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cultura

Jacobo Cortines: «Antonio Machado es el poeta más emotivo del siglo XX»

La Real Academia Sevillana de Buenas Letras acoge la mesa redonda 'La vigencia de Manuel y Antonio Machado. Estado de la cuestión'

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Rogelio Reyes, Jacobo Cortines, Eva Díaz Pérez y Alfonso Guerra, durante el acto celebrado en Buenas Letras juan flores
Andrés González-Barba

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La emotividad de la poesía de Antonio Machado o la modernidad de los versos de su hermano Manuel han sido algunas de las cuestiones que se han debatido este lunes en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras dentro de las jornadas literarias paralelas a la exposición 'Los Machado. Retrato de familia', que se está celebrando en la Fábrica de Artillería. Los académicos Alfonso Guerra, Eva Díaz Pérez y Jacobo Cortines, moderados en una mesa redonda por del director de las jornadas, el también académico Rogelio Reyes, han centrado su intervención sobre el tema 'La vigencia de Manuel y Antonio Machado. Estado de la cuestión'.

Este último ha comenzado hablando sobre «casos sorprendentes» dentro de la historia de la literatura, como el de Góngora o el teatro del Siglo de Oro, que pasaron de ser muy valorados a ser criticados en el siglo XVIII. Lo mismo ha ocurrido con escritores como Pérez Galdós, «de quien se ha puesto en tela de juicio su estilo descuidado», o Azorín. A partir de este punto de partido, Reyes Cano se ha planteado cuestiones como qué significó Antonio Machado para los poetas de las revistas El Escorial o Garcilaso, qué representaban los Machado para los poetas del exilio, para los novísimos o, incluso, para los actuales.

Alfonso Guerra ha sido el primero en tomar la palabra y ha subrayado que ha habido cambios con respecto a la visión que se ha tenido de los Machado. «Antonio Machado muere en el exilio y la gente valora el ciudadano ejemplar, orillando el valor literario. Esa tendencia tiene su culminación cuando los grandes escritores le hacen un homenaje en Collioure en el año 1959. Más tarde, los novísimos rechazan la poesía social, prefieren la poesía de la experiencia, y Antonio Machado pierde peso».

El comisario de la muestra 'Los Machado. Retrato de familia' ha ido señalando a continuación cómo «los poetas intentan hacer un rescate de Antonio Machado, pero de una forma hipócrita» y también ha dicho que publicaciones como Cuadernos Hispanoamericanos «rescatan a Machado como poeta intimista, pero no social». Esa visión, según Guerra, cambia ya en los años 80, cuando se reivindica la figura de Antonio Machado y otra vez se resalta esa imagen del ciudadano cívico, «pero con la democracia de fondo». En esos años fueron destacando la importancia del autor de 'Campos de Castilla' Luis García Montero y posteriormente otros como Andrés Trapiello.

Ha añadido Alfonso Guerra que «el caso de Manuel Machado es más fácil, ya que para los intelectuales y poetas era el malo de la historia por haberse quedado en la zona nacional, hasta que la belleza de su poesía hace que se gire hacia él y se destaque la calidad de sus poemas». Mientras que sobre Manuel ha versado esa imagen de «poeta maldito», para este académico, «sobre Antonio Machado nunca se parará de indagar porque sobre su poesía hay misterio y el misterio nunca se acaba». También ha comentado que la exposición que se puede ver hasta el próximo 22 de diciembre «va a rescatar sin duda la figura de Manuel Machado» y que como los espectadores «salen emocionados al ver la exposición, eso hace que la vigencia de estos poetas sea absoluta».

Por su parte, Eva Díaz Pérez ha indicado que con la muestra de los Machado «queríamos romper los mitos, mostrando a los hermanos como los grandes poetas que son y traer a los dos hermanos como los grandes poetas que son». Además, ha añadido que «hay muchas anomalías y clichés. Mucha gente no conocía, por ejemplo, la vida de Manuel en Burgos». Por eso, señala, «era muy importante el llamado ojo de época y creo que ya es hora de romper esas cosas extraliterarias que hay en torno a los Machado».

La académica ha añadido que durante su etapa en el instituto conoció a un profesor de literatura que, al igual que Borges, recordaba que Antonio tenía un hermano. «Yo estudié a los dos poetas, pero el héroe de mi generación era Antonio. La primera poesía que leí en mi vida fue de Antonio -'Pegasos, lindos pegasos'-. «Ese poema me llenó al alma, pero reconozco esa fascinación por Manuel. Manuel es muy moderno y un gran poeta. A estas alturas, el país se merece que nos llegue la literatura sin etiquetas». De ahí que haya dicho que desde la Academia de Buenas Letras estén «muy orgullosos por ese trabajo de erudición y por contar la historia de los dos hermanos de forma divulgativa. Estamos muy orgullosos de cómo el público está respondiendo. Desde los poetas de mi generación se está viendo con normalidad el gran poeta que es Manuel Machado».

Antonio Machado, «una referencia moral»

Rogelio Reyes ha vuelto a intervenir diciendo que «haciendo un análisis simplista, Antonio Machado se ha visto como un gran poeta, pero sobre todo como una referencia moral de dignidad personal». En ese sentido, ha recordado Visor publicó 'Poemas para Antonio Machado', donde se destacaba el reconocimiento a una persona que «nunca abandonó la dignidad». «Visto desde hoy -ha continuado el académico-, cabría decir que Antonio es el poeta de los lectores y Manuel el poeta de los poetas. Manuel Machado está ya en el canon, pero es verdad que se anticipa a cierta modernidad. El primero que va a París es Manuel y también el primero que recibe la influencia simbolista». Ante esta última cuestión ha mostrado su desacuerdo Alfonso Guerra, quien ha señalado que «no son un gran poeta y un poeta menor. No puedo aceptar que Manuel Machado sea el gran poeta y Antonio el poeta humano. El tópico de los hermanos como metáfora de las dos Españas no está resuelto», aunque sí dice que se haya resuelto «el tópico de que los dos estuvieran enfrentados».

El otro académico que ha participado en la mesa redonda, Jacobo Cortines, ha comenzado diciendo que cuando entró en la Facultad de Filosofía y Letras con 16 años en 1963 defendía la calidad literaria del mayor de los Machado y «tuve con mis compañeros muchas discusiones sobre Manuel Machado, que tenía grandes poemas como 'Castilla'. A mis compañeros no les gustaba Manuel, pero sí Antonio Machado». Además, ha recordado que justo en noviembre de 1963 falleció Luis Cernuda, «y nadie salvo José María Capote y Miguel García-Posada lo conocían».

También ha dicho que de Antonio Machado sobrevive «una honda palpitación del espíritu. Manuel Machado escribió con una gran perfección, pero escribió también chorradas. Su obra es maravillosa pero desigual, y fue reivindicada por poetas como Gil de Biedma». De Antonio Machado añadió que tuvo esa honda palpitación del espíritu en 'Soledades' y en 'Soledades, galerías y otros poemas'. Asimismo, ha indicado que Juan Ramón Jiménez decía de Antonio Machado que 'Campos de Castilla' ya «no aportó nada, pero a mí me marcó ese Machado íntimo que exalta el paisaje, de ahí la influencia para mi libro 'Pasión y paisaje'. Para mí han sido dos grandes maestros». En cuanto a la cuestión que plantea mayor modernidad en Manuel Machado sobre su hermano, Cortines ha concluido que «Antonio Machado es el poeta más emotivo del siglo XX. Poemas como 'A un olmo seco' tienen una gran emotividad, por eso no me importa nada la modernidad».

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