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Carmen Ro: «La Callas se alimentaba del dolor de Maria, pero Maria no podía soportar el peso del éxito de la Callas»
La periodista y escritora madrileña acaba de publicar su novela 'El diario secreto de Maria Callas' (La Esfera de los Libros)
Carmen Ro: «La Callas ganó a Maria, pero Maria luchó más que la Callas»
Maria Callas vuelve a la vida en color y en 4K
![Carmen Ro retrata el lado más humano de Maria Callas en su nueva novela](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/12/19/carmen-ro-foto-RCLtKDdTlJGl3QsnI1WKB4N-1200x840@abc.jpg)
Maria Callas es una artista inmortal que siempre estará viva en cada una de las óperas que interpretó. Pero más allá del mito, hay una persona de carne y hueso que tuvo que enfrentarse siempre a la adversidad y a sus miedos para sacar ... de su interior a aquella mujer que aspiraba a ser amada al calor de un hogar que nunca logró formar. Estas son algunas de las claves que forman parte de la nueva novela de Carmen Ro, 'El cuaderno secreto de Maria Callas' (La Esfera de los Libros).
La periodista madrileña llevaba siete años investigando sobre la figura de la soprano y confiesa que ha sido casual que el lanzamiento de la novela coincidiera con el centenario del nacimiento de la artista. «Llevo años haciendo retratos de mujeres en Radio Nacional de España a través de unos pódcasts. He rescatado del olvido a mujeres como Conchita Montenegro, protagonista de mi primera novela», asegura. En cuanto a Maria Callas, dice que «es un personaje fascinante y me llamó la atención una declaración en la que dijo que el éxito verdadero para ella hubiera sido ser ama de casa. Quise conocer a la mujer que había detrás de la artista. El centenario ha sido casualidad y fue la propia editorial la que me dijo que si aligeraba podíamos llegar a tiempo para coincidir con la efeméride».
Lo que sí tiene claro esta escritora y periodista es que «una cosa es Maria y otra es la Callas. Ella misma lo decía. Tras la soprano cósmica había una mujer doliente y a mí esa mujer me ha dejado totalmente noqueada. Tuvo una vida entre el estrellato profesional y el fracaso personal. Esa mujer doliente la llevó a ser la gran cantante que fue. La Callas se alimentaba del dolor de Maria, pero Maria no podía soportar el peso del éxito de la Callas».
La novela comienza cuando su protagonista viaja con su marido de entonces, Giovanni Battista Meneghini, en el yate 'Christina', que pertenecía al naviero multimillonario Aristóteles Onassis durante el verano de 1959. ¿Cómo le cambió esa travesía? Ante esta cuestión, la autora de 'Mientras tú no estabas' comenta que «quería novelar esa parte concreta porque fue el viaje definitivo de su vida». La diva embarcó en el puerto de Montecarlo el 22 de julio de 1959 en un yate muy opulento en el que le aguardaban no sólo Onassis, su esposa e hijos, sino otros personajes ilustres como Winston Churchill y su mujer», comenta Ro. «Fue el viaje más definitivo y peligroso de su vida. Es el principio de su fin. Ella buscaba reparar su matrimonio tras llevar diez años casada. Ansiaba tener hijos y buscaba pasión en su relación. Sin embargo, en ese viaje descubrirá el gran amor de su vida y una pasión caníbal y prohibida, convirtiéndose en una relación adúltera».
Según esta escritora, «Onassis era el personaje más rico e influyente de la época. Se había obsesionado con Callas porque llevaba dos años queriendo que Maria se subiera a su barco, el 'Christina', que es un personaje muy potente en la novela. En ese barco viajaron grandes estrellas de Hollywood como Greta Garbo, Grace Kelly, John Wayne o Frank Sinatra, entre otros. En ese yate es donde se produce el romance. Nadie se le había resistido tanto. Todas las estrellas de Hollywood decían que sí, pero Callas siempre se negaba a subir al barco. Onassis se obsesionó no con la soprano, sino con la mujer».
Meneghini era 27 años mayor que su esposa y era «más esmerado manager que marido. Ve en Callas un negocio, una fábrica de hacer dinero. La quiere desde una tranquilidad y desde el beneficio de un representante, pero no desde la pasión de un marido enamorado. Maria descubre en este viaje la pasión amorosa y la pasión sexual después de diez años de matrimonio. Onassis arroya a Maria, que tiene 35 años, y descubre la vida como si tuviera 20 años», asegura esta periodista.
La vida de Maria Callas estuvo también marcada por el divorcio de sus padres cuando ella era muy pequeña y por el posterior maltrato de su madre. «La novela se titula 'El cuaderno secreto de Maria Callas' porque hago una especie de contrarrelato del relato. Es un viaje del presente que va hacia el futuro en el que Maria se va enamorando de Onassis. Pero a su vez, en la intimidad del mar, ella escribe en ese diario de a bordo sus recuerdos que le llevan a una infancia que le va a doler para siempre», dice Carmen Ro. De hecho, el trauma que sufrió Callas surgió ya cuando nació. «Sus padres eran dos emigrantes griegos que fueron a Nueva York con sus dos hijos, un niño y una niña. El niño, Vassili, murió a los dos años de meningitis. La madre quería que regresara Vassili y se quedó embarazada esperando verlo de nuevo. Mientras el chico era delgadito, Maria pesó cinco kilos al nacer y la madre no quería ni cogerla en brazos. La rechazó desde el principio. Sin la madre, la Callas no hubiera sido la misma. Maria llegó a pesar 130 kilos. Llevaba unas gafas de culo de botella. La madre le insultaba y le decía que no valía para otra cosa nada más que para cantar».
«He consultado a expertos que dicen que Maria Callas no tenía la mejor voz, pero lo que la convierte en divina es su capacidad interpretativa»
Carmen Ro
Periodista y escritora
Maria Callas estaba tan centrada en su carrera que desde pequeña no tuvo una infancia común, sólo se dedicaba a cantar. «Ese desprecio de su madre la convertirá en esa mujer doliente que expresará en los escenarios. Ese dolor transformará a Callas en la divina y la hará totalmente diferente a las demás cantantes», dice esta autora. En ese sentido, añade que «he consultado a expertos que dicen que necesariamente esta soprano no tenía la mejor voz, pero lo que la convierte en divina es su capacidad interpretativa. Antes las sopranos eran mujeres quietas sobre el escenario. Ella, con ese dolor, dota a sus personajes de una pasión interpretativa. Sin la madre de Maria Callas y ese dolor que le provocó, la Callas no hubiera llegado a ser la divina. Esa infancia le va a marcar para siempre. Detrás de esa diva caprichosa y de mal carácter hay una niña asustada que quería que la madre la quisiera, cosa que nunca hizo. La más redonda tragedia griega que vivió fue su vida», añade.
Pérdida de voz
Comenta esta escritora que a Maria Callas le afectaron especialmente dos asuntos. «Sometió su cuerpo a unas exigencias exageradas. Perdió más de cien kilos en un año. Decían por ahí que había ingerido voluntariamente un parásito para adelgazar. Ella lo hizo con el objetivo de darle más credibilidad a sus personajes, pero sometió al cuerpo a esos daños. Era una persona frágil y su salud también. A raíz de su relación con Onassis algo cambia. Con su marido iba de casa al teatro y de teatro a casa. Con Onassis cambian las cosas. Para Maria la mujer eso es una ventana de oxígeno porque sale al mundo, pero a la Callas esa vida le priva de los ensayos que necesita para mantener su voz. La debilidad corporal y la falta de ensayos le pasa recibo en sus cuerdas vocales y en los resultados. Yo la defino artísticamente como la soprano más bipolar. Fue la más abucheada y la más aplaudida. En esa etapa de Onassis la gente la abucheó mucho. Ella no perdonaba un abucheo. Cuando actuó en el Liceo, Barcelona era una plaza de Renata Tebaldi. Si eras de la Tebaldi no te podía gustar la Callas y viceversa. Cuando empezó a actuar en el Liceo, hubo un par de voces que nombraron a la Tebaldi y eso hundió a Maria, pero sacó a la vez el poderío de la diosa griega sobre las tablas. Después de Onassis, la garganta no se pudo recuperar y eso la mató».
Respecto a las óperas que cambiaron su vida, dice Carmen Ro que «el papel de Norma y de Medea fueron para ella sus grandes personajes y en los que más buceó. Buceaba en todos los roles porque era totalmente perfeccionista. Cuando era una diosa era una diosa y también era ella cuando representaba a una madre que lloraba. En cada momento era la mujer a la que estaba representando».
![Cubierta de 'El cuaderno secreto de Maria Callas'](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/12/19/carmen-ro-libro-U02041558814lQP-624x950@abc.jpg)
Sobre el retrato que se ha hecho de esta intérprete dentro del mundo de la ficción, Ro afirma que para prepararse esta novela «he leído escritos de especialistas, biografías y he visto numerosos documentales. Hay muchísimo sobre Maria Callas, pero es contradictorio. Creo que se conoció muy poco a la mujer. Se ha estudiado mucho a la soprano, pero no tanto a Maria. Esa mujer estuvo a la sombra cruel de la artista. Mi novela ha tratado de levantar el retrato recóndito de una mujer muy famosa, pero que en lo íntimo duda, llora y se lamenta. Se jugó la vida y la carrera. En el último momento deja a la Callas para darle paso a María».
Dice esta escritora y periodista que hubo dos personas muy importantes en la vida de Maria Callas. Una fue Elvira De Hidalgo, una cantante de ópera española que fue su profesora de canto. «Fue una soprano muy importante en la vida de Maria, no sólo a nivel operístico, sino personal. Se establece una relación en la que ella buscó no sólo a una maestra, sino a una madre. Luego está Bruna Lupoli, su ama de llaves. Era quien cuidaba su casa cuando estaba casada con Meneghini. Cuando Callas dejó a su marido, Bruna siempre estará con Maria hasta el final. Le dio la mano en el momento más trágico de su vida. Eso fue literalmente así».
Preguntada por la imagen con la que se van a quedar los lectores de esta artista tras terminar el libro, Carmen Ro dice que «cuando lean la novela se olvidarán de la soprano y descubrirán a la mujer sufriente que hace de su dolor algo muy importante para luchar no contra él, sino con él. Maria fue una mujer que se define ella misma y que dijo sobre sí misma: 'Vivir es sufrir'. Eso era la vida para Maria y es la primera cita de la novela. Fue una mujer apasionada. Buscó la pasión en cada cosa de la vida, no sólo en los escenarios. He disfrutado y he llorado mucho sintiendo a Maria. Me han acompañado sus óperas de fondo durante las muchas horas de escritura. En cada línea del libro hay una emoción permanente y pertinente. Es una novela que me duele para bien», concluye.
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