Centenario de Baldomero Romero Ressendi
Ressendi, el último gran figurativo de la pintura sevillana
Especialistas como Enrique Valdivieso valoran la figura de este pintor que hoy hubiera cumplido cien años
![Detalle del 'Autorretrato con capote' de Ressendi](https://s1.abcstatics.com/abc/sevilla/media/cultura/2022/01/19/s/autorretrato-ressendi-centenario-U18552787762wRp-1248x698@abc.jpg)
La biografía del pintor Baldomero Romero Ressendi , que tal día como hoy hubiera cumplido cien años, es una de las más novelescas de la historia del arte sevillano del siglo XX. Su carácter bohemio y temperamental, hedonista y extravagante, propició durante ... sus 55 años de vida episodios bien conocidos por todos aquellos que se han acercado a su pintura. Algunos son ciertos y otros completamente espurios e inventados, lo que en ocasiones ha dejado en segundo plano lo que verdaderamente importa en un artista: la calidad de su obra.
Pero lo cierto es que especialistas como Enrique Valdivieso lo consideran como «el último gran figurativo de la pintura sevillana », motivo por el cual lo incluyó al final de un libro fundamental en su bibliografía: 'Historia de la pintura sevillana'. Un artista «expresionista», en palabras de este especialista, que se atrevió a desarrollar en plena posguerra un estilo «trágico» alejado de las modas, en un tiempo, como recuerda este experto en arte, «donde quien triunfaba era Alfonso Grosso y los pintores académicos, que no tenían el drama y la tensión energética del autor de 'El locutorio de San Bernardo' ».
Su pintura trágica y expresinista triunfó en la pintura sevillana de la posguerra, dominada por el academicismo, señala Enrique Valdivieso
«La alusión al expresionismo es fundamental», señalaba el exdirector del Bellas Artes de Sevilla Enrique F. Pareja en el catálogo de la exposición que le dedicó el Museo de Alcalá de Guadaíra en 2007, localidad en la que Ressendi tuvo su estudio entre 1951 y 1964.
En este pintor, el catedrático emérito de la Universidad de Sevilla localiza, además de la influencia de Goya , esencial y a la que el propio artista rindió homenaje, otros referentes como Velázquez y El Greco . Además, Valdivieso destaca que fue un « dibujante espléndido , de una modernidad absoluta y muy suelto», mientras que en su producción, temáticamente variada, se suceden el retrato, el bodegón, las escenas circenses, el tema religioso, una renovada y oscura visión del costumbrismo, lo siniestro...
Valdivieso hace asimismo hincapié en que «fue un gran pintor de toreros , a los que gustaba pintar viejos y olvidados, como recordando sus años de esplendor. Una visión patética de un mundo extraordinario».
A pesar de todo ello, la presencia en museos de arte contemporáneo de este artista, que nació un 20 de enero de 1922, es residual cuando no prácticamente inexistente. Aun así, su obra sigue acaparando pujas actualmente en conocidas casas de subastas.
!['Las tentaciones de San Jerónimo', que casi le cuestan al pintor la excomunión](https://s3.abcstatics.com/abc/sevilla/media/cultura/2022/01/19/s/san-jeronimo-centenario-U57168471328atn-510x349@abc.jpg)
Pero ¿quién fue realmente Baldomero Romero Ressendi y cuánto hay de mito y de realidad en su biografía? Sobre este último aspecto hay exageraciones, como el episodio que cuenta que cuando el cardenal Segura vio el cuadro 'Las tentaciones de San Jerónimo' lo excomulgó. Lo cierto es que el prelado se lo planteó, aunque no llegó a hacerlo, tal como señala el investigador Álvaro Cabezas García en la revista 'Laboratorio de Arte' de la Universidad de Sevilla , por intermediación de uno de sus benefactores, el catedrático de Historia del Arte y alcalde de Sevilla, José Hernández Díaz.
Lo real y lo imaginario se dan cita en su novelesca biografía, con episodios ciertos como que el cardenal Segura se planteó excomulgarlo
Pero más allá de su reconocida afición al flamenco, a la noche y a la juerga, lo cierto es que el artista «podía pintar durante dos o tres días seguidos sin dormir y alimentándose de bocadillos», como rememora su primo y reconocido abogado alcalareño Vicente Romero Muñoz en un artículo que escribió para la 'Revista de Feria y Fiestas de 2004' de Dos Hermanas.
En ese texto, Romero Muñoz señala varias anécdotas que ilustran la volcánica personalidad del pintor, como que una vez tiró a una piscina a un crítico que fue injusto con su obra o la negativa a pintar a una señora de la alta sociedad sevillana, mayor y por lo visto poco agraciada. Al parecer, ante el cheque en blanco que le tendían respondió: «Yo no pinto loros» y salió corriendo.
![Detalle del cuadro 'Los borrachos'](https://s3.abcstatics.com/abc/sevilla/media/cultura/2022/01/19/s/borrachos-centenario-ressendi-U42084861676rSl-510x349@abc.jpg)
El episodio se produjo cuando Ressendi ya era un pintor consagrado. En sus inicios, tras abandonar la Facultad de Medicina —era hijo de un famoso médico— y pasar por la Escuela de Bellas Artes , llamó pronto la atención con una exposición en el estudio de Antonio Cubiles en 1944, donde expuso el cuadro que casi le cuesta la excomunión.
Valedores
Entre sus primeros valedores, como explica Cabezas García, estuvieron el mencionado Hernández Díaz; el pintor Hohenleiter ; el torero Manuel Mejías Rapela 'Bienvenida' , que le abrió las puertas del mundo taurino, y el general José Rodríguez Díaz de Leca , quien le puso un estudio en su propia casa de Madrid y acabó presentándole a Franco , con el compromiso de retratarlo y decorar la basílica del Valle de los Caídos.
Ninguno de los proyectos se llevó a cabo, al parecer, por la incomodidad que despertaba en el pintor las estrictas medidas de seguridad que rodeaban al dictador. A pesar de ello, como recuerda Valdivieso, Ressendi, pese a la vida que llevaba, siempre contó con la protección de los militares .
De vuelta a Sevilla, el pintor encaró su etapa más productiva y versátil cuando abrió su estudio en Alcalá de Guadaíra, donde vivió junto a su mujer Paquita y su hija Paloma . «Gracias a la versatilidad de su paleta», señala Cabezas García, su obra llegó a coleccionistas «deseosos de desligarse del conservadurismo pictórico que imperaba en la Sevilla de la posguerra ».
En 1964 se marcharía a Madrid, donde permanecería hasta su prematura muerte en 1977, donde su pintura gozó de un enorme prestigio en vida pese a su carácter bohemio, aunque en buena medida también por cómo trasladaba ese genio a sus cuadros. Se valió de las formas de la tradición sevillana, mantiene este especialista, «tamizándolas con un estilo que pertenecía por completo al artista y a sus constantes vitales —realmente relacionadas con una existencia un tanto desordenada y bohemia—». A lo que añade Valdivieso: «Fue un genio inconformista y un excepcional expresionista, basado en su propio temperamento».
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