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La colección Bellver, un largo culebrón de arte que enfrentó a las administraciones

A falta de que el alcalde confirme la sede del Pabellón Real, el coleccionista ha tenido que esperar 16 años para exponer su legado

La colección Bellver, un largo culebrón de arte que enfrentó a las administraciones juan flores

andrés gonzález-barba

Mariano Bellver ha tenido que esperar 16 años para ver cumplida una de sus viejas aspiraciones, que su colección se quedara al final en Sevilla expuesta en una sede definitiva: el Pabellón Real. A falta de que el alcalde, Juan Ignacio Zoido, confirme el acuerdo entre ambas partes —y gracias a la intercesión de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría —, todo estará listo para que el empresario bilbaíno vea ubicado su valioso legado formado por más de 300 pinturas, además de esculturas, mobiliario y otros objetos de gran valor.

Según adelantó El Mundo hace unos días, ya sólo quedan unos flecos para que este acuerdo entre el Ayuntamiento y el coleccionista llegue a buen puerto. Sin embargo, de aquí hasta que se haya dado este paso ha hecho falta recorrer un largo y tortuoso camino de dificultades burocráticas que ha enfrentado a las distintas administraciones durante todos estos años. Tanto es así que en algunas ocasiones Bellver amenazó con vender todo su legado o incluso cederlo a alguna ciudad del extranjero.

El comienzo de este viejo proyecto de exponer la colección Bellver en Sevilla surgió en 1998 cuando ésta se expuso en el Museo de Bellas Artes de Sevilla . La entonces alcaldesa, Soledad Becerril, planteó que esta colección podría ser el germen para un museo del siglo XIX. Hay que tener en cuenta que la base de dicho legado se cimenta en la escuela sevillana de pintura del siglo XIX, aunque también hay otros cuadros muy destacados de otros periodos. Por entonces la alcaldesa habló de la posibilidad de que dicha colección se quedara en alguno de los pabellones de la Exposición Iberoamericana del 29, teniendo en cuenta que a partir del año 2000 dichos edificios iban a revertir a la ciudad. Ya en aquella época se planteó la posibilidad de que el Pabellón Real albergara esta colección.

Cuando fue nombrado alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín, las cosas cambiaron radicalmente y el proyecto de crear un museo para albergar esta colección comenzó a retrasarse por progresivamente por la falta de entendimiento entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía. En principio la Consejería de Cultura planteó como posible sede para la colección Bellver en la Sala Santa Inés, algo que no gustó nada al empresario bilbaíno, quien se quejó en reiteradas ocasiones de que aquel edificio era de pequeñas dimensiones para albergar todo su legado. Hay que tener en cuenta que una de las condiciones que imponía Mariano Bellver para que su colección se expusiera permanentemente en Sevilla era que se exhibiera toda la obra en su conjunto, sin dejar nada en los almacenes, algo que se contemplaba casi imposible teniendo en cuenta que sólo en pinturas tiene más de 300 cuadros, a lo que hay que añadir las esculturas, el mobiliario, etc.

La Junta le ofreció a Bellver MonsalvesEn los sucesivos años formaron parte de este entramado de negociaciaciones el alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín; la entonces delegada municipal de Cultura, Maribel Montaño;el delegado provincial de Cultura de la Junta, Bernardo Bueno, y los distintos consejeros que se fueron sucediendo, como Carmen Calvo, Rosa Torres, Paulino Plata y más recientemente Luciano Alonso. A partir de 2008 las negociaciones dieron un giro cuando Bellver manifestó públicamente sus preferencias para que el Palacio de Monsalves acogiera su colección toda vez que este edificio iba albergar en los siguientes años el proyecto de ampliación del Museo de Bellas Artes de Sevilla con fondos del siglo XIX, algo que de momento está paralizado por la crisis. Sin embargo, las tiranteces entre la Junta y el coleccionista no tardaron en producirse cuando Cultura planteó exponer sólo una parte de este patrimonio, algo que no gustó al coleccionista, quien seguía apostando por exhibir todo su patrimonio en conjunto.

Ante el retraso de la ampliación de Monsalves, y después de una exposición que realizó en 2011 el Museo de Bellas Artes sobre la colección Bellver, la Junta le ofreció exponer sus obras de arte de forma provisional en Santa Inés, algo que tampoco se produjo. Incluso a finales de 2012 Bellver reconocía que existían sobre su mesa numerosas ofertas de distintas ciudades extranjeras y del norte de España interesándose por su colección, aunque él siempre manifestó su predilección porque ésta permaneciera en Sevilla. Ha habido que esperar un año y medio más para que la colección llegue a buen puerto.

La colección Bellver, un largo culebrón de arte que enfrentó a las administraciones

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