novedad editorial
Vila-Matas: «Hay gente muy interesante que no cuenta nada»
El escritor barcelonés presenta su nueva novela, 'Montevideo', basada en un cuento de Cortázar
Enrique Vila-Matas: «Hay que huir de la gente con certezas. Todo es relativo»
Vila-Matas se adentra por primera vez en el género fantástico en su nueva novela, 'Montevideo'
Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948) ha vuelto a recurrir a la figura del narrador ensayista establecer la trama de 'Montevideo' (Seix Barral), una novela que está contando con una excelente acogida por parte de los lectores y de la crítica y que ... más que a una ciudad remite, como el propio autor comenta, «a un estado de ánimo».
Esta obra muestra a un autor renacido tras haber sido sometido a un trasplante de riñón. «He tenido este problema físico que me hizo empatizar con el cantante Raphael. Vi el documental que le han hecho y me he dado cuenta de que es un personaje muy listo. Tras el trasplante de hígado al que fue sometido, Raphael se modernizó y electrizó sus canciones. Bob Dylan también cambió el estilo en sus canciones tras haberse operado. Pero debo confesar que escucho más a Dylan que a Raphael», sonríe.
El autor de 'Kassel no invita a la lógica' también se ha visto afectado por la pandemia, algo que «en principio pensé que no iba a ser un problema porque los escritores pasamos mucho tiempo en casa. Pero al final vi que era un inconveniente por la falta de contactos con los amigos». En ese periodo, Vila-Matas se centró en el libro de entrevistas que le ha hecho la periodista Anna María Iglesia ('Ese famoso abismo. Conversaciones con Enrique Vila-Matas'). «Luego vino 'Montevideo' con la voz de un ensayista que narra, como en casi todas mis novelas. El primer borrador lo hice antes del trasplante. Gracias a la generosidad de mi mujer, que me donó un riñón, tras esa operación me encontré con un libro que pienso que es uno de los mejores míos».
Respecto al título de Montevideo y a que remita más a un estado de ánimo, el escritor dice que «tuve sensaciones muy buenas cuando conocí la ciudad y las gentes de Montevideo. Borges dijo que era como Buenos Aires antes. Además, ha habido allí grandísimos escritores como Juan Carlos Onetti o Mario Levrero».
Asegura también que «me siento muy orgulloso de esta novela porque reanuda la felicidad que tenía en mis primeros años, cuando no tenía complejos por lo que dirían de mis libros. En general, mi obra es una voz literaria de un solo libro. Son narradores ensayistas. El narrador es uno y la voz es lo que el lector reconoce. Pero tampoco podemos hablar de que sea un libro biográfico porque el narrador va a París para ser un delincuente y se presta a la confusión, ¿es él o no es él? El narrador transforma la vida del autor. Inventa y no inventa».
«Ahora no combato tanto contra la literatura del siglo XIX como antes, sino contra la autoficción»
Llegados a este punto, sostiene Vila-Matas que «la no ficción es una ficción también». En el caso de la novela, «donde se mezclan la realidad y la ficción es en la habitación del hotel de Montevideo, donde hay esas puertas contiguas».
Preguntado por si cree que la autoficción es un término del que se ha abusado excesivamente en los últimos años, Vila-Matas indica que «la autoficción es redundante con respecto a la ficción. La Biblia y el Quijote son ficción, no autoficción. Serge Doubrovsky creó ese concepto en 1977. En 'París no se acaba nunca' hice autoficción, algo que llegó a España muy tarde. Ahora se clasifican de autoficción las novelas que son muy malas y que hablan de uno mismo».
El cuento de Cortázar
El origen de 'Montevideo' está, en buena parte, en 'La puerta condenada', cuento que Julio Cortázar escribió tras alojarse en el Hotel Cervantes de Montevideo. «La primera vez que visité Buenos Aires una amiga me habló de la coincidencia de ese relato de Cortázar con otro de Bioy Casares en cuanto al tema de la puerta y de la habitación. Hoy venden en ese hotel una habitación como si fuera la que Cortázar visitó, pero eso es falso. Yo he pensado que es como una especie de conjura para conservar ese hotel donde cantó Gardel». Llegados a ese punto, el narrador busca esa habitación de Cortázar. «Viajé a París —prosigue este autor— para abrir la puerta de la habitación única. En esa habitación había una puerta al fondo. Quince días después fue el atentado de Bataclan, con el que acaba mi novela. Nunca he sabido lo que hay en esa otra habitación de París».
Otra de las aportaciones felices de 'Montevideo' es la incursión de este escritor por primera vez dentro del género fantástico, al que ha acudido tras abrir esa puerta del hotel. «El dilema del Quijote es que no puede plasmar la realidad exacta. El encanto de la literatura es que es un mundo aparte que conecta con la realidad. Ahora no combato tanto contra la literatura del siglo XIX como antes, sino contra la autoficción. Lo normal es contar las cosas a medias. Voltaire dice que contarlo todo es sinónimo de aburrimiento. Hay también gente muy interesante que no cuenta nada».
Una de las obras más aclamadas de Vila-Matas es 'Bartleby y compañía', en donde se homenajeaba al célebre personaje de Herman Melville y su frase 'preferiría no hacerlo'. «No odio esa frase, lo que odio es que se haya convertido en un cliché. Se hicieron hasta camisetas con esta y se vulgarizó el texto de Melville. En 'Montevideo' el narrador sí odia la frase», concluye.