Itálica, un festival consolidado que necesita más patrocinadores
La edición 2017 presenta del 30 de junio al 15 de julio nueve compañías que actuarán en el teatro romano y el Monasterio de San Isidoro del Campo

Un año más y vuelve el Festival Internacional de Danza de Itálica, un certamen que nos viene teniendo el alma en un vilo desde hace años, a pesar de cumplir en 2017 su 23 edición. El festival, nacido en 1981, no ha tenido una vida continuada desde entonces y finalmente, tras tres años muerto de 1998 a 2001, se convirtió en bianual hasta el día de hoy..
En la edición 2017 se presentan nueve compañías en dos espacios, el teatro romano y el Monasterio San Isidoro del Campo , en 21 funciones, de las que cuatro son producción propia del festival y que se celebrarán del 30 de junio al 15 de julio.
El cartel de este año es obra de la artista sevillana Inmaculada Salinas, inspirado en las distintas versiones de la Ménade y a modo de collage histórico con imágenes, en su mayoría, sacadas de Internet.
El presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos , dijo que «Itálica, es el evento cultural más veterano de la Diputación, y que han apostado en 2017 «por una programación diversa y para todos los públicos, no sólo para minorías. Es multicultural», explicó. Con el presidente provincial, la delegada provincial de Cultura y el delegado de la Consejería de la Junta de Andalucía, así como los artistas.
Esteno mundial
Este año el festival se inicia el día 30 en el teatro romano, con el estreno mundial de la obra «Golden Days» , de la compañía italiana Aterballetto. La pieza es del coreógrafo sueco afincado en Sevilla, Johan Inger. El montaje cuenta con música de Tom Waits, Patti Smith y Keith Jarrett.
Cuatro compañías más actuarán en este espacio. El día 4 y 5, repite en Sevilla tras su reciente paso por el teatro Maestranza el pasado enero, el Ballet de Letonia con piezas de «Giselle» y «El corsario» con coreografía del director de la compañía, Aivars Leimanis, y la tradicional de Marius Petipa.
Los días 7 y 8 de julio se presenta por primera vez en nuestra provincia, la compañía de Hervé Koubi , el coreógrafo argelino que combina danzas urbanas y contemporáneas. Su historia personal es paralela al del personaje de la novela epónima de Yasmina Khadra. Doce bailarines argelinos y uno de Burkina Faso componen el elenco de esta compañía.
El 11 de julio, una única función de «Catedral» de Patricia Guerrero y Juan Dolores Caballero, un espectáculo que obtuvo el Giraldillo de la pasada Bienal de Flamenco, y que definen como «una liturgia sobre el dolor y la liberación de la mujer».
Y en el teatro concluirá la programación con las danzas urbanas de la Cía Gsus Villaú , que ya intervino en el festival de 2015. Este año estrenan «Ethnicity», una obra escrita en colaboración con Avelino Piedad y realizada para el festival. En el montaje habrá piezas de Baiba Klints, EZ Twins o Andi Vega y otros coreógrafos.
En San Isidoro del Campo las tres propuestas son de mediano formato. Todas ellas vendrán precedidas de una obra de Raquel Madrid y Javier Vila, presentada en el Mes de Danza de 2012 como trabajo en proceso, y que serán los preliminares de cada actuación. La obra se titula, «Tratado de sueño de andar por casa».
Los días 2 y 3 de julio la Cía La Phármaco que dirige la malagueña Luz Arcas presenta «Miserere», estreno en Sevilla.
Los días 9 y 10 de julio será el turno de Laguilda Obscénica con «Offlimits», obra de Enrique y Fernando López de Haro que reúne varias disciplinas contemporáneas y flamencas con coreografía de María Cabeza de Vaca y José Maldonado.
Y finalmente, el 12 y 13 de julio, Excéntrica Producciones/Isabel Vázquez presenta «La maldición de los hombres de Malboro», una pieza que Vázquez ha creado con seis bailarines surgidos del Centro Andaluz de Danza. La obra es «sobre el modelo tóxico del hombre sin capacidad emocional. Eso es algo cultural, no natural, así que tiene solución», dijo la coreógrafa.
Las cifras
El festival cuenta este año con un presupuesto de 500.000 euros , de los que más de la mitad son para la instalación y algo más de 200.000 euros para programación. El aforo es de 774 personas en el teatro romano y 120 en el claustro de los muertos de San Isidoro del Campo.
Aunque la consolidación del festival es un hecho, aseguró Rodríguez Villalobos, «Junta de Andalucía y otros organismos nos ayudan, necesitamos nuevos patrocinadores si queremos seguir creciendo, patrocinios públicos y privados », aseguró.
De hecho, el sistema presupuestario de la Diputación no ha permitido programar el festival con la antelación que se necesita en este tipo de eventos, como mínimo un año antes, por lo que propuestas como la Compañía Nacional de Danza, han quedado fuera por falta de fechas, así como otras compañías y ballets, «hemos salvado como hemos podido las dificultades que impiden contratar a compañías con tan poco tiempo», aseguró Victoria Guzmán, programadora de Itálica.
Las entradas están ya a la venta y no han subido los precios, serán de 12 a 15 euros en el teatro romano y de 15 euros en el Monasterio.
La candidatura de Itálica
Uno de los aspectos a tener en cuenta para un futuro inmediato, según aseguró Rodríguez Villalobos, es la importancia del Festival de Danza en la recientemente presentada candidatura de Itálica a Patrimonio de la Humanidad. «Para esa cita, la Diputación va a echar el resto, y por supuesto el festival es una baza importante que se suma a poner en valor el destacado patrimonio de Itálica. Sin duda apoyaremos el festival como reclamo cultural. Aprovecho a llamar a empresas e instituciones a apostar por el Festival y por Itálica», dijo Rodríguez Villalobos.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete