ESPECIAL I+D+I
El control biológico, la gran revolución del 'agro' almeriense
Microorganismos e insectos se usan cada vez más como alternativa para combatir plagas y enfermedades, sustituyendo a los pesticidas tradicionales
![Invernadero de tomates](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/12/06/tomates-semillas-fito-RfqdYoVCJ7N6i0TY7MhUv9J-1200x840@diario_abc.jpg)
uchos la califican como la 'gran revolución' del sector agrario almeriense en las últimas dos décadas. Otros, como un futuro inevitable que ya está aquí. Lo cierto es que, más allá de frases hechas y de intenciones, el uso de microorganismos para garantizar la ... salud de los suelos y el control biológico contra las plagas han llegado para quedarse a los invernaderos almerienses.
Aunque es en los últimos años cuando se está hablando más tanto de los microorganismos como de los insectos que se utilizan para combatir algunas de las plagas de forma 'natural', lo cierto es que los agricultores almerienses llevan años comprobando su eficacia y, por tanto, utilizando estos métodos en sus explotaciones.
«Hace más de veinte años que en Coexphal, la asociación de empresas productoras hortícolas de Almería, pusimos en marcha un departamento para fomentar el uso de métodos alternativos al control químico de plagas, porque se había llegado a un camino sin salida», explica Jan van der Blom, responsable del Departamento de Técnicas de Producción de Coexphal.
Y es que, según reconoce, la enorme concentración de invernaderos, «con todos enfrentándose a las mismas plagas con idénticos productos fitosanitarios», hizo que algunas de las enfermedades vegetales más importantes se volvieran resistentes a todos los insecticidas disponibles. «Esto generó un bucle, en el que los agricultores empezaron a aplicar cada vez más productos químicos y en mayores concentraciones, con resultados cada vez peores y que, como último resultado, dio pie a importantes problemas comerciales, ya que los residuos detectados sobre las cosechas, sobre todo de pimiento, fueron intolerables», rememora el también entomólogo.
Pimiento, el primer cultivo
Todo esto llevó a que las asociaciones de productores, las empresas auxiliares y los agricultores apostasen, a partir de 2007 y dejando a un lado las reticencias, por la implementación masiva del control biológico, primero en pimiento y, posteriormente, en el resto de los cultivos. Y esto no se acaba aquí, pues cada nueva plaga necesita de una investigación propia para seguir avanzando.
Actualmente, en los invernaderos de Almería se sueltan, anualmente, unos 30.000 millones de insectos y ácaros que 'sustituyen' productos fitosanitarios. En cifras, 27.863 hectáreas de invernaderos utilizan esta técnica en la provincia de Almería, el 52,5% de la superficie cultivada, un 5% más que la campaña pasada, según datos de la Junta de Andalucía. El pimiento sigue siendo el producto estrella con el 100% de superficie con control biológico (12.575 hectáreas), seguido del tomate, con 5.393 hectáreas, el pepino, con 4.676 hectáreas, y la berenjena, con unas 2.000 hectáreas.
«Las plagas más importantes se controlan con fauna auxiliar, insectos y ácaros en el 80% de los cultivos de Almería, incluyendo el 100% del pimiento, tomate y berenjena», detalla Van der Blom.
Por otra parte, desde Coexphal diferencian dos tipos de micororganismos presentes en la agricultura almeriense. Por un lado, los fitopatógenos, es decir, las enfermedades (hongos, bacterias y virus) de las plantas, contra las que se usan algunos productos microbiológicos disponibles, por ejemplo, a base de hongos que se alimentan de los patógenos, o a base de microorganismos que aumentan la resistencia del cultivo.
De otra parte, también hay que destacar los productos fitosanitarios microbiológicos, que luchan contra plagas de insectos y ácaros. La ventaja de estos plaguicidas microbiológicos es que suelen ser muy selectivos, porque solo actúan contra la plaga en cuestión y no afectan a la fauna auxiliar u otros organismos, y que no dejan residuos. «Son muy eficientes, desde el sector solicitamos a las administraciones, europeas y españolas, que se agilicen los procedimientos para el registro de este tipo de materias activas».
Principales plagas
Esta lucha contra plagas tan conocidas como la 'Tuta absoluta', el pulgón y mosca blanca, va acompañada de estrategias sostenibles también para la desinfección del suelo, como son la solarización o biosolarización. Estas técnicas consisten en aprovechar la radiación solar, capturada a través de unas capas de plástico, que activa térmicamente a los patógenos.
Además, se impulsa el uso de plantas auxiliares, vegetales autóctonos que sirven de barrera natural contra las plagas. Incluso se ha fomentado la presencia de ciertas aves, lagartijas y murciélagos, que ayudan a mejorar la sanidad vegetal de los invernaderos.
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