Tres siglos de Pablo de Olavide, el ilustrado que modernizó Sevilla con su plano urbano

El 25 de enero de 1725 nacía en Lima el ilustrado Pablo de Olavide, escritor, traductor, jurista y político español que quedó ligado a Sevilla para siempre por su periodo en la ciudad como asistente. Aunque para algunos su vinculación con la capital hispalense ha quedado reflejado con el nombre de una universidad, la trascendencia de este personaje para los sevillanos va mucho más allá.

Olavide, del que son conocidas sus desavenencias con el Consistorio de la época, sabía de la necesidad de tener un plano de la ciudad para realizar un buen y eficaz trabajo urbanístico. Pero resulta que ese mapa, pasado ya el ecuador del siglo XVIII, no existía. El asistente hizo el encargo al ingeniero Francisco Manuel Coelho y el plano fue grabado por José Amat e impreso en Madrid en 1771. El también intendente del Ejército de Andalucía organizó la laberíntica ciudad en cuarteles, barrios y manzanas y colocó numerosos azulejos para indicarlos.

El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Gerencia Municipal de Urbanismo, lleva unos meses empeñado en recuperar el antiguo callejero del estadista en el Casco Antiguo con la reposición de esas placas. Hace apenas unas semanas se descubrió una cerámica en la calle Murillo y su referencia como antigua 'Tiendas'.

​El alcalde, José Luis Sanz, ha recordado la efemérides del tercer centenario de Olavide con un mensaje en la red social X, refiriéndose a él como «pieza clave de Castilla en América y modernizador de la ciudad en el siglo XVIII con su plano urbano».

La de Tiendas no ha sido la primera ni la única de las reposiciones previstas. En julio, el Ayuntamiento cursó la iniciativa de la Asociación Niculoso Pisano, en colaboración con la empresa Sevitrade, para reponer en la calle García de Vinuesa su antiguo nombre, 'Calle de la Mar', que tuvo durante seis siglos. También se ha recuperado la calle Gallegos, en la actual Sagasta.

Bayona en la actual Sánchez Bedoya; y Sardina, en la actual Gerona, que promueve la familia Rueda, propietaria de El Rinconcillo o el 'Callejón de los pobres', en Josefina Reina Puerto, son esos otros destacados del nomenclátor de hace dos siglos y medio que volverán a la actualidad con este plan.