De la misa la media
Sutura pastoral para los Panaderos
Iglesia en Sevilla
Era la primera vez que el director espiritual aparecía (casulla morada lisa sin una mala cruz bordada) después de los convulsos movimientos de los últimos meses

Función principal de la hermandad de Los Panaderos
-
Templo: iglesia de la Misericordia (Centro)
-
Fecha: 9 de marzo
-
Hora: 12.30 h.
-
Asistencia: lleno, más de 200 personas
-
Preside: Leonardo Sánchez Acevedo
-
Ornato: altar de quinario con más de sesenta cirios y ocho ramos de claveles rojos
-
Música: capilla músical con órgano electrónico y cuatro voces
El horno no estaba para bollos. Este cronista somete a la benevolencia del lector un arranque de crónica tan previsible y, si se quiere, hasta vulgar. Pero hay veces que la sabiduría popular es la explicación más directa y sencilla. Démosla pues por aplicada a ... la función principal de instituto de la hermandad de los Panaderos en la iglesia de la Misericordia, antes de cuyo inicio se anunció que se aplazaba el traslado de las imágenes de vuelta a la calle Orfila.
También en ocasiones, el aspecto exterior habla de cómo están por dentro las realidades humanas. Y en este caso concreto, el templo reflejaba el momento que vive la hermandad: a los pies de la nave principal, un pasito con cinco trabajaderas, bajo el que se habían enrollado las alfombras, y otros cachivaches cotidianos amontonados; bajo el retablo de Santa Bárbara, presidiendo la nave de la epístola, el iconostasio de los ortodoxos rumanos que cada domingo celebran allí sus cultos; en la presidencia (no de la misa, que eso corresponde al sacerdote), el comisionado de la hermandad, escoltado por el vicepresidente del Consejo y el delegado de día.
Era la primera vez que el director espiritual aparecía (casulla morada lisa sin una mala cruz bordada) después de los convulsos movimientos de los últimos meses. Habían hecho acto de presencia los hermanos mayores de la Sed, el Buen Fin, el Carmen y San Bernardo; y la Lanzada, las Siete Palabras, el Cristo de Burgos, el Silencio y la Redención habían enviado representantes para arropar. Algunos miembros de la junta de gobierno dimisionaria se dejaban ver también, pero los gestos delataban tensión.
MÁS INFORMACIÓN
Y la había. Tanta como para que el orador de la cátedra sagrada renunciara a una homilía propia como comentario del Evangelio de las tentaciones. En su lugar, leyó la carta pastoral -quede subrayado este adjetivo, que tanta pasión ha desbocado en el seno de la corporación- del arzobispo. Sí, la hizo suya, aplicando a la hermandad todo lo que el pastor (de nuevo, resaltado) de la archidiócesis encarece a los fieles, subrayando, por ejemplo, que «Satanás es padre y príncipe de la mentira». Irreprochable.
Quizá era lo mejor en la situación inflamada que vive la hermandad. El celebrante sabía que cualquier cosa que dijera se le podía malinterpretar, así que recurrió a la exhortación episcopal que citaba a Santa Teresa al pedir «amigos fuertes de Dios» para «estos tiempos recios». Desde luego, encajaba como un guante.
En las hermandades, esa consideración de «amigos fuertes» se le concede a quienes han cumplido cincuenta años de pertenencia ininterrumpida a la corporación. Al final de la misa, se homenajeó a los trece que cumplían aniversario redondo, pero sólo siete recogieron la medalla bendecida. Es normal que siempre falte alguien, por edad, por enfermedad, por cambio de residencia o por vaya usted a saber el motivo, pero la mitad… La mañana era de perros, pero tantas ausencias, ¿querrían decir algo más de lo obvio?
Este cronista también se quedó sorprendido con el número de los que se arrodillaron en la consagración. No más del 30 por 100 (siendo generosos) se hincó de hinojos en el momento de alzar mientras el resto permanecía de pie. Significativo. En la comunión general se cambiaron las tornas, pero también era llamativo el número de los que no compartieron el Cuerpo de Cristo. Significativo otra vez.
Y eso que la protestación de fe había sido multitudinaria: casi un cuarto de hora, de modo que a la capilla le dio tiempo de interpretar dos piezas ('Jesús de las Penas' instrumental y otra vocal) de música incidental. Muy conseguido el 'Panis angelicus', por cierto.
Habrá que esperar si la sutura pastoral logra cerrar las heridas por las que la hermandad se desangra. Dios lo quiera.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete