DÍA MUNDIAL DEL SUEÑO
Uno de cada tres sevillanos no puede dormir
Más de dos mil sevillanos de todas las edades pasan por las unidades del sueño de los hospitales Virgen del Rocío y Virgen Macarena. El doctor Paolo Porcacchia, neurofisiólogo del primero de ellos, lamenta la creciente adicción a las pantallas, especialmente en niños y adolescentes, y destaca que la pandemia alteró los hábitos del sueño y aún no nos hemos recuperado
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Uno de cada tres sevillanos sufre insomnio no crónico (inferior a tres meses) y uno de cada diez lo sufre habitualmente. Estas cifras, parecidas a las del resto de España, han crecido desde el inicio de la pandemia. Más de dos mil pacientes con estos problemas pasan cada año por las unidades de sueño del Hospital Virgen del Rocío y Virgen Macarena.
Cada vez es más amplio el rango de edad de pacientes que acuden a estas unidades, lo que hace pensar a los especialistas que el estilo de vida actual afecta al sueño y su calidad en muchos aspectos. Se atienden a personas de todas las edades y se realizan centenares de pruebas específicas para el estudio del sueño, entre ellas, el polisomnograma y test de latencias múltiples de sueño.
La Unidad del Sueño del Hospital Universitario Virgen Macarena participa en estudios a nivel nacional en relación con diversas patologías del sueño incluyendo la hipersomnia central, síndrome de piernas inquietas, trastornos motores durante el sueño y parasomnias entre otros.
El doctor Paolo Porcacchia, neurofisiólogo del Virgen del Rocío, explica que «la patología de insomnio de corta duración es bastante elevada en Sevilla. Estaríamos hablando de un 30 por ciento de la población. Con los criterios actuales de un insomnio crónico, que son más de tres meses de evolución, sufre este problema un diez por ciento de la población».
La patología respiratoria del sueño alcanza entre el 7 y el 10 por ciento de la población en ciertas franjas de edad, según este experto: «Estudios revelan que durante la pandemia los trastornos de sueño han sido bastante prevalentes y estiman que un 33 por ciento de la población ha padecido insomnio no crónico, una problemática que es posbile que haya aumentado con la pandemia, asociados a cuadros de ansiedad o depresión«.
Cuenta el doctor Porcacchia que «en el caso de la pandemia ha habido muchas causas. Vemos que han cambiado los hábitos de sueño y siempre decimos que para asegurar una buena calidad de sueño hay que mantener horarios regulares y un número suficiente de horas de sueño y descanso. Hay que darle más importancia al descanso y cuidar más la calidad del sueño«.
Este neurofisiólogo alude a la adicción a las pantallas y redes sociales como uno de sus causantes: «Tienen mucha influencia porque primero es una mala higiene del sueño. La cama debe utilizarse para dormir y no para estar pendiente del móvil. Nos entretenemos y no dormimos. Segundo, porque quitamos tiempo al descanso nocturno y la luz de las pantallas, además, suelen activarnos más«.
Función básica
No dormir bien puede causar problemas de salud de todo tipo. «El sueño es una función básica. Hay series de datos que dicen que un sueño insuficiente puede causar problemas variados, de tipo metabólico o neurodegenerativo«, dice el doctor Porcacchia. Existen algunos estudios que lo relacionan con sobrepeso, diabetes o mayor riesgo de ictus, aunque faltan quizá informes más concluyentes para afirmarlo: «En algunas patologías neurodegenerativas se asocia a un cuadro de trastorno de sueño, pero es un poco complejo averiguarlo«, asegura este experto.
No existe la certeza científica de que un buen descanso diario pueda prevenir enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer o Parkinson, como apuntan varios estudios, pero todos los expertos coinciden en que el descanso es fundamental para tener una buena salud. «Las horas de sueño aconsejables varían a lo largo de la vida. Un recién nacido necesita dormir 15 ó 18 horas. Con 10 años se pueden dormir de 10 a 12 horas, mientras que un adolescente puede dormir de ocho a nueve horas. No hay un límite fijo o un corte establecido para cada edad. Cuanto mayores nos hacemos, menos necesidad de dormir tenemos«, dice el doctor Porcacchia.
Tampoco existen muchas dudas sobre los perjuicios para el descanso infantil que causa la adicción a las pantallas y los dispositivos electrónicos. «Las pantallas son un problema y es verdad que cada vez más niños las utilizan«, dice el experto, que recomienda «horarios regulares, evitar dispositivos electrónicos en la cama, tener un ambiente adecuado para el descanso, evitar por la noche alcohol, tabaco y excitantes. Evitar cenas copiosas, hacer actividad física durante el día».
Uno de los principales problemas
con
la falta de sueño es que en el momento no te das cuenta del daño que te estás causando pero es muy relevante tanto para
el
sistema glinfático como para el sistema linfático del cerebro, que es el que consigue limpiar de basura el cerebro humano».
Hernando Pérez
Director de la Unidad del Sueño del Centro de Neurología Avanzada (CNA)
Por su parte, el director de la Unidad del Sueño del Centro de Neurología Avanzada (CNA), Hernando Pérez, cree que mantener una buena higiene del sueño puede ayudar a prevenir enfermedades como el Alzheimer, depresión, diabetes o incluso el cáncer, que tienen una importante correlación con la falta de sueño», asegura.
Pérez destaca que «todos los sistemas fisiológicos y neurológicos importantes de nuestro cuerpo, cada red neuronal u operación de nuestro cerebro, se someten a una revisión general durante el sueño». Y añade: «Dormir menos de lo que cada persona necesita al día acorta la vida. Hay que dormir lo necesario para estar descansado y aguantar bien hasta la noche siguiente, haciendo incluso uso de la siesta, que siendo de entre 20 a 30 minutos, entraría dentro de los patrones más saludables».
También subraya que si no se duerme lo suficiente el rendimiento cognitivo se puede ver afectado. «Uno de los principales problemas con la falta de sueño es que en el momento no te das cuenta del daño que te estás causando pero es muy relevante tanto para el sistema glinfático como para el sistema linfático del cerebro, que es el que consigue limpiar de basura el cerebro humano».
Y añade: «El sistema glinfático se activa cuando dormimos en la fase de sueño profundo, del sueño no REM, es entonces cuando realmente funciona, ya que en los canales perivasculares que están alrededor de las arterias se ha demostrado que se ensanchan y ello permite que penetre el líquido cefalorraquídeo y, en ese momento, se limpian los detritus y los tóxicos a nivel cerebral».
Benzodiacepina
Para este experto, «hay que conseguir un buen descanso, pero con herramientas que sean seguras, resolutivas y lo más fisiológicas posibles y no recurrir a la simple benzodiacepina, que es lo que se suele recompensar en el 99 por ciento de los casos y que, según algunos estudios, puede incrementar el riesgo de demencia».
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