cultura
Arturo Bernal, el consejero que ha revuelto la cultura en Andalucía
arturo bernal. consejero de turismo, cultura y deporte
Desde que llegó al cargo en 2022, su gestión ha estado llena de polémica y numerosos colectivos del sector se han puesto en su contra
Bernal defiende que el CAAC necesita «un nuevo impulso» y que el proyecto de Álvarez Reyes «estaba agotado»
Dimite toda la comisión técnica del CAAC en desacuerdo al «cese fulminante y destitución» de Álvarez Reyes
Jimena Blázquez, nombrada directora del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo
![Arturo Bernal, durante la inauguración de una exposición dedicada a Manuel Barbadillo en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/11/08/arturo-bernal-consejero-RR7P2wh4cxSmL4R4afdVDOM-1200x840@abc.jpeg)
Desde que se anunciara en julio de 2022 que Arturo Bernal (Huesca, 1966) iba a ser el nuevo consejero de Turismo, Cultura y Deporte, numerosos sectores del gremio cultural andaluz comprendieron que la gestión de la Junta de Andalucía en esta materia iba a ... dar un giro de ciento ochenta grados. A distintos capítulos cargados de polémica, se ha sumado el cese fulminante, la semana pasada, del que fue director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo durante trece años, Juan Antonio Álvarez Reyes, en beneficio la gaditana Jimena Blázquez, sin que hubiera sido nombrada por un concurso público.
El consejero se ha mostrado en las antípodas del perfil de su antecesora, la sevillana Patricia del Pozo, cuya labor fue aplaudida sobre todo en temas como la defensa del flamenco -su impulso fue decisivo para la aprobación este año de la esperada Ley de Flamenco- y del patrimonio. Hay que recordar que hasta la anterior legislatura, la Consejería era de Cultura y Patrimonio, pero desde 2022 va asociada a Turismo y Deporte. Bernal venía de otro ambiente totalmente opuesto al cultural, ya que había sido consejero delegado de Extenda -Empresa Pública andaluza de Promoción Exterior- y anteriormente fue director general de Turismo y Planificación de la Costa del Sol. Esto alertó a muchas instituciones que alzaron una voz crítica, pues con este nombramiento el gobierno andaluz parecía darle más valor a la gestión turística, marginando la cultura a un segundo plano.
Estaba claro que en su nuevo mandato, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, estaba cerrando filas en torno a personas de confianza que venían de Málaga, su ciudad. Por eso no es extraño que poco después del nombramiento de Bernal como consejero, el gobierno andaluz tirara de gestores de entidades malagueñas para ocupar distintos puestos en la nueva Consejería de Turismo, Cultura y Deporte. De este modo, se contó con un hombre muy próximo a este círculo como Salomón Castiel, antiguo gerente del espacio cultural La Térmica de la Diputación de Málaga, para ocupar el cargo de secretario general de Cultura. Lo mismo ocurrió con Yolanda de Aguilar, que fue nombrada secretaria general de Turismo. También es malagueña la directora de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, Almudena Bocanegra.
Ese giro malagueño de la Consejería de Cultura provocó que poco a poco Arturo Bernal fuera prescindiendo de altos cargos sevillanos que estaban desempeñando su labor en la Junta. Eso fue lo que ocurrió por ejemplo con la escritora y periodista Eva Díaz Pérez, que fue cesada como directora del Centro Andaluz de las Letras en noviembre de 2022. Esta había ocupado el puesto desde julio de 2019 tras haber logrado la máxima puntuación (9,70 de un máximo de 10) en el proceso selectivo de personal directivo para el CAL. Desde la Consejería de Cultura se dijo que ese cese formaba «parte de los procesos lógicos cuando entra un nuevo equipo en la consejería». También fue fulminada la 'número dos' de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, Almudena de la Peña, que había ganado su plazo por concurso.
Un poco antes, en septiembre de 2022, María del Mar Sánchez Estrella, persona de absoluta confianza Patricia del Pozo, fue cesada como directora general de Patrimonio Histórico e Innovación y Promoción Cultural. La escasa sintonía con el entonces recién nombrado consejero podría haber explicado este movimiento tan inesperado. Sánchez Estrella había brillado con anterioridad como gestora cultural durante su etapa como concejal de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, siendo alcalde Juan Ignacio Zoido. A estos despidos se les añadió los de otros dos secretarios generales del equipo anterior de Del Pozo, Pía Halcón y Miguel Ángel Araúz.
A finales del año pasado, Bernal anunció su intención de descentralizar la cultura en Andalucía, con lo que Málaga ha cogido mucho más protagonismo en detrimento de Sevilla, creándose el nuevo Instituto Andaluz de Artes Plásticas Visuales. Esta institución se suma al Centro Andaluz de las Letras, que siempre ha tenido su sede en la capital malagueña.
Mucha polémica se ha originado también en Sevilla cuando hace unos meses Arturo Bernal insinuó su deseo de que las Reales Atarazanas -un edificio que lleva décadas sin uso- albergaran la colección del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. Tras un reportaje publicado por ABC en el que se expresaba el rechazo de gran parte del sector cultural hispalense a la hipótesis de crear en este espacio ubicado en pleno centro de la ciudad un museo de arte contemporáneo, el consejero reculó y en comparecencia parlamentaria admitió que no sabía aún qué iba a hacer con las Atarazanas, aclarando que el contenido de este inmueble «se verá cuando se acaben las obras». A este respecto, el catedrático, académico e historiador Pablo Pérez Mallaína, uno de los mayores expertos en las Atarazanas, dijo que ver allí obras modernas «sería como beber agua en una copa de champán». También manifestaron un contundente rechazo otras voces autorizadas, como la catedrática emérita y académica Enriqueta Vila o la propia Eva Díaz Pérez.
Este clima revuelto de los últimos meses ha provocado la tormenta perfecta que ha desembocado la semana pasada en el cese fulminante de Juan Antonio Álvarez Reyes al frente del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, tras lo cual se produjo la dimisión en bloque de toda la comisión técnica del CAAC, integrada por Juan Cuenca, Francisco Jarauta, Luisa López, Víctor Pérez Escolano, Ana Salaberría, Berta Sichel, Estrella de Diego y María Dolores Jiménez-Blanco. Arturo Bernal defendió el pasado sábado su postura en unas declaraciones realizadas a la Cadena SER diciendo que el proyecto que encabezaba el hasta entonces director «estaba agotado», algo que contrasta con la impecable labor que ha desempeñado el gestor extremeño durante los últimos trece años, colocando al centro de la Isla de la Cartuja en uno de los más prestigiosos a nivel nacional. El consejero aclaró que Álvarez Reyes «tenía un contrato de alta dirección, de alto cargo dentro de la Junta de Andalucía», de forma que «no fue nombrado a través de un concurso público, sino directamente por el Consejo de Gobierno», igual que se ha hecho ahora con Jimena Blázquez.
Pero a pesar de estas explicaciones por parte de Arturo Bernal, la guerra ya está declarada por numerosos colectivos del arte contemporáneo andaluz, que enviaron una carta la semana pasada al máximo responsable de Cultura en la que protestaban por el cese de Álvarez Reyes. A esto hay que sumar otros ceses anteriores hechos por el gobierno de Juanma Moreno, como los de Rafael Doctor en el Centro Andaluz de la Fotografía (Almería) y Álvaro Rodríguez Fominaya en el C3A (Córdoba). Este es, pues, el penúltimo capítulo de lo que tenga que venir en el futuro.
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