novedad editorial
Macarena Zambrana: «Confío en que Amenábar compre esta novela. Sueño con el rostro de Lena en la gran pantalla»
La abogada y escritora sevillana debuta con 'Operación Lena' (Algaida), una historia que pone voz a las mujeres que sufrieron abusos sexuales en los campos de concentración nazis
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![Macarena Zambrana relata una historia poco conocida en 'Operación Lena'](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/06/05/macarena-zambrana-dos-RUOC5AZ7y52NHoo1u0RefJK-1200x840@diario_abc.jpg)
Macarena Zambrana (Sevilla, 1983) debuta con su primera novela, 'Operación Lena' (Algaida), una apasionante historia de espionaje ambientada en la Segunda Guerra Mundial que remite a aquellas mujeres que fueron explotadas sexualmente en los campos de concentración nazis y que después de ... haber sido silenciadas durante años han encontrado una voz en el personaje de Lena Wiesel.
—¿Cómo surgió la historia que hay detrás de 'Operación Lena'?
—Mi incursión en las letras comenzó hace ocho años tras comenzar una terapia narrativa a la que recurrí para superar el duelo por la pérdida de mi segunda hija. A partir de ahí me di cuenta de la liberación de emociones que suponía escribir. Era capaz de canalizar sentimientos que llevaban mucho tiempo enquistados. Desde ese momento comencé a escribir pequeñas entradas en redes sociales que hablaban principalmente de emociones y con las que conseguí empatizar con mucha gente. En enero de 2021 llegó hasta mí la imagen de un abrigo amarillo (bastante feo, por cierto). Sentí la necesidad de escribir algo, y comencé sin una idea definida. Me senté delante de un folio en blanco y lo primero que surgió fue un pensamiento que no llegué a verbalizar nunca y data de apenas unos días después de fallecer mi hija, mientras sobrevolaba París. Desde entonces, como si les hubiese dado la bienvenida y como dice mi gran maestra Paloma Sánchez Garnica, los personajes se sentaron a mi lado y me contaron una historia que comencé a escribir tal y como la narraban unos personajes que estaban vivos. El personaje de Lena llegó a mi antes que la operación. Fue por casualidad que descubrí la similitud del nombre de una de mis protagonistas con la una controvertida y poco conocida operación de espionaje. A partir de ahí fui escribiendo «con brújula», sin saber qué me depararía cada capítulo. Puede parecer inusual, pero no hubo un planteamiento inicial. Sencillamente, la historia fluyó como lo hicieron sus personajes y de ahí el nacimiento de esta novela.
—En su novela se habla sobre un asunto poco conocido, la trata de blancas que hubo en los campos de concentración.
—Lo cierto es que antes de comenzar a escribir la novela no llevé a cabo una extensa labor de investigación que probablemente me habría limitado bastante la creatividad de los personajes. De ahí que, al permitirlos hablar, fuesen ellos mismos los que me introdujeron en el campo, y los distintos barracones de los que me fui informando a medida que aparecían en la novela. A pesar de haber visto y leído mucho acerca de la Segunda Guerra Mundial, y concretamente del campo de concentración de Auschwitz, me di cuenta de que siempre había algo que no conocía de cada uno de los barracones. Fue navegando a través de redes cuando me enteré de que había un prostíbulo en Auschwitz. Adentrarme entre los testimonios que existen de mujeres que fueron explotadas sexualmente por los nazis me «obligó» a darles voz a través de Lena Wiesel. Mas de 35.000 mujeres fueron sometidas a la trata de blancas de los nazis y apenas se ha relatado su horror. Actualmente sí están editándose más obras que tratan este asunto, pero no ha sido así durante muchos años. Al horror que vivieron como mujeres en un campo de concentración, donde fueron maltratadas física y psicológicamente, se une la explotación a la que se vieron sometida por su condición femenina. En muchos casos por sus mismos compañeros del campo. Había que darles voz de alguna forma. Silenciar esta parte de la historia, silenciaba el dolor y el sufrimiento de miles de mujeres que ahora están presentes en nuestra memoria. Estoy segura de que aún nos queda mucho por conocer de aquellos campos repartidos por toda Europa que se llenaron de muerte y dolor.
—Ese viejo abrigo sirve como nexo para unir a dos mujeres que estaban conectadas de algún modo, Ángela y Lena Wiesel.
—Un abrigo que llegó a mí por casualidad convirtiéndose en la causalidad más hermosa de la novela. Blitz es un lugar muy especial que desgraciadamente ya no está abierto al público. Esta tienda vintage fue el punto de partida de una historia que une a dos mujeres aparentemente muy distintas que enfrentan a su realidad de forma completamente opuesta. Es ahí donde una del protagonistas encuentra el abrigo que será vital para completar el desarrollo de una operación de espionaje que cambió el rumbo de la Segunda Guerra Mundial.
—Lena Wiesel fue una superviviente del campo de concentración de Auschwitz. ¿En qué personaje o personajes se basó para crear este personaje?
—A priori le diría que en nadie. Que sencillamente llegaron y me contaron sus historias. Durante mucho tiempo lo definí así. Sin embargo, mi gran maestro y mentor en esta novela, Juan Eslava Galán, en una de nuestras conversaciones me dijo: «La primera obra de un escritor es el mayor ejercicio terapéutico de la vida de una persona». Le mentiría si le dijera que lo creí en ese momento. Sin embargo, tres años después de comenzar a escribir esta historia, le confieso que cada uno de los personajes de esta novela es una parte de mí. Podemos ser muchas cosas a la vez, y estos personajes me han demostrado que dentro de cada uno existe distintas opciones y posibilidades de ser y estar en cada momento vital. Somos vulnerables (como Ángela), fuertes y resilientes (como Lena), románticos y enamoradizos (como Jonás), valientes y débiles a la vez (como el personaje Nazi de Frank Meyer). Supongo que surgieron de mí, de cada una de las facetas ocultas que tenemos ahí dentro, y se nos olvida muchas veces. Tardé en reconocerlos. Pero en realidad soy yo, y puede ser cualquier lector que se acerque a estos personajes.
«Mas de 35.000 mujeres fueron sometidas a la trata de blancas de los nazis y apenas se ha relatado su horror»
Macarena Zambrana
—Aparte de esa trama, también está presente el espionaje contra los nazis.
—La verdadera Operación Lena ocurrió en el año 1940. En la novela se traslada al año 1944, por eso es ficción histórica. Cuando Alemania conquistó Francia puso sus ojos en Gran Bretaña. No era la primera vez que hacían operaciones de espionaje. En esa fecha ya habían llevado a cabo operaciones de más alto nivel que habían sido ejecutadas con éxito. Sin embargo, la Operación Lena, de la que se sabe muy poco, fue un completo fracaso. Los espías cruzaron en lancha el Canal de la Mancha hasta llegar a Gran Bretaña, donde fueron ejecutados. La mayoría no tenían preparación de ningún tipo, de ahí la controversia que genera esta operación. Aunque los historiadores no se ponen de acuerdo, muchos creen que pudo ser un plan desde el nazismo para evitar que Hitler siguiese llevando el control de Alemania y de la Guerra. Pero eso es algo que aún no se ha conseguido demostrar a ciencia cierta.
—A pesar de la crudeza de la Segunda Guerra Mundial, siempre defiende el mensaje de que todas las guerras se acaban, ¿no? ¿Sirve eso de consuelo para guerras tan longevas ya como la de Ucrania?
—Sin duda es el gran mensaje de esta novela: todas las guerras se terminan alguna vez. Yo añadiría que las internas también. Aunque las creamos eternas, nada dura para siempre. El mensaje aplicado en la novela y a los personajes, hace alusión al proceso de duelo que todos y cada uno de ellos han atravesado o atraviesan durante la historia. Se lanza una reflexión al lector, y es que debemos aprovechar esos momentos en los que el terreno parece baldío, cuando sientes que algo (del tipo que sea) ha pasado por encima de nosotros y de nuestras vidas. Es el momento, aunque no lo creamos que más nos va a enseñar y tenemos la posibilidad, si somos lo suficientemente valientes, de enfrentarnos a nosotros mismos, de salir siendo un poco mejor de una época que terminará. De nosotros depende que no pase por nuestra vida en vano. Las guerras del tipo que sean terminarán y dejarán un pozo de recuerdos en nosotros, pero también de situaciones que nos empujaron un día a caminar por un camino desconocido, probablemente de la mano del miedo, que sin duda, nos hará crecer. El horror que vemos no solo en Ucrania si no también en otros puntos del mundo, también se acabará. Como todas las guerras dejará a su paso el sabor amargo de las lágrimas que derraman la muerte y el sufrimiento vivido por las familias que han sido destrozadas por este sin sentido. Al mundo solo le queda aprender de ellas. Ese es el problema. Las demás guerras deberían haber enseñado. Eso es lo que ocurre cuando se libra una guerra interna, debe enseñarnos a crecer, sin embargo, la historia se empeña en repetirse y seguirá haciéndolo, hasta que entienda que estamos condenados a volver a pasar por los mismos capítulos si no entendemos por que está ocurriendo.
![Cubierta de la novela](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/06/05/operacion-lena-cubierta-U57565168817llk-760x1200@diario_abc.jpg)
—¿Por qué cree que Alejandro Amenábar debería dirigir 'Operación Lena'?
—Creo en los sueños -sonríe la autora-. Creo en la posibilidad de materializarlos y que la ilusión es lo único a lo que podemos aferrarnos cuando la monotonía lo pinta todo gris. Escribí esta novela pensando que él haría realidad estos personajes y confieso que sigo manteniendo este «loco sueño». De hecho, no tengo intención de dejar de mantenerlo hasta el último día. Nadie debe hacernos dudar de nuestros sueños, por muy locos que puedan parecer. Sé que estas mujeres conquistarían a Alejandro Amenábar como han conquistado ya a tantas personas que se han adentrado en su historia, y se, que él llenaría de alma una historia como esta. Confío en que un día pasará por delante de una librería y comprará esta novela. Quiero soñar y lo seguiré haciendo con el rostro de Lena en la gran pantalla, y nadie me hará dudar de mi capacidad para alcanzar este deseo. Un día él y yo volveremos a vernos. Porque la vida me dio las oportunidades de saludarlo en un restaurante en Sevilla donde me atreví a confesarle mi sueño. No sé si alguna vez se hará realidad, pero el simple hecho de imaginarlo ya me empuja a seguir. Así funcionan los sueños.
—La novela se ha ido construyendo poco a poco sin saber qué iba a pasar en los capítulos siguientes. ¿Se considera más una autora de brújula o de mapa?
—No sabría escribir con mapa, ni siquiera sabría vivir con mapa. Soy muy espontanea e impulsiva y tremendamente pasional. Sería incapaz de seguir un guion marcado para unos personajes anclados. No creo que sepa nunca escribir así. Seré fiel a la brújula siempre. Estoy convencida de que me llevará donde tenga que estar.
—¿Cuáles son sus autores de referencia?
—Leo de todo y no todo de un mismo autor. Me gustan mucho los libros de desarrollo personal. Leo mucho sobre psicología. Ensayos principalmente. No obstante, si tengo autores de referencia que son grandes del panorama nacional, con los que he tenido la oportunidad de compartir confidencias y momentos que me han enseñado muchísimo, no tendría forma de agradecérselo.
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