Cultura
Carlos Granados: «En España cuesta mucho pagar por la Cultura»
El director del teatro Villamarta de Jerez, antes asistente en el teatro de la Zarzuela, ha vuelto a Jerez, donde inaugura este año su primera programación del Festival
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Carlos Granados (San Fernando, 1988) forjó en Jerez, donde vivió toda su vida, su vocación por la escena. Tras su paso por la escuela de danza de Belén Fernández, entró al poco tiempo a formar parte de la escolanía del Teatro Villamarta y se ... estrenó cantando en 'Los amantes de Teruel', una experiencia que marcó para siempre su vida cuando decidió dedicarse al teatro. Intentó seguir bailando y se marchó a estudiar a Madrid, pero pronto, a los 18 años, cree que esa no es su vocación, sino la gestión. Tras estudiar idiomas comenzó como ayudante de regiduría y dirección de escena, entre otros, en el teatro que hoy dirige, el Villamarta de Jerez. Durante cuatro años fue asistente de Daniel Bianco, director del Teatro de la Zarzuela, a quien precisamente ha sucedido la anterior directora del coliseo jerezano, Isamay Benavente, mientras Carlos Granados volvía a la ciudad gaditana.
—Ha cumplido un año al frente del Teatro Villamarta, ¿cómo ha sido la experiencia?
—Muy intensa, porque no es sólo el Villamarta, sino también Fundarte, la programación que tenemos aquí en el teatro en el verano y, por supuesto, el Festival de Jerez, a lo que se suma el museo de Lola Flores y el del Belén. Es decir, una actividad muy intensa. En el teatro, por ejemplo, además de la dirección artística también ostento la gerencia. Estar con tantos proyectos es complicado y hacerlo lo mejor posible y con los medios que tenemos aún más difícil porque ya sabemos que la cultura está infradotada.
—¿Esta es su primera programación del Festival de Jerez?
—Sí, más allá de algunos compromisos adquiridos por mi predecesora, y además compromisos encantado de tener porque han sido estupendos. La programación del teatro desde el pasado septiembre ya es mía y de mi equipo. Y en cuanto al Festival de Jerez, sí es mi primera programación, igual que lo fue la pasada fiesta de la bulería.
—Ya que el Festival de Jerez este año lleva su firma, ¿cómo lo ha planteado?
—Cuando terminé el festival anterior salí abrumado porque pensé: «Después de esto, ¿qué voy a hacer yo?» Y entonces me vino la idea del relevo generacional, reconocer de dónde venimos, y este rito de paso que también representa mi llegada al teatro. Este año tendremos más de diez estrenos y grandes producciones y yo creo que ha quedado un buen programa.
—¿Qué tiene que ver el público en el recorrido del festival?
—También he pensado en el público, claro, porque me pongo en la piel del que viene, qué se va a encontrar y cómo va a ser la experiencia. Más allá de la programación, que queremos que sea lo más excelente posible, creo que la esencia del Festival de Jerez está en la calle y quería fomentar ese encuentro con la ciudad.
—Sin embargo, hace 29 años Jerez estaba de espaldas al festival, de hecho, para asegurarlo se crearon sus famosos cursos que garantizaban un público fijo...
—Es cierto que el festival ha tardado un tiempo en consolidarse. Fuera de la ciudad era potente, pero yo creo que ya la gente de Jerez disfruta del festival y está más concienciada. Yo recuerdo cuando nació el festival un centro de Jerez sin vida, y ahora no es así. La gente poco a poco se ha ido sumando al festival. Encantado de que me quiten público si así viene gente a la ciudad.
—Viene del Teatro de la Zarzuela, donde este género es protagonista principal, ¿ahora en el Villamarta tendrá también cabida?
—Yo vengo del mundo de la lírica y no puedo no hacer lírica, porque es uno de los pilares del teatro: el flamenco y la lírica. Se le conoce como el centro lírico del sur y se sigue haciendo con muy buen resultado, posicionando a Jerez en un circuito internacional. Nuestras producciones giran y nutren otras temporadas de otros teatros y claro que hay que seguir manteniendo la lírica. Hemos hecho 'Macbeth' dirigida por José Luis Castro.
—Imagino que será también un reto presupuestario.
—Sin duda, porque las temporadas y los ejercicios presupuestarios no coinciden, la temporada está siempre a caballo entre dos años. Yo lo que he hecho es que he movido las fechas sacrificando una ópera esta temporada, para que el año que viene tengamos dos títulos, uno de ellos será una ópera española, una de las grandes obras de nuestro patrimonio musical y tiene relación con la América del XVIII. Es complicado que producciones del Teatro de la Zarzuela de Madrid entren en el Villamarta por un tamaño.
—¿Qué presupuesto tiene el Teatro Villamarta para la programación?
—Nosotros vivimos prácticamente de la taquilla. Tenemos ayudas puntuales como la del Inaem y la Junta de Andalucía a través del Instituto Andaluz del Flamenco para el festival, pero son ayudas anecdóticas para el coste total. Tenemos una aportación municipal para las nóminas, y unos 90.000 euros para el festival, 30.000 para la lírica y 75.000 euros que pone la Junta y otra cantidad de Diputación y un par de patrocinios.
«Yo agradezco la gestión de Isamay Benavente. El Villamarta ha peligrado en un par de ocasiones»
Carlos Granados
Director del Teatro Villamarta
—¿Usted recuerda sus inicios en el Villamarta?
—Sí, yo viví la época dorada de este teatro, cuando se hacían siete títulos al año allá por 2007. Terminábamos una ópera y a la semana que viene estábamos con la siguiente, era tremendo. Luego vino la crisis.
—¿Qué ha pasado?
—Se redujo drásticamente la financiación. El teatro tenía muchos patrocinios y recuerdo que teníamos una gira internacional de un espectáculo de flamenco y se nos cayó todo y nos quedamos sin trabajo. Fue un momento difícil del que el teatro no ha terminado de recuperarse.
—Cuando su historia personal era dar el salto al extranjero desde Madrid, vuelve usted a Jerez.
—Yo he vuelto a Jerez varias veces, sobre todo en tiempos de recuperación, volví por ejemplo con la crisis, cuando no había trabajo de nada. Y ya esta última ha sido una decisión personal. Isamay Benavente quería seguir conmigo, pero necesitaba cambiar y volver a casa y me animaron a presentarme a este concurso.
—¿Se ha encontrado lo que esperaba o está mucho peor?
—Una cosa es la idea y otra es entrar en la realidad. ¿Peor?, no tenía una referencia clara, y es cierto que el teatro ha pasado por momentos muy difíciles, por eso agradezco a la gestión de Isamay Benavente y que el teatro siga abierto porque ha peligrado en un par de ocasiones. Y aquí estamos. Tiene que haber una demanda de la cultura, cuesta mucho aquí en España pagar por la cultura y hay que darle valor al trabajo de un artista, no podemos dejar que nos lo den gratis.
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