El rincón de... Pedro Giménez de aragón
«Lo de Utrera fue muy triste pero no hubo guerra y sí un tiroteo»
Este mes se cumplen los 150 años de la «declaración de guerra» entre Sevilla y Utrera en plena efervescencia cantonal
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![Pedro Giménez de Aragón](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/sevilla/2023/07/16/victor-rodriguez-machuca-R3TubPoSh6BHB350nUj7xjO-1200x840@abc.jpg)
–Imagino que no debe ser fácil explicar estas cosas en clase…
–Pues no, porque el alumnado no ha oído nada sobre la I República y mucho menos del cantonalismo, que tan mala prensa ha tenido. Pero cuando comprenden que fue una lucha andaluza ... contra un centralismo que nos hizo mucho daño, su interés se despierta.
–Sobre todo cuando los hechos de Utrera arrojaron un balance deprimente: treinta y tres muertos y cuatrocientos prisioneros «de guerra»…
–Triste balance, fruto de la división entre cantonalistas moderados y extremistas. Cuando los voluntarios sevillanos pidieron al alcalde Hazañas de Utrera los 5000 duros atrasados que debía a la Diputación y hombres para defender Sevilla, hubo un principio de acuerdo. Pero unos sevillanos gritaron «Viva la República Federal Social» y utreranos apostados en las ventanas de la plaza dispararon contra ellos. Más que una guerra, un tiroteo.
–El rosario esperpéntico de los sucesos durante este periodo es notable, quizás el de Cartagena sea el más conocido y surrealista
–Sí, pero fueron extremistas que desbancaron incluso al líder cantonalista nacional, Roque Barcia, natural de Isla Cristina. No se denominaban aún anarquistas, sino antiautoritarios (de la Alianza para la Democracia Socialista de Bakunin). Acabaron arruinando el cantonalismo.
–Cuando sus alumnos conocen esta parte de nuestra historia, ¿cuál es la reacción más común?
–Mis alumnos, después de entender que los antiautoritarios que causaron el caos eran muy pocos, y tras conocer la marginación de Andalucía viendo películas como «El corazón de la tierra» reaccionan indignados por el hecho de que se nos tratase como a una colonia en nuestro país.
–Resulta curioso que un hecho histórico como este no sea suficientemente conocido. ¿Por qué?
–La manipulación contra el cantonalismo comenzó con los propios enemigos republicanos, como Castelar, cada vez más centralista. Él dijo que eran independentistas y localistas, lo cual era rotundamente falso. El Cantón Andaluz de Sevilla no era localista, sino andalucista.
–Y, según usted la historiografía también ha elaborado un relato que lo distorsiona…
–La historiografía conservadora triunfante con la Restauración y las dictaduras del siglo XX e incluso la II República (más centralista que la primera), denigró al cantonalismo deformando la verdad.
–Para entender aquella rebelión cantonal del año 1873 imagino que hay que valorar las tensiones que había entre el centro capitalino y la periferia. El ejemplo de la red ferroviaria es definitivo.
–Isabel II financió con dinero obtenido de la desamortización de Madoz, en su mayoría andaluza, una red ferroviaria radial centralizada en Madrid, ciudad que en 1873 era menos próspera e industrial que Sevilla.
–Algunos piensan que la política isabelina frustró el desarrollo andaluz al colocar sus minas en manos extranjeras…
–Concretamente fueron los republicanos centralistas los que cedieron las minas al extranjero para financiar deudas de las guerras cubana y carlista. La Restauración usó las rentas para apoyar a Madrid y Bilbao.
–Hay personajes de aquella época que dejaron huella. Por ejemplo, el banquero sevillano Tomás de la Calzada…
–Un emprendedor como no había aún ni en Madrid ni en el País Vasco: accionista del banco de Sevilla, propietario de industrias textiles y de compañías ferroviarias y fundador del periódico «El Estado Andaluz».
–¿La alta burguesía andaluza cómo reacciona al hipercentralismo isabelino que la aparta del mercado minero e industrial?
–La burguesía industrial apoyó el cambio democratizador y descentralizador que supusieron Amadeo I y la I República, esperanzados en que se respaldara el comercio, la industria textil y la siderurgia andaluza (más de la mitad del hierro nacional) mediante ferrocarril entre regiones de nuestra comunidad.
–¿Detecta en esa época un sentimiento protoandalucista?
–Totalmente. El diario «La Andalucía» defendió desde antes de la revolución la necesidad de autogobierno. Y la colaboración entre republicanos de Cádiz, Sevilla, Málaga y Huelva fue constante. Fermín Salvochea dio su apoyo al Cantón Andaluz de Sevilla.
–Tres diputados andaluces, Francisco Díaz Quintero, Eduardo Benot y Ramón de Cala, redactan un texto constitucional con novedades que anticipan a la actual. ¿Es así?
–El 18 de julio de 1873 se proclamó en Cantón Andaluz y estos diputados de Huelva, Cádiz y Jerez presentaron a las Cortes un proyecto constitucional cantonalista del que no hablan los libros de Historia, que otorgaba a municipios y provincias la decisión de cómo asociarse, como en 1978.
–Para defender el cantón andaluz, los rebeldes compraron a Inglaterra cuatro cañones, dos de ellos los veremos, más tarde, en Utrera. ¿Le parecen el anticipo de la España que nos iba a helar el corazón?
–Las guerras civiles son el «morbo gótico» de los españoles…
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