Literatura
Elvira Sastre: «El lector debe ir más allá de las historias y no quedarse en la superficie»
La poeta y narradora publica la novela 'Las vulnerabilidades' (Seix Barral), en la que denuncia los abusos que sufre una de las protagonistas
El peor viaje de Elvira Sastre: salvada por los libros
Elvira Sastre gana el premio Biblioteca Breve con su primera novela
![La poeta Elvira Sastre hace su segunda incursión en el terreno de la novela en 'Las vulnerabilidades'](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/03/13/elvisa-sastre-tres-RlAGd0ZV1Rj34gZOJ9spz0I-1200x840@diario_abc.jpg)
Elvira Sastre (Segovia, 1992) es una poeta consolidada y también una narradora que ha logrado hacerse un camino gracias a su primera novela, 'Días sin ti' (Premio Biblioteca Breve). Ahora vuelve con 'Las vulnerabilidades' (Seix Barral), una obra donde realidad ... y ficción se entremezclan en la que la narradora de esta historia, Elvira, reciben un mensaje en una red social de una joven llamada Sara tras haber sido víctima de un abuso y que se encuentra en una situación desesperada.
—En 2019 debutó con su primera novela, 'Días sin ti', que además fue Premio Biblioteca Breve. ¿Cómo ha evolucionado esa joven escritora con 'Las vulnerabilidades'?
—Quiero creer que se reflejan las lecturas que he tenido todos estos años, que es como aprendo a perfilar un estilo y una forma de escribir. En mi escritura se notan las lecturas y referentes. El libro comienza con una dedicatoria a Lorca porque él está siempre muy presente. Esa frase de Lorca lo atraviesa todo. También he incluido citas de Annie Ernaux y Vivian Gornick, autoras de autoficción. Esas tres frases hablan de lo que hay detrás de la novela.
—La novela parte de una experiencia personal y aborda un tema tan candente como el de los abusos sexuales.
—Ha sido duro, sobre todo en las partes más gráficas. Ha habido ciertas obviedades que he pasado por alto. He intentado ir un poco más allá. Me interesa el después, lo que le pasa a las víctimas y las consecuencias.
—Hubo una polémica por una campaña de protección de datos donde usted fingía que se había difundido un video suyo de carácter sexual.
—Fue breve porque lo paré rápido. Se trataba de una campaña benéfica y pensé que era una manera más efectiva de hacer llegar el mensaje. Puse mi nombre y mi imagen. Fue una campaña efectiva de muchas mujeres que habían sufrido lo mismo que yo.
—¿Cree que las redes sociales pueden ser un arma de doble filo a la hora de propagar temas como el de los abusos sexuales por las opiniones que se crean sin fundamento?
—Creo que el peligro no son las redes, sino quienes las usan de una forma tóxica. La culpa no la tienen las herramientas. Hay que poner un control. Mucha gente usa el anonimato y las redes quizás deberían exigir el DNI de las personas o una serie de medidas de control.
—Ha usado la autoficción como recurso para contar esta historia, ¿por qué?
—Todo parte de una historia personal. Con ciertas herramientas que te proporciona la escritura puedes hacer una novela. Era una historia que me perseguía desde hacía tiempo. No me pude resistir a escribirla. Al escribir poesía cuentas cosas personales con otra estética. Para mí no es algo que me suponga un problema. He tenido como referentes a escritoras de autoficción como Annie Ernaux o Vivian Gornick.
—En una ocasión, Vila Matas denunció el abuso que se estaba haciendo en literatura de la autoficción. ¿Está de acuerdo?
—No soy experta en la literatura que hay en todo el mundo. Es una etiqueta nueva que quizás no está englobada del todo. Yo he leído a muchas mujeres que escriben este tipo de género y me ha parecido una gran inspiración. Uno puede seleccionar que prime la imaginación o la realidad en la historia. El lector luego es el que elige. En literatura el lector debe ir más allá de las historias y no quedarse en la superficie. Autores como Paul Auster o Manuel Vilas han usado magistralmente la autoficción. 'Ordesa' es una novela preciosa en la que Manuel Vilas relata cosas suyas personales.
«La poesía es una necesidad en mi vida diaria. La narrativa surge de desafíos, pero la poesía es mi lenguaje»
Elvira Sastre
Poeta y narradora
—¿Qué similitudes y diferencias existen entre la Elvira protagonista de la novela y la Elvira escritora?
—No creo que se trate tanto de ver los parecidos y las diferencias, que los hay muchos, como de ver qué partes personales mías se van introduciendo en la historia de un modo determinado. Cualquier persona puede responder a un estado emocional preciso. Este tipo de novelas reflejan momentos particulares y emocionales que los escritores sublimamos. El texto tiene muchas cosas personales y otras de ficción. Lo interesante para el lector es ver dónde se siente reflejado. Lo que más me conmueve como lectora son aquellas historias donde veo más similitudes conmigo.
—¿Cómo influye su visión de poeta a la hora de narrar una historia?
—Hay una parte cierta en la novela que es el empeño por traducir las cosas horribles del mundo e intentar dotarlas de cierta belleza. Eso es lo que hace la poesía, transformar cosas tristes en hermosas. Es verdad que esta novela es más cruda. No busca un mensaje final o un verso bonito de cierre. Es un libro poco concluyente. Trato de mantener las diferencias. Las partes en presente en cursiva son más descriptivas y gráficas y ahí está más la poética. La otra parte es más lineal.
—Un poeta tiene que estar atento a la realidad que le rodea. ¿Esta novela ha surgido de la necesidad de reflejar un cierto problema social como es el de los abusos?
—Al final todos estamos tocados por lo mismo. No he escrito pensando en algo social. El libro surge de una necesidad personal de algo que me atravesó en cierto momento. Todo surgió de un impulso particular que se ha transformado en una historia.
—¿Quiénes cree que han sido o que son los mejores poetas que han dado luego el salto a la novela con más acierto?
—Dos de mis poetas favoritos, Benjamín Prado y Luis García Montero, hacen incursiones en la narrativa que me encantan. También Benedetti tienen novelas preciosas. Las novelas de Eduardo Galeano tienen también mucho de poesía.
—¿Le sigue matando Madrid después de los años?
—Sí, Madrid tiene esa cosa de que no te suelta. Ahí tengo mi vida, mi familia, mis perros y mi trabajo. Me siento muy privilegiada de vivir aquí. Cuando uno vive en ciudades grandes acaba haciendo tus espacios. Tras la pandemia me mudé a las afueras y ya no estoy tan contaminada por el centro de Madrid.
—Con apenas 21 años publicó su primer poemario individual, 'Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo'. ¿Está de acuerdo con los que piensan que la mejor poesía se escribe en la juventud o eso es un tópico?
—Quiero creer que no. Es como una manera de refugiarse en obras. Intento que cada libro que saco sea mejor que el anterior. La poesía es una necesidad en mi vida diaria. La narrativa surge de desafíos, pero la poesía es mi lenguaje.
—¿En qué proyecto literario está ahora metida?
—Esta novela la acabé hace poco. Estoy aún con el boli abierto. Ahora estamos enfrascados con una gira de recitales de poesía. Vamos a ocho países de Hispanoamérica. En el Metropolitan de Ciudad de México recitaré ante 3.000 personas. Hacemos recitales musicados. Hay un armamento de luces y sonido. Contamos también con una caja de sonidos para mi voz y efectos. Es una experiencia sensorial.
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