Los vascos conquistan Sevilla

R. Arrocha

SEVILLA

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05/04/2024
Actualizado a las 21:44h.

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En avión. En coche. En tren, e incluso en barco, con llegada al Puerto de Sevilla, los aficionados del Athletic Club comenzaron a conquistar la ciudad hispalense para vivir mañana la final de la Copa del Rey ante el Mallorca en una estampa única por su colorido y animación. En torno a 100.000 hinchas, la mayoría del equipo vasco, vivirán durante este sábado la bonita particularidad de este tipo de partidos y aumentarán la población de Sevilla en un 15%, un contexto sólo recordado en 2003 con la final de la UEFA entre el Celtic y el Oporto. De los casi 700.000 habitantes de la capital a los 800.000, suma que se palpa con facilidad con sólo dar un paseo por las calles del Centro y cerciorarse de que Sevilla es hoy la capital del País Vasco.

Los restaurantes están llenos; en los bares, más de lo mismo, muchos de ellos ofreciendo calimocho (vino con coca cola); en las viviendas turísticas no caben ni un alma, y en los hoteles no paran de llegar aficionados para vivir un fin de semana de muchísimas emociones. La desproporción se sostiene con aficionados quedándose a pernoctar, incluso, en zonas periféricas, o en pueblos del Aljarafe. También en otras provincias, como en Cádiz y Huelva, se ha podido apreciar la marea rojiblanca del Athletic.

El turismo combinado con la diversión es la imagen más repetida; y el rojo y blanco del Athletic, una constante en las calles del Casco Antiguo, también en la Plaza de España con cientos de hinchas haciendo cola para fotografiarse en el banco de cerámica dedicado a Vizcaya. «Llevamos un rato esperando. Pero no tenemos ninguna prisa», dice Asier, un joven aficionado del Athletic, marcado por la euforia y con ganas de que comience la final. «Hemos venido cuatro amigos. Llegamos esta mañana, y nos vamos el domingo. Vivimos en Bermeo. Es la primera final a la que vamos. Va a ser una fiesta», sostiene. Los cánticos se escuchan. Cantan todos juntos. El ambiente es excepcional, también cuando aparece una pareja de mallorquinistas a los que aplauden todos. El buen rollo es significativo y agradable. «Somos muchos menos. Se nota bastante. Nosotros pudimos venir el jueves. Hemos aprovechado para hacer turismo. Pero la gran mayoría de nuestros aficionados vendrán el mismo día del partido. Hay un montón de vuelos preparados», mantiene Martín, un señor jubilado que disfruta paseando junto a su mujer por algunos de los rincones más característicos de Sevilla.

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Desde Bilbao, aunque hay casi 900 kilómetros, lo tienen más fácil. Muchos miles saldrán esta madrugada para llegar por la mañana a Sevilla y disfrutar de la previa. Las fórmulas que han encontrado los del Athletic son variadas. Algunos, con menos recursos, han optado por quedarse en campings; otros, en hoteles de máxima categoría, con todo reservado desde hace ya varias semanas. Pero todos, a absolutamente todos, les une la misma idea de pasarlo bien y de disfrutar del sol de Sevilla, y de «unos manjares» en los bares de Mateos Gago, otra de las zonas más transitadas por los hinchas del Athletic en el Casco Antiguo. Los bares de la zona no dan abastos, como es la Taberna Belmonte. Parece imposible pedir algo para beber, pero los aficionados se las ingenian para que no les falte de nada. Beben cruzcampo, y les gusta. «Nosotros en Bilbao bebemos, sobre todo, Estrella Galicia. Pero hoy todo nos da igual. Sólo queremos llevarnos la Copa a casa. Hace 40 años que no la ganamos. ¿Sabe cuántos años tengo yo? ¡35! No he visto jamás una Copa con mi Athletic. Ya llegó la hora. Sevilla nos tiene que dar suerte», finaliza Eder mientras se apoya en la barra para volver a pedir. Sin un final. En Sevilla.