el rincón de...
Zoé Valdés: «No tengo ganas de pisar Cuba. Estoy pisando Sevilla y no necesito más»
La autora de 'La nada cotidiana' ha vuelto a Sevilla para presentarnos a un amigo y pintor cubano, Jorge Camacho, que como ella tampoco pudo soportar el castrismo
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![Zoé Valdés](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2024/10/28/zoe-RtdMIODvVMXoCw1UdNfDiOJ-1200x840@diario_abc.jpg)
-Camacho se llevaba las horas muertas mirando las claves esotéricas de la Catedral. ¿Le dijo alguna vez lo que buscaba?
-Yo creo que buscaba la libertad, volar hacia la libertad.
-El caso es que dentro de sí bullía un espíritu inclinado a ... moverse en el mundo de los alquimistas y el esoterismo y estaba convencido de lo que Fulcanelli nos contó en «El misterio de las Catedrales». ¿Hablaron alguna vez en esa onda?
-Mucho. Y yo me sentía como una gran aprendiz porque Jorge era un gran maestro.
-En Sevilla tuvimos un excelente poeta campero, Fernando Villalón, que era ganadero y estrellero, que se obsesionó con dar con la raza de los toros tartésicos de Gerión…
-No conozco su poesía, aunque me han hablado de él. Creo que su búsqueda de esos toros tartésicos debió ser una diablura del ser.
-¿Por qué vino el pintor a Sevilla?
-La belleza de la ciudad que le recordaba mucho a La Habana y el carácter del sevillano que es muy habanero. Jorge como artista sabía elegir. Elegir es un verbo muy importante en los artistas.
-¿Qué opinión tenía de la ciudad, porque creo que le gustaba muchísimo el flamenco?
-Le encantaba y con su esposa Margarita, en su vida cotidiana, mantenía una relación muy artística. Hablaban mucho de arte, de lecturas, del paisaje, de las aves. Todo era muy natural como son las cosas genuinas.
-Tuvo casa en Almonte, donde eran frecuentes la visita de otros artistas. Creo que Reinaldo Arenas pasó alguna temporada con él y su esposa Margarita. ¿Arrancó a escribir sus memorias allí?
-Creo que sí. Esa parte de la vida de Reinaldo Arenas es un fragmento de sus memorias. Yo también estuve allí y encontré mucha inspiración no solo en ellos viviendo allí, sino en el lugar mismo, rebosante de magia.
-Camacho logró sacar de Cuba manuscritos de Reinaldo…
-Conoció a Reinaldo antes leyéndolo que personalmente. Reinaldo lo cuenta muy bien en sus memorias. Después hicieron una gran amistad y le entregó los manuscritos a él y a Margarita en el Hotel Nacional. Luego acordaron la forma de cómo sacarlo del país.
-Camacho escribió una carta abierta a Castro que le costó el exilio.
-Así fue. La carta la escribieron Jorge y Reinaldo en Los Pajares, la casa de Almonte, firmada por más de trescientos intelectuales, lo que molestó muchísimo a la dictadura y al dictador. La carta la titularon 'Plebiscito a Fidel Castro'.
-¿Su amistad con Camacho se fragua en Cuba o en el exilio?
-En el año 95 nos conocimos en París y dese entonces nos hicimos muy, muy amigos. En Cuba nos decían que Jorge había muerto. Yo buscaba sus pinturas en los museos convencida de que era así. Años más tarde me lo encontré en Paris, le di un abrazo y le dije que estaba abrazando a un fantasma. Nos reímos muchísimos. Luego me di cuenta de que los cubanos fuera de la isla estaban más vivos que los que se quedaron allá.
-¿Desde cuándo no puede usted entrar en su país natal?
-He tratado de ir y no me han dejado ni entrar en el Consulado. Desde 1995 no he vuelto a pisar Cuba. Y verdaderamente no tengo ganas de pisarla. Estoy pisando Sevilla no necesito más. Cuba me pisa en mi alma.
-¿Y cree que podrá hacerlo pronto o Elegguá se ha vendido a Diaz Canel para cerrarle el camino?
-No, no, Elegguá no se vende a nadie. Los dioses tienen sus razones para hacer las cosas. Yo creo en Dios y le rezo a la Virgen. Pero tampoco hay que cargarla con muchos trabajos. Ya nos da bastante.
-¿Qué opinión tiene del movimiento Patria y Vida?
-Es un movimiento necesario. Pero yo estoy más por lo que dijo Martí, Patria y libertad. Patria y Vida es un término que acuñó Fidel Castro en 1999.
-Cuba tiene más de tres millones de exiliados. Venezuela siete. ¿Saca alguna conclusión política de esa desbandada?
-La conclusión es que el comunismo destruye al ser humano y luego obliga a las personas que aman la libertad a huir hacia esos lugares donde la encuentran. Pero le diré algo: del comunismo no se sale sin drones. Entró con plomo y saldrá con plomo.
-¿Hay liderazgo para eso?
-El líder de Cuba es su propio pueblo.
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