cultura
Jordi Tort Guals: «El próximo director titular de la Sinfónica de Sevilla debe ser muy buen músico y estar en un momento ascendente de su carrera»
El nuevo director gerente de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla adelanta que a finales de temporada se organizará una 'Novena' de Beethoven con coro participativo
Jordi Tort Guals, nuevo director gerente de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla
Beatriz Fernández Aucejo debuta al frente de la Sinfónica de Sevilla en la gala inaugural de temporada en el Alcázar
![Jordi Tort Guals, a los pies de la Torre del Oro, afronta su primera temporada como director gerente de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/09/13/jordi-tort-guals-RRutJZzLYkEHbHZA0gyVhGN-1200x840@diario_abc.jpg)
Jordi Tort Guals (Barcelona, 1968) fue designado como nuevo director gerente de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla el pasado mes de abril. Se incorporó al cargo a principios de junio y, aunque lleve poco tiempo, ya ha podido introducir algunas ideas para ... esta temporada 2024-2025 que dejó cerrada su predecesor, Victoriano Martín, tras haber realizado una labor impecable pese a la interinidad en el puesto. El gestor catalán —que tiene un contrato de dos años con la idea de continuar en el futuro— se ha planteado ya algunos desafíos importantes para los próximos meses, como la búsqueda de un nuevo director artístico que enganche a nuevos públicos tras la finalización del contrato de Marc Soustrot la pasada temporada o la necesidad de que la ROSS genere recursos propios con independencia del apoyo económico de las administraciones que la apoyan, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Sevilla.
—¿Qué es lo que le llamó la atención a la hora de presentarse al concurso como nuevo director gerente de la Sinfónica de Sevilla?
—Me impulsó sobre todo el hecho de que gestionar una orquesta es un trabajo que me encanta. Y en segundo lugar, pese a no conocer bien Sevilla, siempre ha sido una ciudad que me ha gustado porque pienso que tiene un tamaño ideal. Es suficientemente grande y creo que yo puedo encajar aquí y podemos aportar cosas interesantes para trabajar con una orquesta como la de Sevilla. Hay muchas cosas que ya se han explorado, pero creo que hay un campo interesante para recorrer con la ROSS. Es una capital con suficiente peso demográfico para tener un buen público. También me interesaba trabajar con una gran orquesta sinfónica como esta porque, a diferencia de las orquestas más pequeñas, puedes hacer todo el repertorio, desde el clásico hasta nuestros días. Y eso era muy interesante para mí.
—Cuando usted fue elegido como nuevo gente, la temporada actual estaba prácticamente cerrada, ¿no es así?
—Efectivamente. Cuando me lo comunicaron el ciclo de abono 'Gran Sinfónico' ya estaba hecho. Lo que no estaba tan claro eran los conciertos extraordinarios. El tema de estos conciertos sí se sabía, pero los equipos no estaban elegidos ni el repertorio tampoco. Desde que he llegado hemos trabajado en las cosas que faltaban. También había algunas semanas que estaban vacías y hemos trabajado en rellenarlas con proyectos de mi cosecha en algunas de ellas. Por desgracia hemos tenido la baja del maestro Soustrot en dos conciertos que teníamos programados con él para esta temporada y que he tenido que solucionar buscando a otras dos grandes directoras a las que hemos invitado. Uno es el programa 'Gran Sinfónico' inaugural, que será dirigido la próxima semana por Shiyeon Sung y el otro es el programa en el que la orquesta tocará 'Petrushka' de Stravinsky y Juan Pérez Floristán interpretará el 'Concierto para piano y orquesta' de Bartók, bajo la dirección de Eun Sun Kim. Tanto Shiyeon Sung como Eun Sun Kim son dos directoras que están al frente de grandes orquestas del mundo. Shiyeon Sung ha dirigido al Concertgebouw de Amsterdam, Radio France, etc. y a Eun Sun Kim yo la vi dirigiendo a la Filarmónica de Berlín. Luego tuvo un gran éxito en Barcelona con la OBC. Son dos grandes perfiles internacionales.
—Es muy positivo para la Sinfónica de Sevilla que cada vez haya más mujeres, ¿verdad?
—Es positivo abrir nuestra orquesta a directoras como estas que están teniendo un enorme éxito internacional. Es una tendencia en el mundo del sinfonismo. Cuando yo estaba de gerente con la Orquesta de Córdoba era un tema que se planteaba, pero no había solución. Tampoco entonces había muchos perfiles que tuviesen una calidad garantizada, pero luego en Barcelona el tema estaba ardiendo y ahora está casi normalizado que las mujeres dirijan grandes orquestas. Esta temporada vamos a dar un paso importante en ese sentido. Muchos conciertos extraordinarios van a tener al frente a maestras, como por ejemplo la gala inaugural de la temporada que acaba de dirigir Beatriz Fernández Aucejo en el Alcázar. Ella ha estado al frente de las grandes orquestas españolas y creo que sólo le faltaba actuar con nosotros.
—La Sinfónica está buscando a un nuevo director titular. ¿Es posible que una mujer pueda entrar en esa terna?
—Estamos trabajando en la búsqueda de un director titular desde que he llegado. Es un tema complicado porque hay muchas voluntades que aunar y necesidades que cubrir. Obviamente sería posible. No sé si en la primera designación va a haber una candidata femenina, más que nada porque cuando eliges a un titular lo ideal es buscar a alguien que haya pasado por la ROSS y que haya ahí un conocimiento y una apreciación mutua. No siempre hubo muchos casos de esos en el pasado. Mi idea es también que vayan pasando más directoras para ir probando esto de cara a un futuro. O a lo mejor un principal asociado que pudiera ser una directora. Una cosa así sí podría ser para una directora. Se está normalizando que las directoras lleguen a las orquestas, pero aún hay que romper el techo de cristal que impide que sean titulares o principales invitadas.
—¿Qué perfil debe reunir el próximo director titular?
—Ante todo, debe ser un muy buen músico y estar en un momento dulce y ascendente de su carrera, que tiene que tener proyección nacional e internacional. Que el hecho de que venga a Sevilla a la Sinfónica le suponga un apoyo para seguir triunfando aquí y en todas partes. Me gustaría que se tratara de alguien que tuviera también una actividad fuera de Sevilla, que no sólo se concentrase en dirigir a la orquesta de la que es titular, sino que tuviera fuera asimismo una buena actividad concertística y operística, si es el caso, en tantas plazas como fuera posible. También buscaremos a alguien que pueda tener un contacto continuo con los músicos, que trabaje el sonido de la orquesta y la programación conmigo. Nos interesaría además la dimensión social para que no se centrase sólo en lo sinfónico, sino que nos ayudara a implantar a la orquesta en diversos sitios a nivel tanto de público convencional como de búsqueda de otros nuevos públicos.
—¿Tendremos entonces director titular para esta temporada?
—Yo creo que sí. Debería más pronto que tarde salir un director porque es positivo para todos tener un horizonte y que ese nuevo director pueda empezar a trabajar ya.
—¿Cómo está siendo su diálogo con los músicos de la orquesta en una etapa en la que el anterior gerente ha logrado sembrar la paz social tras la crisis de la huelga de 2023?
—Quiero pensar que siempre he tenido un talante muy dialogante. Mi intención no es recortar plantillas ni repertorios, yo ya se lo he dicho a los músicos. Está claro que esta es una orquesta pública que tiene una pirámide de poder que es la que hay. Yo tengo que gestionar la orquesta en base de esta pirámide, pero en todos los casos voy a buscar siempre un acuerdo con los músicos, una información, nunca voy a buscar la confrontación. Además, estoy muy comprometido con la parte artística, que esté lo más dotada posible, sin crear problemas presupuestarios. Quiero que la programación y que los proyectos sean lo más interesantes posibles y que estén cuidados. Esa es mi prioridad con esta orquesta para que vaya creciendo y mejorando. Esa ha sido siempre mi guía en todos los proyectos artísticos en los que he estado, en los que he combinado la gestión con lo artístico.
—¿Cree que la plantilla está compensada o hacen falta nuevas incorporaciones?
—Yo diría que la plantilla está bien cubierta para lo que es la media de las orquestas sinfónicas españolas, o al menos las que he conocido últimamente. Hay algunas bajas significativas, pero son coyunturales, no son estructurales. Había una baja de auxiliar de concertino que lleva mucho sin cubrirse, pero la plaza se va a cubrir en los próximos meses. También se va a hacer otra audición para cubrir la baja del solista de timbales. Se han cubierto otras bajas de cuerda y haremos igualmente una convocatoria para cubrir una baja que se ha producido recientemente en la plaza de solista de violonchelo. Habrá bajas por jubilación y otros motivos, pero yo estoy comprometido a que se cubran esas plazas lo antes posible.
—¿Qué atractivos y novedades va a ofrecer esta temporada el ciclo 'Gran Sinfónico'?
—Novedades con respecto a la anterior temporada son los dos conciertos sinfónico-corales, que en las últimos años fueron más difíciles por el esfuerzo económico que significaban. El primero está funcionando muy bien en la venta de entradas y es el de 'Carmina Burana' de esta próxima semana con el Orfeón Donostiarra, que creo que vuelve a Sevilla quince años después de su última actuación. Y además con Shiyeon Sung, que tiene un curriculazo, como le dije antes. Además, destacaría nuestro último programa 'Gran Sinfónico' de temporada (3 y 4 de julio), donde la orquesta tocará la 'Novena' de Beethoven con Guillermo García Calvo como director y el Coro del Maestranza. Le adelanto que el fin de semana siguiente haremos otra 'Novena' de Beethoven, pero con un coro participativo. Se trata de un proyecto para buscar una vinculación diferente con nuestro público, para abrir eventualmente la orquesta y el teatro a gente que no ha participado aún. Habrá un límite de gente, pero la idea es hacer esto dentro de este marco del festival de la 'Novena' como final de temporada. Yo también voy a destacar dos momentos en que los solistas de la Sinfónica serán solistas en el concierto. En el primero de ellos, nuestra concertino, Alexa Farré Brandkamp, será solista en el 'Concierto de Brandenburgo nº3' de Bach y en el 'Concierto para violín y orquesta nº3' de Mozart, además de dirigir la 'Sinfonía de cámara' de Shostakóvich. En el otro concierto nuestro solista de flauta, Vicent Morelló, tocará el 'Concierto para flauta y orquesta' de Nielsen, que dirigirá un gran director que es muy joven, Nuno Coelho. También por supuesto tenemos a Juan Pérez Floristán, que sigue con el ciclo de Bartók y hará el 'Concierto para piano y orquesta' dirigido por Eun Sun Kim
—Imagino que la Sinfónica buscará nuevos proyectos con Pérez Floristán y con otros destacados artistas andaluces.
—Por supuesto. A mí me gustaría en un futuro trabajar con artistas que sean primeras figuras locales y andaluzas. Por ejemplo, Leonor Bonilla va a cantar en el Concierto de Año Nuevo. También me encantaría que actuara con nosotros la violinista granadina María Dueñas. Con Lucas Macías volvemos a trabajar esta temporada. Me gustaría aumentar la vinculación con este tipo de artistas andaluces y también desearía contar con grandes artistas internacionales y con otros directores que van a seguir viniendo y a otros a los que volveremos a invitar.
—¿Qué es lo que necesita la orquesta para atraer a nuevos públicos?
—Este es un tema complicado. Por un lado, estamos trabajando en confirmar el valor del ciclo 'Gran Sinfónico', que es el patrimonio de la orquesta que se nos ha encomendado preservar. Intentaremos que haya en los programas una mezcla entre alguna obra conocida y más obras de descubrimiento para garantizar que a la gente le va a atraer ambas cosas. Prefiero compatibilizar esa dualidad en los programas. También buscaremos nombres internacionales que atraigan al público y que hayan dirigido o actuado en superorquestas. Por otra parte, siempre los públicos se van renovando y siempre hay nuevos públicos. En el caso de los abonos, ahora en septiembre se están vendiendo más. Nuestro objetivo es llegar esta temporada a unos 1.000 abonados. Estamos planteando con el equipo crear una marca nueva para toda la actividad que se sale de los abonos. Se le ha llamado hasta ahora conciertos extraoridinarios, pero me gustaría crear una marca nueva para atraer a un público que va más allá del ciclo 'Gran Sinfónico'. Ahí habría música de cine, crossover con otras músicas como el jazz, conciertos participativos como la 'Novena' de Beethoven, etc. También me gustaría incrementar los conciertos familiares. También estamos avanzando en poner en marcha una política digital de la orquesta para poder tener al menos las piezas del ciclo 'Gran Sinfónico' grabadas audiovisualmente para poderlas utilizar en redes sociales, plataformas de música y tener ahí una presencia. A lo mejor esto último no nos da resultados inmediatos, pero es otra forma de ganar nuevos públicos.
—Imagino que la orquesta seguirá saliendo del Maestranza.
—Sí, es una política que ya veníamos haciendo y que va a continuar. Estamos hablando con el teatro de Alcalá de Guadaíra, con Fibes y con otros escenarios. Eventualmente me gustaría tener un escenario para hacer un concierto gratuito al año para la ciudad. Estamos buscando presupuesto para ello. En el pasado hemos colaborado con otras entidades como la Bienal y vamos a continuar en esa línea.
—Entonces, este año la venta de abonos va mejor que otras temporadas, ¿no es así?
—Sí, yo creo que ha influido mucho el repertorio y que las circunstancias este año se han calmado mucho. Se ha transmitido la idea de que la orquesta es una institución en la que se puede confiar y que ahí estaremos. Aún no hemos acabado la campaña de la venta de abonos y me está sorprendiendo que en septiembre se están vendiendo muchos. Espero que superemos los 1.000 abonados, por lo que tendremos casi cien más que el año pasado. Eso, en este contexto, supone una subida considerable. Hay que felicitar de ello a Victoriano Martín y a las instituciones públicas, ya que tanto Junta de Andalucía como Ayuntamiento han refrendado su apoyo a la orquesta. Hay que felicitar también al comité de empresa porque se llegó a este pacto del Sercla y desde entonces ha habido una paz social y una situación más regular. Además, imagino que habrá ayudado la designación de un nuevo gerente fijo que no está interino.
—¿Cómo está siendo el diálogo con Junta y Ayuntamiento?
—Muy bueno, pero yo llegué en junio y en agosto cambiaron los puestos de Cultura en la Consejería (Patricia del Pozo) y en el Ayuntamiento (Angie Moreno). Esta semana he conicido a la consejera en la presentación del ciclo 'Andalucía Sinfónica', en el que participaremos las orquestas de Sevilla, Córdoba, Málaga y Granada.
«La plantilla de la ROSS está bien cubierta para lo que es la media de las orquestas. Hay bajas significativas, pero son coyunturales»
Jordi Tort Guals
—¿Cree que es necesario que estas administraciones se comprometan más para subirle más el presupuesto a la Sinfónica?
—Nosotros manejamos unos ocho millones de euros de presupuesto para esta temporada. Yo creo que la ROSS necesita compromiso en todos los sentidos, es decir, más compromiso de las administraciones y más compromiso propio en el crecimiento de la búsqueda de otros recursos, que es algo que yo voy a buscar. Las administraciones han venido incrementado sus aportaciones en los últimos años para que la orquesta consiga el equilibrio cada año, y eso es de alabar. A partir de aquí, la Sinfónica y su público tienen que intentar incrementar los ingresos de taquilla, las colaboraciones de mecenazgo, etc. También me gustaría crear algún proyecto europeo para tener financiación a este nivel de la UE. Hay varias vías para hacer cada vez proyectos más seductores y contar con los mejores artistas para seducir al público. Conforme aumentas la calidad, aumentas el público y los ingresos. En América hay otra legislación y otra cultura de mecenazgo, pero en España hay otro modelo. La tendencia tendría que ser que las aportaciones públicas cubriesen las nóminas y la estructura, y que los ingresos propios dieran todo lo necesario para contratar personal extra, solistas, directores, distintas producciones, etc. Actualmente es difícil que esto último se haga con recursos propios, pero buscaremos ese equilibrio.
—¿Van a intentar compatibilizar más las programaciones de la Sinfónica y del Teatro de la Maestranza?
—Bueno, estamos en un teatro de ópera y sabemos que hay meses con unas tres semanas o cuatro semanas que están cogidas por los ensayos y las funciones de una ópera. Mientras estemos en esa situación, habrá meses donde haya uno o ningún concierto, mientras que en otros habrá más conciertos de lo que desearíamos. Compaginar todo sería muy exigente a nivel técnico y artístico.
—¿Cree que el problema de las dimensiones de la sala de ensayo se pueda arreglar en un futuro?
—Estoy trabajando en ello con una empresa sevillana para hacer un estudio y ver si tiene solución. Es una sala que tiene una volumetría buena para una orquesta sinfónica, el espacio no es muy grande, pero tiene muchos ángulos. Son cosas que hay que estudiar acústicamente y que alguien suficientemente preparado y con experiencia haga un dictamen de lo que se pueda hacer. Hemos puesto este proyecto en marcha con el teatro y vamos a ver si al menos podemos solucionar las cosas. Los ángulos se pueden reducir con intervenciones arquitectónicas y creo que hay que explorar todo lo que sea posible esta vía antes de desecharla. También estamos ensayando en Ingenieros cuando no podemos contar con la sala del teatro, pero la mayoría de programas los ensayamos en el Maestranza, con lo cual estamos trabajando en las mejores condiciones.
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