro Valverde, investigador del Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba y uno de los obtentores de la variedad.
Una de las ubicaciones clave ha sido la Finca El Valenciano. Situada cerca de Carmona, es propiedad de Balam y ha sido la prueba de fuego para ver cómo se comportaba Sultana en su cuarto año de producción. El resultado ha sido «excelente», a tenor de las impresiones de los investigadores: hasta 2.000 kilos de aceite por hectárea, lo que alza los primeros ensayos, que cifraban su producción entre 1.200 y 1.600 kilos por hectárea.
Su comportamiento en campo
Pero, ¿cómo es Sultana y cómo se comporta en campo? Según detallan desde Balam, la nueva variedad de olivar en seto es más productiva, con una maduración más temprana, un envero de larga duración y un alto rendimiento graso. Además, su periodo de recolección es más largo y, por su porte y vigor, se adapta perfectamente a la producción en alta densidad y su fruto es de mayor tamaño en comparación con el resto de las variedades.
De otro lado, Juan Carlos Cañasveras, el director de Negocio de Balam, especificaba durante su puesta de largo que provoca un ahorro de costes en la poda y en otros parámetros por la mecanización y genera un aceite de oliva virgen extra de gran calidad.
![Presentación oficial de Sultana](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/10/23/foto-familia-sultana-U54488146048bzm-624x385@abc.jpg)
El representante de Balam destaca, a su vez, una de las grandes cualidades de Balam para posicionarse como referente de cara a las producciones de alta densidad. Y es que Sultana acorta la maduración frente a las dos variedades de competencia más directa, entre cuatro y siete semanas. «Esto hace que, a mediados de octubre se pueda estar ya a unos niveles del 40% de materia grasa», concreta.
En cuanto al aceite de oliva virgen extra obtenido de los primeros ensayos con Sultana, han sido analizados por el químico y oleólogo José Antonio Torres, que asegura que se trata de un aceite «potente, frutado e intenso, complejo con armonía en boca, con matices fundamentalmente frutales o que recuerdan a frutas y con un fondo de plantas aromáticas». Es un perfil, asegura, «muy interesante» desde el punto de vista comercial, y supone «una alternativa a otras variedades de cultivo en seto para aquellos agricultores que buscan un plus de calidad en sus aceites».
Más genotipos
El 'hallazgo' de Sultana no es, ni mucho menos, el punto final para la colaboración entre la empresa cordobesa y la Universidad de Córdoba. Y es que, incluso antes del nacimiento de Balam Agriculture, resultado de la fusión de Galpagro y CBH, Galpagro ya implementó junto a la institución universitaria su propio programa de mejora genética.
«Tener a Sultana como una variedad lista para la comercialización es para Balam un hito muy importante y una gran aportación de nuestro departamento de I+D al sector del olivar. En Sultana se han visto características que han sobresalido sobre los más de 1.400 genotipos que han pasado por las distintas fases de evaluación», apunta Teresa Carrillo, directora del departamento de I+D.
Dentro de la línea de colaboración, «se ha ampliado el acuerdo para incorporar a estudio 1.500 nuevos genotipos a los 1.400 que ya se encontraban en evaluación y entre los que ya tenemos varios candidatos que presentan características muy interesantes para el mercado», afirma Carrillo.
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