Ismael Jordi: «Kraus me dijo que esta carrera se hacía diciendo no, y eso he hecho»
El tenor jerezano regresa al teatro de la Maestranza, en el 25 aniversario de su carrera y con un recital homenaje a Sevilla y sus compositores
La Sinfónica de Sevilla llevará su música a 4.000 escolares de más de 40 centros centros educativos a partir de este martes
Inundaciones en Sevilla y el resto de Andalucía, en directo: última hora del desbordamiento del Guadalquivir, carreteras cortadas y estado de los embalses

Ismael Jordi (Jerez 1973), regresa al teatro de la Maestranza de Sevilla, que considera 'su casa' en el año que cumple el 25 aniversario de su carrera como tenor. El cantante ha titulado su recital del día 22 de marzo en el Maestranza como, '¡ ... Sevilla!', rindiendo homenaje a autores como Manuel García, Isidoro Hernández y Joaquín Turina.
Muy atrás queda la historia de su época de futbolista del Jerez, cuando abandonó el deporte y se marchó a Madrid, casi en plan aventura, a audicionar nada menos que con Alfredo Kraus, quien le seleccionó, y le cambió la vida.
—Va a interpretar obras de Manuel García y Turina, pero hay ahí un ilustre desconocido: Isidoro Hernández.
—Pero desconocido. Ha tenido que venir uno de Baracaldo, el pianista Rubén Fernández Aguirre, con quien comparto escenario, a descubirme este compositor, pero no sólo a mí. Hablas con gente de música de Sevilla y no tienen ni idea. Voy a cantar tres canciones... y cómo son. Fue amigo y contemporáneo de Bécquer y una de las canciones es una de las rimas del poeta romántico.
—¿Habrá algún aria también?
—Sí, claro, pero si empezamos a cantar las óperas relacionadas con Sevilla y todos los compositores que han escrito a Sevilla, estás mes y medio en escena. Hemos hecho una pincelada de cada cosa dentro de mi repertorio. Cantaré 'Don Giovanni', 'La Favorite'; de zarzuela, 'Huesped del sevillano', una canción de Agustín Lara, de Luis Mariano, que también cantó muchísimo a Andalucía, sobre todo de obras del compositor Francis López, un vasco hijo de exiliados. A Luis Mariano por ejemplo, en España no se le ha dado nunca su sitio. Cantaré incluso de Manuel Alejandro, 'Sevilla', una pieza que escribió para Plácido Domingo que luego cantó Rocío Jurado.
—Cumple 25 años de carrera...
—No sabía dónde encajar la celebración, y mira, en Sevilla. Porque luego me voy a Valencia, a Atenas, y en verano tengo que estudiar el 'Werther''...
—¿Su carrera ha salido mejor de lo que pensaba?
—Ha salido mucho mejor de lo que nunca pude imaginar. Que se dice pronto 25 años cantando. He pisado teatros como el Metropolitan, Convent Garden cinco o seis veces..., uno sueña, pero no espera una carrera así, y como creo que debe hacerse una carrera, siguiendo las indicaciones de los dos monstruos con los que estudié: Alfredo Kraus y Teresa Berganza.
—¿Ha tenido que decir no muchas veces?
—Muchas, pero ya lo decía Kraus: esta carrera se hace con el no, y eso he hecho. A veces algunos teatros no lo entienden o directores de orquesta..., al principio me quitaba un poco el sueño, ya no me lo quita. Hay gente que está todo el rato cancelando, ¿por qué?, porque es imposible, y hoy en día, menos. Hoy no hay distancias, hoy estás en Sevilla y mañana en Tokio, y cuando eres joven, vale, pero después todo pasa factura.
—¿Ha pagado un precio muy alto?
—No, el precio es estar fuera de casa y de tu familia, perderte muchas cosas y cada vez que regresas a casa ves a tus padres más mayores, así que he intentado que aparte del canto hubiera más cosas en la vida. Realmente la carrera ahora no es lo mismo que hace cincuenta años. Antes había otro status y hoy en día cuanto más veces salgas en Instagram, si no estas en redes sociales, no existes desgraciadamente... Yo no me puedo quejar. Estoy firmando ya compromisos para 2028.
—¿Alguna asignatura pendiente?
—Grabar. No he entrado mucho ahí, aunque hoy día con el disco no se gana dinero, claro está, y a ciertas discográficas líricas tienes que llevarle el trabajo hecho. Pero yo para grabar tengo que tener tiempo, y eso será en cuatro o cinco años.
—Este año ha abierto la temporada del Royal Opera House en Londres con 'La Traviata'...
—Si, estoy muy contento de que me llamen de un teatro como éste. Es una producción que yo ya había cantando en Convent Garden, pero que te vuelvan a llamar es una satisfacción personal. Cuando pasa algo así piensas que las cosas las estás haciendo bien..
—¿Sigue siendo 'Una furtiva lágrima' su aria preferida?
—Bueno, las óperas que más me gustan son las que no puedo cantar, que no es justo con el repertorio tan maravilloso que tengo, pero ése aria fue la primera que yo estudié con el maestro Kraus..., que me hizo morir y yo la terminé odiando, porque me tuvo seis meses con la primera frase. Pero sí le tengo un cariño especial. Además, debuté 'El elixir de amor' en Sevilla con Mariella Devia.
—Falta de Sevilla desde 2021 que hizo un recital con Mariola Cantarero precisamente en el teatro de la Maestranza.
—Si, exacto. Ha sido un poco por agenda y también según el repertorio que lleve, pero lo importante es que vuelvo a Sevilla y hay cosas de futuro, ya veremos.
—¿A lo largo de su carrera hay roles que ha dejado ya aparcados?
—Si, lo que ocurre es que a veces digo, esto no lo vuelvo a cantar, y de repente surgen cuatro o cinco contratos con ese rol. He dejado por ejemplo, 'Ana Bolena' o 'Maria Stuarda', y eso que debuté en Convent Garden con esta ópera, pero es porque son óperas con otra vocalidad, y me quiero centrar en el repertorio francés del que he cantado casi todo para mi voz.
—Fuera de España, ¿cual es el teatro donde se siente más a gusto?
—Amsterdam, donde he cantado más de 70 funciones. También se portaron conmigo de maravilla en el Metropolitan de Nueva York, hasta me pusieron un asistente que no me dejaba ni llevar el agua. Cuando te tratan así, es una maravilla.
—¿Cómo se lleva con los directores de escena?
—Intento llevarme bien, aunque a veces te piden cosas que no tienen sentido, ni con la partitura ni con nada. Yo intento negociar por la vía diplomática. La ópera debe evolucionar siempre que no se aleje de lo que había escrito el compositor, y sobre todo, que no te hagan hacer cosas por las que tu voz esté al cincuenta y no al cien por cien, por la dificultad que te piden.
—¿En un futuro se ve de maestro?
—Buena pregunta. No lo sé, ahora mismo no. Ahora me piden consejos, pero es una gran responsabilidad.., esto hay que tomarlo con calma porque tienes en tus manos el futuro de una persona.
—¿Su carrera hubiera sido lo mismo sin Kraus?
—No, si Kraus no me hubiera elegido en aquella audición, me habría vuelto a Jerez y hubiera seguido cantando con los amigos. Fue fundamental aprender con Kraus y con Teresa Berganza, pero no sólo aprender, sino que me enseñaron cómo creían que era esta carrera, y el amor y el respeto por ella, la responsabilidad, la profesionalidad, tanto fuera como dentro del escenario. Es una escuela que me siento en la obligación de que no se pierda.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete