La escuela de flamenco de Cristina Heeren, en la cuerda floja por la ley de extranjería

Así, por ejemplo, en el presente curso, de los 76 educandos, 34 son extracomunitarios. El resto son becados en su gran mayoría por el programa de ayudas que ofrece la escuela auspiciada por la mecenas norteamericana y en algunos casos por miembros del Patronato de la fundación y la empresa ACCIONA. En ella se imparte la docencia de Flamenco en sus tres disciplinas de cante, baile y guitarra. De esta forma, una previsible bajada de inscripciones procedentes de fuera de Europa haría que la sostenibilidad económica de la escuela fuera inviable.

Hasta el momento, el artículo 37 1. b) del todavía vigente R.D.557/2011, permite visados de larga duración para cursar estudios de formación no reglada (que es el caso de la escuela) en centros autorizados, pero el cambio en la citada ley exige que el extranjero que venga a España a cursar algún tipo de estudios obtenga un título oficial. Desde el inicio de la escuela, inaugurada en 1996 y por la que ya han pasado 7.000 personas, la Presidencia de la Fundación y su Patronato han volcado sus esfuerzos en que sus alumnos que «invierten su tiempo y sus recursos» obtengan ese reconocimiento, pero han resultado infructuosos. «Esto ha puesto de manifiesto que el flamenco no tiene tanto respaldo como dicen. «Con la nueva Ley, será posible obtener un visado de larga duración para estudiar peluquería pero no para estudiar flamenco», sostiene Mar Díaz, responsable del área legal, administrativa y financiera de la escuela.

Según cuenta, se han enterado de las nuevas condiciones para la larga estancia de un ciudadano extranjero porque una discípula israelí que procedía de otra academia sevillana quería tramitar ya su ingreso en Cristina Heeren para el curso que viene. En este sentido, cabe recordar que la escuela ofrece cursos anuales de 975 horas. Buena parte de los alumnos optan por cursar sólo un año, pero otros renuevan su matrícula. Dos de estos cursos serían el equivalente de una FP de grado medio. Por esta razón, y una vez llamada a las puertas de las consejerías de Cultura y Educación, la escuela ha solicitado información para conseguir que esa homologación se consiga a través de la Formación Profesional de Empleo.

En este sentido, y como han remitido en un escrito a la Secretaria General de Servicio Público de Empleo y Formación, la escuela no pretende «impartir cursos a desempleados que conllevasen una bonificación, sino conseguir una oficialidad y un respaldo institucional a la docencia que impartimos». Sin embargo, hasta ahora, el único título que se expide es uno propio de Fundación Cristina Heeren de Arte Flamenco. Por sus aulas han pasado hoy grandes figuras como las de Rocío Márquez, María José Pérez, Jeromo Segura o Jesús Corbacho en la disciplina de cante; guitarristas como Pedro Barragán, Manuel de la Luz, Tino Van Der Sman o Jesús Rodríguez, además de bailaores como El Choro, Lucía Álvarez 'La Piñona', Alberto Sellés y Florencia Oz. Una nómina que retroalimenta a la del futuro profesorado, ya que muchos de estos artistas continúan colaborando con la escuela desde el otro lado, la docencia.

Además, en las últimas semanas ha vuelto a sufrir un revés para sus intereses. En este caso desde la Consejería de Empleo. El pasado 7 de febrero le comunicaron que las especialidades de cante y guitarra flamencas serían baja del catálogo de especialidades formativas de FPE a partir del próximo 30 de marzo. En el centro dicen desconocer las causas y, aducen que, en la actualidad, sólo aparece publicado el plan docente de baile en la web del Ministerio, y en la página de la Consejería los planes de baile, cante, guitarra y especialidades culturales relacionadas con el Flamenco, que aparecen aunados en un solo plan docente de 900 horas.

Por todo ello, solicitan a Empleo la respuesta de todas estas inquietudes con el fin de resolver una situación que se presenta muy adversa. Mientras aguardan, desde la Fundación también han solicitado reuniones con Educación y Cultura. De momento, sólo han establecido contacto con José Ángel Vélez, Secretario General, aunque sin soluciones factibles ya que Cultura no tiene competencias ni para expedir un título docente ni para solicitar la inclusión de una especialidad formativa en el Instituto Nacional de Cualificaciones Profesionales. En este sentido, la escuela ya tuvo un intento de dar a sus cursos un cierto reconocimiento a través de un grado universitario, de forma que la Universidad Privada asumiera el plan docente del centro, pero el perfil real de sus alumnos y la preparación que reciben es de formación profesional, en el sentido de que no se exige ni Bachillerato ni un grado C para acceder.

«Hay un vacío importante en la educación en flamenco, los conservatorios no cubren todo el espectro y horas que se precisan para formar a una persona de modo que pueda dedicarse profesionalmente al flamenco. La prueba es que nosotros formamos a muchos de los miembros del ballet Flamenco de Andalucía, y muchos de nuestros alumnos tanto nacionales como internacionales, ya han terminado sus estudios en el conservatorio», subraya Díaz. La representante de la Fundación pone el acento en que la Ley del Flamenco promovida por Cultura es «una llamada de atención», pero tiene que aplicarse más allá de incorporar la disciplina a todas las etapas obligatorias de la docencia. Habría que dar protección a academias profesionales y otros centros para que en ellos se pueda estudiar íntegramente flamenco, y crear como mínimo un grado básico en formación profesional en cante, de baile y de guitarra flamenca.