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Jesús Fernández Úbeda: «Emilio Romero tuvo buen olfato con Pueblo y unió a los grandes periodistas de su época»
El periodista y escritor publica el libro 'Nido de piratas. La fascinante historia de diario Pueblo'
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![Jesús Fernández Úbeda recorre toda la historia del diario Pueblo](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/12/25/fernandez-ubeda-dos-RlrKLAUipURrdxBrzTJM5jP-1200x840@abc.jpg)
Hubo un tiempo en el que el periodismo de sucesos, el de los grandes reportajes y el de las crónicas de los distintos conflictos bélicos internacionales tuvo una importancia extraordinaria en España, y en ese contexto brilló como ninguno el diario Pueblo, que marcó ... un antes y un después en el reporterismo y que fue escuela de grades periodistas como José María García, José Luis Balbín, José María Carrascal o Tico Medina, entre otros muchos. El periodista y escritor Jesús Fernández Úbeda (Ciudad Real, 1989) acaba de presentar el libro 'Nido de piratas. La fascinante historia del diario Pueblo (1965-1984)' (Debate), que refleja fielmente lo que fueron estos años.
—Fueron Raúl del Pozo, Arturo Pérez-Reverte y José María García quienes le invitaron a escribir este libro, ¿no es así?
—En efecto. Había hecho una biografía sobre Raúl del Pozo en colaboración con Julio Valdeón hace tres años. A Arturo le gustó mi parte. Él me conocía de artículos que escribo en Zenda. Los tres querían que lo que hice con el libro de Raúl lo hiciera con el diario Pueblo. El libro es un homenaje a esa generación de periodistas que nos precedieron y que escribieron algunas de las páginas más gloriosas del periodismo patrio. Se cuenta la historia del periódico y también se cuenta cómo cambia el país.
—¿Cómo ha sido todo el proceso de investigación y documentación a la hora de hacer este trabajo?
—Han sido unas treinta entrevistas, más bibliografía consultada y muchas semanas de consulta de hemerotecas. Leí un libro sobre Emilio Romero y otro que el propio Romero escribió sobre sí mismo y que era muy hagiográfico. La hemeroteca me llevó unos dos meses de estudio. Era un periódico muy llamativo y bien hecho.
—¿Qué sello le marcó Emilio Romero a Pueblo hasta que lo dirigió en 1974?
—Creo que Emilio Romero hizo un periódico de autor. Sin él, el periódico populista y también ilustrado no hubiera existido. Tenía buena relación con las instancias superiores del régimen, pero también tuvo un buen olfato. Unió a los grandes periodistas de la época. Eso es mérito de Romero, que reclutó a los mejores periodistas. De hecho, generó un aura. Muchas personas querían escribir en Pueblo. Era el periódico de los reportajes de guerra y de las folclóricas que enseñaban muslo. Si uno quería brillar como periodista romántico, el mejor sitio era Pueblo. Al ser un diario hecho con dinero público, eso permitió que Romero tuviera un cheque en blanco y pudiera enviar a Tico Medina a la India o a Raúl del Pozo a Cabo Kennedy para cubrir el tema de la llegada del hombre a la luna. El primer viaje que Arturo Pérez-Reverte hizo a El Líbano se lo pagó de su propio bolsillo. Había periodistas bien reconocidos, pero también existía una especie de sustrato social que no estaba dado de alta en la Seguridad Social. Había gente que publicaba gratis. Eso algo que por desgracia no es nuevo.
—El diario Pueblo fue cantera de grandes periodistas como José María García, José Luis Balbín, Raúl del Pozo, Tico Medina, Arturo Pérez-Reverte, Julia Navarro, Rosa Montero, Rosa Villacastín y Carmen Rigalt, entre otros.
—Es una generación increíble. No se puede entender la historia cultural de nuestro país sin ellos. Pérez-Reverte quizás es el escritor más importante de España en los últimos años. Julia Navarro es una escritora súper ventas. García fue el periodista radiofónico más importante durante treinta años. No todos los periodistas fueran reconocidos. Mola cómo a algunos de ellos se les iluminaba la mirada cuando llegaba un hombre de treinta años y les preguntaba por un pasado en ocasiones muy lejano. Y si no tan lejano, muy olvidado.
—¿Qué fue lo que aportó el recientemente fallecido José María Carrascal a Pueblo?
—Le hice la entrevista por teléfono y me contó cómo fichó por pueblo, las crónicas que hacía en Berlín y cómo pasó de ser corresponsal de Berlín a Nueva York. El predecesor en Nueva York fue Manuel Blanco Tobío. Él pensaba que ir a Estados Unidos era cambiar un país europeo por otro, pero ahí descubrió un nuevo continente. Me dijo que estaba en el último capítulo de su vida y eso me llegó muy hondo. Él fue una de las grandes firmas de Pueblo. Como mes más apasionante de Pueblo fue noviembre de 1975, no sólo por la muerte de Franco, sino por estar en efervescencia el conflicto del Sáhara, que estaba cubriendo Pérez-Reverte. Carrascal también cubrió esa información, que luego derivó en la Marcha Verde.
—¿Los sucesos interesaban más en la España franquista o en la de los años de la Transición?
—Los sucesos eran una de las señas de identidad de Pueblo e interesaron durante toda su existencia. En la historia de Pueblo una de las secciones más brillantes y potentes fue la de sucesos. Luego se fusionó con la de local y perdió fuerza. Manolo Marlasca, Vasco Cardoso y Jesús Soria se ocuparon de sucesos.
![Cubierta de 'Nido de piratas'](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/12/25/portada-nido-piratas-U12033672218Rqs-624x1000@abc.jpg)
—¿Qué es lo que diferenciaba al periodismo de aquellos años del de la época actual?
—Para bien, la apuesta por el reportaje. Creo que ahora se apuesta más por la opinión por comodidad y por precio, pero antes no. Pueblo no era interesante por su sección nacional, sobre todo durante el franquismo. Lo chulo eran los corresponsales en el extranjero, los enviados especiales, las crónicas de guerra y hasta los deportes. Me gustaría que se apostara más por el género del reportaje en el periodismo contemporáneo.
—¿Qué queda hoy en día del espíritu del diario Pueblo?
—Creo que quedan bastantes periodistas que tenemos amor y pasión por nuestra profesión, que es el oficio más hermoso del mundo, o quiero creerlo. Quien se meta en el periodismo y quiera tener unos ingresos notables en los primeros años de profesión es un iluso. Hay que remangarse para poder tirar adelante. Con mucho trabajo, talento y un poco de suerte se puede ser periodista y vivir de ello.
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